El Misterio de la Evolución
Primer viaje al mundo de los Ángeles - Proyección al mundo de las esferas del Sol
Por el Arcángel Metatrón
Voy a contarles una experiencia que tuvimos el grupo de experimentación en las proyecciones y cuando yo fui proyectado con mis cuerpos de luz a las dimensiones de los mundos de las esferas del Sol, como un regalo de los Arcángeles después de muchos años de servirles, ayudando a realizar el plan divino de la evolución.
A través de mi Yo Superior, los Arcángeles me llevan con sus rayos de luz, conectados a los Merkabah hacia la esfera-nave Avatara. Allí recibo las instrucciones de mi misión y soy llevado a las salas transparentes de los registros akásicos, donde un maestro, un ángel, me muestra el pasado de la evolución de la Tierra. En esta experiencia de proyección a los Mundos de Luz, el Ángel Iriel, me lleva hasta la gran sala de estilo gótico, en sus ventanales donde se encontraban sentados, presidiendo este encuentro, los Arcángeles Micael, Metatrón y Uriel. Tengo la sensación de que me miran con cariño, con satisfacción, como si fueran verdaderos padres.
Estoy en medio de la sala redonda. A mi alrededor están sentados los ángeles o Maestros cósmicos y en la mesa que preside la sala sentados los Arcángeles.
El Arcángel Micael me indica que me acerque a la mesa. Mientras voy acercándome a ella puedo percibir a los tres Arcángeles sentados presidiendo la reunión. Tienen delante de sí sus bolas de cristal, que utilizan para irradiar la Luz de la llama Maxim. Estoy de pie, delante de ellos.
Ellos son los que dirigen las órdenes y escuelas espirituales de la tierra: Micael, la Orden Solar de los Ángeles; Metatrón, la Orden galáctica de los ingenieros de biólogos y técnicos de la naturaleza; y Uriel, la Orden terrestre de los mensajeros espirituales y adeptos de toda la tierra.
El grupo de Ángeles que están en esta sala se han cogido de las manos; forman in círculo y están meditando. Es como si se estuvieran comunicando espiritualmente; están haciendo una invocación, unos mantras.
Ahora veo que está descendiendo una esfera de luz dorada, muy intensa, muy grande. Está descendiendo en el centro del círculo. Cuando se para, se hace blanca, irradia luz en todas direcciones y la luz lo llena todo; es una luz blanca cristal, pura; es luz angelical. De la esfera sale un ser que lleva una capa blanca transparente, es un ser que desprende mucha luz. En sus manos lleva un bastón y una esfera como los arcángeles; el bastón es un cetro y de la esfera sale poder. Conforme se acerca, siento que despide mucha luz. Me dicen los Arcángeles: “Es Sanat Kumara”. Siento cómo se acerca y me pone sus manos en la cabeza.
Después me muestra la esfera, desde donde sale tanta luz. Son tres campos unificados girando, formando un eje vertical de luz en el centro de la esfera, donde se encuentra una forma heptocúbica; es una chispa divina de conciencia, como un pequeño Sol que gira en el centro de la esfera, o Merkabah. Me dicen que son siete esferas, transparentes, girando e irradiando luz. La esfera es un centro de Conciencia divina, es una esfera Mercaba de perfección.
Comienzan a girar en el centro crístico y a irradiar luz, mucha luz blanca. Está llegando el Atman de cada uno. Inunda a todos los cuerpos de todos los seres que se encuentran en esta sala. Me coge de la mano y me lleva justamente al centro del círculo donde está la forma de luz heptocúbica. Es un punto de Conciencia Crística. Da la sensación de que es una estrella que gira, se mueve e irradia. Cuando me encuentro dentro de esa esfera es como si la luz me envolviese; todo se mueve a mi alrededor. Parece que voy a perder el conocimiento, que voy a caer; parece que todo a mi alrededor da vueltas. Me siento dentro de un torbellino de luz. Da la sensación de atontamiento. En ese momento siento que una parte de mi cuerpo de luz es proyectada, y la otra permanece dentro de la esfera. Me siento proyectado con mi conciencia hacia el espacio en dirección al Sol. Me siento como un cuerpo transparente, como un punto de conciencia. No siento mi cuerpo, pero sé que soy yo, que siento, veo y percibo. Me han proyectado con mi centella divina, mi puro ser, mi Atman.
Me voy acercando hacia el Sol. Me da la sensación de que está envuelto en una especie de costra de luz; es una esfera de luz formada por montones de partículas que desprenden fuego ígneo desde esa capa de fuego que la rodea. Y penetro dentro del Sol; es una esfera redonda central. Y hay otras esferas dentro del Sol muy grandes.
Y, dentro de cada esfera, se siente que hay un dodecaedro. La esfera central es el santuario de la Conciencia Divina, Cristos. Todo está sostenido por una red etérica dodecaédrica. Cada esfera se estructura en otros pequeños dodecaedros transparentes; y un gran dodecaedro integra a todos, que son más grandes que los planetas.
Me siento como un punto de luz que va en dirección al centro del Sol Espiritual. Va muy rápido pero como es tan grande tarda en llegar. Estoy en un universo de esferas espirituales dentro del Sol; es el mundo de las esferas de la casa del Padre. Siento que voy al núcleo solar. Voy en dirección a una de esas esferas. Traspaso la esfera, y dentro hay una esfera que irradia luz dorada; aparece un espacio amplio, parecido a un santuario interior.
Da la sensación de estar dentro de una vibración transparente. Todo es luz en tu cuerpo. Siento que me hablan desde el centro de mi ser, y me explican que desde aquí puedes conectarte con cualquier punto del planeta o con cualquier planeta del sistema solar.
Hay una luz blanca en el centro de la esfera solar, un cristal transparente de forma heptocúbica; una llama irradiante, un vértice de energía irradiante. NO es blanco opaco; es una luz tan cristalina, que lo ves todo y da la sensación de que estoy flotando.
Mi comprensión me dice que el centro de las esferas del Sol es un santuario; estas esferas; estas esferas son santuarios del Padre, Cristo, los Logos Solares, las Conciencias Crísticas y las Mentes creadoras divinas individualizadas. Y cualquier ser que entre allí puede sentir, puede leer, puede estar en cualquier parte, en cualquier punto del sistema solar y desde allí sentir cualquier parte de él. Da la sensación que puede ver y sentir en todas direcciones; como si ese cuerpo de luz transparente o cristal, viese desde el centro del Atman; cuando el atman gira estás sintiendo en todas direcciones. Son 33 puntos diferentes percibidos al mismo tiempo. Da la sensación de que en el centro hay un ojo que puede observar en 33 direcciones al mismo tiempo; como si el Atman fuera un ojo que todo lo ve, inmenso y que genera luz consciente. Pero no lo veo como una visión; lo veo al moverse la energía, al crear. El Atman es el centro crístico de luz solar que controla todo desde ese punto de conciencia. Me siento dentro de la gran esfera santuario, o mundo de las esferas divinas solares.
Siento que todas las esferas irradian música, como si unos cantos bellísimos lo llenaran todo. Esta música, al entrar en el cuerpo, produce gozo, paz, alegría y felicidad. Y hay una fuerza que me sigue atrayendo al centro: voy al centro de una de esas esferas-santuarios.
Me están diciendo que justamente ahí dentro, en esa esfera a la que me dirijo ahora, al lado del Sol cristal que hay en el centro, se encuentra la divinidad espiritual de cada uno de vosotros. O sea, el Padre de cada uno de vosotros; en el centro del Sol se encuentra nuestro Padre individual y estamos en la Tierra acompañados del Espíritu Santo, que es llamado también el Hijo Divino.
El cuerpo de luz es el que me traslada al centro; es sentir como si fuera el cuerpo de luz del Hijo Divino, cuando se desprende del cuerpo de luz del Espíritu Santo. Y viaja fuera del universo; y puede viajar hasta el centro del Sol, donde está su esencia divina, su magna conciencia Yo Soy. Un lugar todo lleno de esferas suspendidas. Una esfera central, un sol blanco central, una llama máxima (hay cientos y cientos de esferas). La sensación del tamaño es difícil de notarla, porque es como si hubiera algo transparente que sostiene todas las esferas, una vibración que las une a todas. Cada esfera pulsa una música, es una vibración. Cada una de esas esferas es el recinto Sagrado del Ser, de nuestra Conciencia Padre, de nuestra Magna Conciencia YO SOY.
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Canalizado por ANTONIO CERDÁN.
El misterio de la evolución: Primer viaje al mundo de los Ángeles, por el Arcángel Metatrón.
Artículo difundido por Ciudad Virtual de la Gran Hermandad Blanca - http://hermandadblanca.org/
Metatrón también es conocido como el primero y el último de los arcángeles, y recibe diversas denominaciones como Canciller del Cielo, Ángel de la Alianza y Rey de los Ángeles. Su función celestial es la de supervisar la anotación de todos nuestros actos en el Libro de la Vida.
Está encargado de apoyar la vida y los actos humanos como puente entre la Divinidad y la humanidad. Podemos buscar su consejo pidiéndole que nos ayude a encontrar la medida apropiada para cada acción que emprendamos en nuestras vidas. A un cierto nivel esto significa ayudarnos a encontrar el equilibrio entre lo que damos y lo que guardamos para nosotros mismos. Esto nos permite mantener límites bien definidos, y conservar, por tanto, un claro sentido de nosotros mismos, tan necesario si hemos de tener éxito en llevar a cumplimiento nuestro potencial dentro del mundo de la forma.
Podemos orar al Arcángel Metatrón para que guíe nuestros esfuerzos y nos ayude a encontrar la medida correcta para nuestro rendimiento y actividades. Podemos pedir a Metatrón en nuestra meditación que nos asista en saber cuándo puede ser ya bastante, o cuándo necesitamos hacer más por nosotros mismos o por los demás.
Artículo difundido por Ciudad Virtual de la Gran Hermandad Blanca - http://hermandadblanca.org/
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El Arcángel Metatrón
REINO ANGÉLICO: Arcángel del Cielo de la Forma.
FUNCIÓN CELESTIAL: Anotador del Libro de la Vida y escriba de todos nuestros actos.
DONES PARA LA TIERRA: Nos ayuda a encontrar la medida apropiada para todo lo que hacemos; actúa como testigo del bien que hacemos y del amor que damos; nos ayuda a comprender nuestro potencial como seres humanos amorosos y valiosos. METATRÓN es el único ángel dentro de las esferas celestiales que fuera en un tiempo humano. Se le conocía como Enoc, y era el séptimo Patriarca después de Adán. Se ha escrito que «caminó con Dios» y fue arrebatado a los Cielos, donde fue convertido en Arcángel. En las escrituras judías se especula que él sea Shekinah, el ángel que condujo a los hijos de Israel fuera del desierto. También se piensa que fue Metatrón quien detuvo a Abraham, impidiendo que sacrificara a Dios su Hijo Isaac.
FUNCIÓN CELESTIAL: Anotador del Libro de la Vida y escriba de todos nuestros actos.
DONES PARA LA TIERRA: Nos ayuda a encontrar la medida apropiada para todo lo que hacemos; actúa como testigo del bien que hacemos y del amor que damos; nos ayuda a comprender nuestro potencial como seres humanos amorosos y valiosos.
Metatrón también es conocido como el primero y el último de los arcángeles, y recibe diversas denominaciones como Canciller del Cielo, Ángel de la Alianza y Rey de los Ángeles. Su función celestial es la de supervisar la anotación de todos nuestros actos en el Libro de la Vida.
Está encargado de apoyar la vida y los actos humanos como puente entre la Divinidad y la humanidad. Podemos buscar su consejo pidiéndole que nos ayude a encontrar la medida apropiada para cada acción que emprendamos en nuestras vidas. A un cierto nivel esto significa ayudarnos a encontrar el equilibrio entre lo que damos y lo que guardamos para nosotros mismos. Esto nos permite mantener límites bien definidos, y conservar, por tanto, un claro sentido de nosotros mismos, tan necesario si hemos de tener éxito en llevar a cumplimiento nuestro potencial dentro del mundo de la forma.
Metatrón puede ayudarnos a encontrar la medida apropiada en el amor, el trabajo y el recreo, de modo que podamos llevar vidas equilibradas y saludables, ricas en armonía y serenidad. También será un testigo del bien que hagamos, quizá de esos actos de amor o benevolencia no reconocidos por los demás. También puede ayudarnos cuando ponemos esfuerzo y trabajo en hacer algo, sea lo que sea: podría ser cualquier cosa, desde tratar de que una relación funcione, perder peso, o abandonar un hábito adictivo o perjudicial, hasta arrojarnos por completo a una causa o esfuerzo en equipo.
Podemos orar al Arcángel Metatrón para que guíe nuestros esfuerzos y nos ayude a encontrar la medida correcta para nuestro rendimiento y actividades. Podemos pedir a Metatrón en nuestra meditación que nos asista en saber cuándo puede ser ya bastante, o cuándo necesitamos hacer más por nosotros mismos o por los demás.
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Visitar: http://escuelayosoylaluz.blogspot.com/
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