66. De Regreso al Jardín - Arcángel Ariel

De Regreso al Jardín

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Arcángel Ariel

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Durante algunas semanas, el Guardián estuvo recorriendo el Planeta, acompañando al Arcángel Miguel a realizar la primera limpieza de este año. Toda la Fuerza del Cambio estuvo participando en este hecho que beneficia a las miles de millones de almas que vivimos en este Planeta. Algunos Ángeles de otros rayos, Hermanos Mayores, Maestros Ascendidos, Elementales y Devas se integraron también. Finalmente, Miguel, Ariel y los otros Señores del Cambio retornaron al Centro de Guardia etérico ubicado sobre el Atlántico. El 16 de Agosto fuimos avisados de su regreso.

Esta vez el Guardián venía triunfante, y muy diferente a la forma a la que habíamos estado acostumbrados a recibirlo. A su lado, un manso león se dejaba acariciar por él. A continuación, dejó su mensaje:

Yo Soy el Cambio. Hemos regresado de nuestra primera misión de Purificación Planetaria de este año. En nombre de toda la Fuerza del Cambio, te saludo, al igual que agradezco tu paciencia. Nos encontramos en la necesidad de pedir la colaboración de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, este último recorrido realizado junto con mi Maestro Miguel mereció el esfuerzo de muchos más seres de la luz que en oportunidades anteriores.

Al comienzo nos dedicamos a romper las cadenas que ataban a muchos seres desencarnados, que era nuestro objetivo inicial. No existió un ser que no se beneficiara de este trabajo. Sin embargo, notamos que estas cadenas no provenían de ellos, sino del plano más denso, el Terrenal.

Bien, aunque el trabajo inicial ya estaba realizado, surgió la necesidad de acercarnos a planos menos sutiles para poder evitar que esto volviera a suceder. Y para que fuera posible el éxito, fue necesaria la participación de los Devas, Elementales y Maestros Ascendidos, los más cercanos a ustedes, hermanos de la Tierra.

Mientras nos acercábamos, tuvimos la tarea de limpiar los planos inferiores contra todos los miedos que ustedes poseen, las expectativas de lo que no ha ocurrido. Es un tiempo de angustia en muchas de sus naciones, están viviendo el presente aceleradamente, en busca de un futuro incierto (ya hemos tenido una enseñanza sobre el paso del tiempo, ¿no?). Pero lo que nos costó determinar, debido a la gran diversidad de emociones y pensamientos que existe entre ustedes, fue el desencadenante de esa angustia. Antes de dejar que los Maestros Ascendidos actuaran, tuvimos que recorrer el Planeta, en cada corazón, en cada pensamiento (afortunadamente somos muchos, suficientes para abarcar tal tarea). Y encontramos que gran cantidad de personas sienten RENCOR en su corazón, de manera muy proporcionada como para afectar los planos más sutiles.

Fue entonces cuando los Maestros Ascendidos y Hermanos Mayores participaron en la limpieza enviando al Planeta una combinación de Rayos de Amor y de Perdón. Fuego, rosa y violeta entrelazados para que uniformemente cubrieran la necesidad que existe en sus corazones. Con esto sacamos del aura de la Tierra gran cantidad de sombras que fueron limpiadas con la ayuda de los Elementales. En aquellas zonas donde se requería una mayor fuerza para limpiar esas energías, tuvimos que solicitar el apoyo de los Devas.

Finalmente, la Fuerza del Cambio selló el trabajo enviando sobre la Tierra la Llama Plateada de la Gracia. Con esto, ya entendimos todos que el trabajo estaba terminado por ahora, y que cada quien podía volver tranquilamente a su morada espiritual. Nosotros volvimos al Éter Absoluto, donde está nuestro Centro de Guardia, a vigilar la Tierra con el mismo amor con el que lo hemos hecho hasta ahora.

El rencor es una sensación de menosprecio y de odio hacia el que nos ha hecho algo malo. Eso según los criterios individuales. Pero, sea o no sea cierto que nos han dañado, es necesario que el rencor sea erradicado de nuestra vida. Es natural de humanos llevar tal sentimiento, es parte de su ser, es parte de ese "pecado original" cometido por sus antepasados. Pero la verdadera prueba de amor, de pertenencia a Dios, está en poder superar ese llamado pecado original rellenando nuestro vacío con AMOR y PERDÓN. No dejes de hacer el bien, hermano, no dejes de amar y perdonar a quien te odie o te dañe. No necesariamente te pedimos que lo ames, pero sí perdónalo y vive feliz, rompe por ti mismo una de las cadenas que te atan a la voluntad del espíritu maligno. No dejes que la oscuridad dañe tu Proyecto de Ascensión y por consiguiente el cumplimiento de tu Verdadero Destino.

Es necesario que entiendas esto para que con tus acciones puedas participar en futuras purificaciones planetarias. Con tu mismo pensamiento o decreto, a través de la meditación u oración, podrás realizar tu propio trabajo. Llámanos en nombre del Todopoderoso y acudiremos a asistirte como Guerreros de la Luz que somos.

Yo Soy el Guardián de la Semilla del Mundo. Los amo a todos.

ARCÁNGEL ARIEL

Mensaje recibido el día 17 de Agosto de 2007 a las 12:30 p.m.