domingo, 13 de marzo de 2011

29. La Confesión Negativa del Libro de los Muertos Egipcio

LA CONFESIÓN NEGATIVA I (PAPIRO NÚ)
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De “El Libro de los Muertos” Egipcio

¡Salve, dios grande, Señor de la Verdad y de la Justicia, Amo poderoso: heme aquí llegado ante Ti! ¡Déjame pues contemplar tu radiante hermosura! Conozco tu Nombre mágico y los de las cuarenta y dos divinidades que te rodean en la vasta sala de la Verdad-Justicia, el día en que se hace la cuenta de los pecados ante Osiris: la sangre de los pecadores (lo sé también) les sirve de alimento. Tu Nombre es: “El-Señor-del-Orden-del-Universo-cuyos-dos-Ojos-son-las-dos-diosas-hermanas”. He aquí que yo traigo en mi Corazón la Verdad y la Justicia, pues he arrancado de él todo el Mal. No he causado sufrimiento a los hombres. No he empleado la violencia con mis parientes. No he sustituido la Injusticia a la Justicia. No he frecuentado a los malos. No he cometido crímenes. No he hecho trabajar en mi provecho con exceso. No he intrigado por ambición. No he maltratado a mis servidores. No he blasfemado de los dioses. No he privado al indigente de su subsistencia. No he cometido actos execrados por los dioses. No he permitido que un servidor fuese maltratado por su amo. No he hecho sufrir a otro. No he provocado el hambre. No he hecho llorar a los hombres mis semejantes. No he matado ni ordenado matar. No he provocado enfermedades entre los hombres. No he sustraído las ofrendas de los templos. No he robado los panes de los dioses. No me he apoderado de las ofrendas destinadas a los Espíritus santificados. No he cometido acciones vergonzosas en el recinto sacro-santo de los templos. No he disminuido la porción de las ofrendas. No he tratado de aumentar mis dominios empleando medios ilícitos, ni de usurpar los campos de otro. No he manipulado los pesos de la balanza ni su astil. No he quitado la leche de la boca del niño. No me he apoderado del ganado en los prados. No he cogido con lazo las aves destinadas a los dioses. No he pescado peces con cadáveres de peces. No he obstruido las aguas cuando debían correr. No he deshecho las presas puestas al paso de las aguas corrientes. No he apagado la llama de un fuego que debía arder. No he violado las reglas de las ofrendas de carne. No me he apoderado del ganado perteneciente a los templos de los dioses. No he impedido a un dios el manifestarse. ¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro! He sido purificado como lo ha sido el gran Fénix de Herakleópolis. Pues yo soy el Señor de la Respiración que da vida a todos los Iniciados el día solemne en que el Ojo de Horus, en presencia del Señor divino de esta tierra, culmina en Heliópolis. Puesto que he visto culminar en Heliópolis el Ojo de Horus, pueda no sucederme ningún mal en esta Región, ¡oh dioses! ni en vuestra Sala de la Verdad-Justicia. Pues yo conozco el Nombre de esos dioses que rodean a Maat, la gran divinidad de la Verdad-Justicia.

LA CONFESIÓN NEGATIVA II (PAPIRO NEBSENI)

1. ¡Oh tú Espíritu, que marchas a grandes zancadas y que surges en Heliópolis escúchame! Yo no he cometido acciones perversas. 2. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en Ker-aha y cuyos brazos están rodeados de un fuego que arde! Yo no he obrado con violencia. 3. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en Hermópolis y que respiras el Aliento divino! Mi corazón detesta la brutalidad. 4. ¡0h tú, Espíritu, que te manifiestas en las Fuentes del Nilo y que te alimentas sobre las Sombras de los Muertos! Yo no he robado. 5. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en Re-stau y cuyos miembros se pudren y apestan! Yo no he matado a mis semejantes, 6. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en el Cielo bajo la doble forma de León! Yo no he disminuido el celemín de trigo. 7. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Letópolis y cuyos dos ojos hieren como puñales! Yo no he cometido fraude. 8. ¡Oh tú, Espíritu, de la deslumbrante máscara que andas lentamente y hacia atrás! Yo no he sustraído lo que pertenecía a los dioses. 9. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en Herakleópolis y que aplastas y trituras los huesos! Yo no he mentido. 10. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Menfis y que haces surgir y crecer las llamas! Yo no he sustraído el alimento de mis semejantes. 11. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en el Amenti, divinidad de las dos fuentes del Nilo! Yo no he difamado. 12. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en la región de los Lagos y cuyos dientes brillan como el Sol; Yo no he sido agresivo. 13. Oh tú, Espíritu, que surges junto al cadalso y que, voraz, te precipitas sobre la sangre de las victimas! Sábelo: yo no he dado muerte a los animales de los templos. 14. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en la vasta Sala de los treinta Jueces y que te nutres de entrañas de pecadores! Yo no he defraudado. 15. ¡Oh tú, Señor del Orden Universal que te manifiestas en la Sala de la Verdad-Justicia, aprende! Yo no he acaparado jamás los campos de cultivo, 16. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en Bubastis y que marchas retrocediendo, aprende!  Yo no he escuchado tras las puertas. 17. ¡Oh tú, Espíritu Aati que apareces en Heliópolis! Yo no he pecado jamás por exceso de palabra. 18. ¡Oh tú, Espíritu Tatuf, que apareces en Ati! Yo no he pronunciado jamás maldiciones cuando se me ha causado algún daño. 19. ¡Oh tú, Espíritu Uamenti que apareces en las cuevas de tortura! Yo no he cometido jamás adulterio. 20. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en el templo de Amsu y que miras con cuidado las ofrendas que te llevan! Sabe que no he cesado jamás, en la soledad, de ser casto. 21. ¡Oh tú, Espíritu, que apareces en Nehatu, tú, jefe de los antiguos dioses! Yo no he aterrorizado jamás a la gente. 22. ¡Oh tú, Espíritu-destructor, que te manifiestas en Kaui! Yo jamás he violado la ordenación de los tiempos. 23. ¡Oh tú, Espíritu, que apareces en Urit, y de quien escucho la voz de salmodia! Yo jamás me he entregado a la cólera. 24. ¡Oh tú, Espíritu que apareces en la Región del Lago Hekat bajo la forma de un niño! Yo jamás fui sordo a las palabras de la Justicia. 25. ¡Oh tú, Espíritu, que apareces en Unes y cuya voz es tan penetrante! Yo jamás he promovido querellas. 26. ¡Oh tú, Espíritu Basti que apareces en los Misterios! Yo no he hecho jamás derramar lágrimas a mis semejantes. 27. ¡Oh tú. Espíritu, cuyo rostro está en la parte posterior de la cabeza y que sales de tu morada oculta! Yo jamás he pecado contra natura con los hombres. 28. ¡Oh tú, Espíritu con la pierna envuelta en fuego y que sales de Akhekhú! Yo jamás he pecado de impaciencia. 29. ¡Oh tú, Espíritu, que sales de Kenemet y cuyo Nombre es Kenemti! Yo no he injuriado jamás a nadie. 30. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Sais y que llevas en las manos tu ofrenda! Yo no he sido nunca querellador. 31. ¡Oh tú, Espíritu que apareces en la ciudad de Djefit y cuyas caras son múltiples! Yo no he obrado jamás con precipitación. 32. ¡Oh tú. Espíritu, que apareces en Unth y que estás lleno de astucia! Yo no he faltado jamás al respeto a los dioses. 33, ¡Oh tú, Espíritu adornado de cuernos y que sales de Satiú! En mis discursos, nunca he usado palabras excesivas. 34 ¡Oh tú, Nefer-Tum, que sales de Menfis! Yo no he defraudado jamás ni obrado con perversidad. 35. ¡Oh, tú, Tum-Sep, que sales de Djedú! Yo no he maldecido jamás del Rey. 36. ¡Oh tú, Espíritu cuyo corazón es activo y que sales de Debti! Yo jamás he ensuciado las aguas. 27. ¡Oh tú, Hi que apareces en el Cielo! Sábelo: mis palabras jamás han sido altaneras. 38. ¡Oh tú, Espíritu, que das las órdenes a los Iniciados! Yo no he maldecido jamás de los dioses. 39. ¡Oh, tú, Neheb-Nefert, que sales del Lago! Yo no he sido jamás impertinente ni insolente. 40. ¡Oh tú, Neheb-Kau, que sales de la ciudad! Yo no he intrigado jamás ni me he hecho valer. 41. ¡Oh tú, Espíritu, cuya cabeza está santificada y que, de pronto, sales de tu escondite! Sábelo: Yo no me he enriquecido de un modo ilícito. 42. ¡Oh tú, Espíritu, que sales del Mundo Inferior y llevas ante ti, tu brazo cortado! Yo jamás he desdeñado a los dioses de mi ciudad.

ANTE LOS DIOSES DEL MUNDO INFERIOR (PAPIRO NÚ)
¡Oh vosotras, divinidades, que tenéis asiento en la vasta Sala de Justicia, yo os saludo! En verdad, yo os conozco y conozco vuestros Nombres. ¡No me abandonéis a la cuchilla del verdugo! ¡No insistáis sobre mis pecados ante el dios que es vuestro Señor! ¡Que la mala suerte no me alcance a causa de vuestra intervención! ¡Haced que escuche la Verdad el Señor del Universo! Pues yo no he hecho, durante mi vida en la Tierra, sino lo que era verdadero y justo. Yo no he maldecido jamás de los dioses. ¡Puedan pues los Genios tutelares de los Días y de las Horas no afligirme con infortunios! ¡Oh vosotras, divinidades, que tenéis asiento en la vasta Sala de la Verdad-Justicia, yo os saludo! Vuestro corazón ignora la mentira y la iniquidad; vosotras vivís de la Verdad, y la Justicia es vuestro alimento; vosotras permanecéis bajo la mirada fija de Horus, ¡el que vela en su Disco! ¡Libradme de Babai que, en el día del Gran Juicio se nutre de las entrañas de los Poderosos! ¡Dejadme penetrar hasta vuestra casa! Ved que no he cometido ni fraude, ni pecado alguno. Yo no he dado falso testimonio. ¡Que no me sea hecho pues, daño alguno! Me he nutrido siempre, por el contrario, de Verdad y de Justicia. Mi modo de obrar era el que prescriben las buenas costumbres y es aprobado por los dioses...

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Visitar: http//escuelayosoylaluz.blogspot.com

Escuela Yo Soy la Luz

2 comentarios:

  1. Gracias por publicarlo. Estaba interesado en encontrar este texto.

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  2. Oh vosotras, divinidades, que tenéis asiento en la vasta Sala de la Verdad-Justicia, yo os saludo!

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