Agartha
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INNÉE, DIOSA DEL AMOR VIVIENTE DE LEMURIA
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Rowina e Igneon
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Rowina: Diosa Inneé, bienvenida. Es justo el momento de que salgas a la luz con tu propia voz y fuerzas ya recuperadas, ocupando el lugar que te corresponde.
Estás custodiada sagradamente en la Cueva Sagrada de la Comunidad del Amor Viviente de Telos. Desde ahí, hacia fuera, sale la Nueva Lemuria.
Bienvenida, habla lo que desees.
Diosa Inneé:
Gracias, Rowina, y gracias también a ti, Adama, por darme el lugar y haber hecho el preámbulo de mi presentación; no me has nombrado directamente, pero me has honrado en el sentir de tus palabras.
Soy Inneé, la Diosa del Amor Viviente de Lemuria. La Diosa del Amor Viviente de la Madre Patria, como ustedes también suelen llamarla a esta tierra, que aunque en su mayor parte yace en el fondo del océano, está cálidamente arropada en los corazones de muchos seres que con su anhelo e intención están trayéndola nuevamente a la superficie. De alguna manera es traerla de nuevo a la superficie de la conciencia de ustedes, la gente de la tercera dimensión.
Muchos de ustedes que caminan por la superficie terrestre, caminaron también por la superficie de este gran continente, honrando al amor de la Madre Divina, que sigo custodiando en cada pulso de la Madre.
Soy quien tiene las memorias completas de la vida humana en la Tierra, la que también lleva en el corazón las heridas de todas las desviaciones de la Conciencia Humana. Desviaciones producidas solamente por haberse salido del corazón, por haberse salido de la esencia que la Madre Divina depositó en cada uno de los hijos de su Creación.
En la Vieja Lemuria yo era venerada, custodiada y amada profundamente por custodiar justamente la esencia que hizo grande a Lemuria. La esencia que hoy está retornando.
Hay un ser prodigioso que simboliza mi presencia y mi existencia, que es el Sagrado Árbol Materno de Lemuria; el árbol púrpura, magnífico, que está echando nuevos brotes, aún en lo profundo del océano donde yace el continente, que con el amor y el anhelo de cada uno de ustedes –hijos de la Madre Única- lo están trayendo nuevamente a la superficie. Están conformando a la Nueva Lemuria.
Lo están haciendo todos. Los hermanos de las Naciones Estelares, los hermanos de la Tierra Interna y ustedes, los hermanos de la Tierra de Superficie, sólo por medio de vivir en vuestro corazón.
La Divina Madre, la Madre Única, que yo represento en esta tierra bendita, en esta tierra maravillosa, es quien con su magnífico anhelo está trayendo a la superficie nuevamente la Cultura del Amor, la Cultura de la Diosa, la Cultura de la Mujer Sagrada, la Cultura de la Energía Femenina, que guía porque siente en lo profundo el sentir de la Madre. Guía el derrotero, el camino de todos sus hijos, que aunado con la energía masculina –que le da movimiento y acción- conforman una danza magnífica de sentir y hacer. Está trayendo nuevamente a la Nueva Lemuria, a la Cultura de la Divina Madre, a la Voz del Amor a la conciencia de la Tierra.
Bienvenidos sean cada una y cada uno de ustedes que pulsa el pulso de su corazón, que anhela encontrarse prontamente en ese reino magnífico de la Nueva Lemuria. Reino que cada uno de ustedes está ayudando a construir, a sostener, a embeber en el más exquisito amor que nadie ha vivenciado hasta ahora.
Queridos míos, he vuelto nuevamente de la inconsciencia a la conciencia, del olvido donde me pusieron, a la existencia en vosotros. Ya pulso en el corazón de cada uno. Soy vuestra guía, y gustosa estoy esperando que se rindan ante el amor que yo represento, para que los pueda guiar por este sendero magnífico de retorno a la Madre Única.
Miércoles 27 de Enero de 2010 14:36.
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