lunes, 29 de agosto de 2011

122. EL SECRETO DE LOS ANDES

 


DE LOS ANDES

Por George Hunt Williamson (Brother Philip)

de PortalPlanetSedna Website


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Google: escuela yo soy la luz… artículo 122… complementar con los artículos 64 y 90].


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El continente americano encierra en las inexploradas regiones de su parte sur, misterios que aún no han sido develados, pero que con el  correr del tiempo –como sucede actualmente con la civilización Incaica- se irán clarificando y alcanzarán sin duda una dimensión de singular importancia en el campo de la tradición esotérica.

Esta obra, cuyo contenido originará sin duda la más viva controversia, significa un interesante aporte al esclarecimiento de este apasionante aspecto del ocultismo.

Su contenido gira alrededor de la antiquísima Hermandad de los Siete Rayos, de origen Lemuriano, y de cómo se han mantenido hasta nuestros días sus enseñanzas y tradiciones a través del Monasterio del mismo nombre, ubicado en alturas ignotas de la Cordillera de los Andes en el lado norte peruano del lago Titicaca.

Esta Escuela de Misterios preserva el conocimiento secreto acumulado a través de los siglos, el cual será develado a los hijos de la Tierra cuando éstos hayan alcanzado el desarrollo espiritual necesario

INDICE
·         PARTE I -      EL ORIGEN DE LA HERMANDAD DE LOS SIETE RAYOS
·         PARTE II -     EL DISCO SOLAR DE ORO DE MU
·         PARTE III -    LA RAZA DE LOS MAYORES
·        PARTE IV -   EL FOCO DE ILUMINACIÓN DEL NUEVO MUNDO
·         PARTE V -    LA ANTIGUA ORDEN DE AMATISTA
·        PARTE VI -   LA ABADÍA: PRINCIPAL RETIRO EXTERIOR DEL SEÑOR MURU
·         PARTE VII -  LA ORDEN DE LA MANO ROJA
·         PARTE VIII - LOS MUNDOS PERDIDOS Y LA LLEGADA DE LOS MAESTROS DEL ESPACIO
·         PARTE IX -   EL TRASUNTO DE LA JERARQUÍA


PARTE I

EL ORIGEN DE LA HERMANDAD DE LOS SIETE RAYOS

Lemuria es el nombre de la última parte del gran continente de Mu que existía en el Pacífico. La verdadera destrucción de Mu y su subsiguiente hundimiento en el mar empezaron 30.000 años antes de Cristo. Esta acción prosiguió durante muchos miles de años hasta que la última parte del antiguo Mu, a la que se conoce con el nombre de Lemuria, también quedó sumergida en una serie de nuevos desastres que tuvieron fin entre 10.000 y 12.000 A.C. Esto sucedió justo antes de la destrucción de Poseidonis, el último resto del continente atlántico, Atlantis. El Señor Aramu-Muru (el Dios Merú) fue uno de los grandes sabios lemurianos y el Guardián de los Rollos durante los últimos días de la condenada Mu.

Los Maestros de Lemuria sabían muy bien que la catástrofe final provocaría gigantescas mareas y enormes olas que sumergirían la última parte de su tierra en las furiosas aguas y en el olvido. Aquellos que trabajaban en la Senda de la Mano Siniestra proseguían sus diabólicos experimentos y no prestaban atención a “lo que estaba escrito en la pared”, así como hoy, en la Tierra, millones de habitantes siguen “comiendo, bebiendo y divirtiéndose”, aun cuando los fieles del Padre Infinito disciernen claramente los signos de los tiempos.

Los Maestros y los Santos que trabajan en la Senda de la Mano Diestra empezaron a archivar las preciosas crónicas y documentos de las bibliotecas de Lemuria. Cada Maestro fue elegido por el Concilio de la Gran Jerarquía Blanca para que fuera a diferentes secciones del mundo, donde, en seguridad, pudiera establecer una Escuela de la Antigua y Arcana Sabiduría. Se hizo esto para conservar el conocimiento científico y el espiritual del pasado. Al principio, durante muchos miles de años, esas escuelas seguirían siendo un misterio para los habitantes del mundo; sus enseñanzas y las reuniones debían ser secretas. De ahí que aún hoy día son llamadas Escuelas de Misterio o Shan-Gri-Las de la Tierra.

El Señor Muru, como uno de los maestros de Lemuria, fue delegado por la Jerarquía para llevar los rollos sagrados que estaban en su posesión junto con el enorme Disco Solar de Oro a la zona montañosa de un lago recién formado en lo que ahora es la América del Sur. Allí guardaría y mantendría el foco de la Llama Iluminadora. El Disco Solar era guardado en el gran Templo de la Luz Divina en Lemuria y no era un mero objeto ritual y de adoración, ni tampoco sirvió posteriormente a este solo propósito al ser usado por los Sumos Sacerdotes del Sol entre los Incas del Perú. Aramu-Muru partió hacia la nueva tierra en uno de los plateados y ahusados navíos aéreos de aquella época.

Mientras las últimas partes del antiguo continente se despedazaban en el Océano Pacífico, terribles catástrofes tenían lugar en toda la Tierra. La Cadena Andina de montañas surgió en aquella época, y desfiguró la costa oeste de la América del Sur. La antigua ciudad de Tiahuanaco (Bolivia) era en aquel tiempo un importante puerto de mar y una ciudad colonial del Imperio Lemuriano de gran magnificencia e importancia para la Madre Patria. Durante los subsiguientes cataclismos se elevó sobre el nivel del mar y el clima polar de las altas mesetas eternamente barridas por el viento. Antes que esto tuviera lugar, no existía el Lago Titicaca, el cual es ahora el lago navegable más alto del mundo, por encima de los cuatro mil metros.

Así, el Señor  Muru, después de su partida de la sumergida Lemuria, llegó al lago recientemente formado. Aquí, en el lugar conocido ahora  con el nombre de Lago Titicaca, el Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos cobró existencia, organizado y perpetuado por Aramu-Muru. Ese Monasterio, que fue la sede de la Hermandad a lo largo de las edades de la Tierra, estaba situado en un inmenso valle que tuvo su origen en la época del nacimiento de los Andes, y era uno de esos extraños hijos de la Naturaleza a los que su exacta situación y altitud le daban un clima suave, semi-tropical que permitía que las frutas y nueces crecieran hasta alcanzar enorme tamaño. Aquí, en lo más alto de las ruinas que otrora estuvieron al nivel del mar, como la Ciudad de Tiahuanaco, el Señor Muru ordenó que se construyera el Monasterio con gigantescos bloques de piedra cortados por la energía de la fuerza lumínica primaria. Esta construcción ciclópea es igual hoy a lo que fue otrora, y sigue siendo un repositorio de la ciencia, la cultura y el conocimiento arcano de los lemures.

Los otros Maestros de Lemuria, el Continente Perdido, se dirigieron a otras partes del mundo y establecieron también Escuelas de Misterio, para que la humanidad pudiera tener en todo el tiempo que pasase en la Tierra el conocimiento secreto que había sido escondido, no perdido, sino escondido, hasta que los hijos de la Tierra hubieran progresado espiritualmente lo suficiente para estudiar de nuevo y emplear las Verdades Divinas.

La ciencia secreta de Adoma, Atlantis y otras civilizaciones mundiales muy adelantadas se puede encontrar hoy en día en las bibliotecas de dichas escuelas, porque esas civilizaciones enviaron asimismo a hombres sabios para fundar Retiros Interiores y Santuarios a todo lo largo y ancho del mundo. Dichos retiros estaban bajo la guía directa y al cuidado de la Gran Hermandad Blanca, Jerarquía de los mentores espirituales de la Tierra.

El valle del Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos es conocido como  el Valle de la Luna Azul y está situado a buena altura al norte de los Andes, en el costado peruano del Lago Titicaca. El Señor Muru no estableció inmediatamente después de su llegada el Monasterio junto al Lago Titicaca, sino que pasó varios años viajando, estudiando y ayunando en el desierto, donde se reunió con otros hombres que habían escapado de la catástrofe. Lo acompañaba originalmente su aspecto femenino, Arama-Mara (Diosa Meru), cuando partió de Lemuria en la ahusada nave aérea. Esas no eran naves espaciales, sino que eran empleadas por la Madre Patria para el comercio entre las colonias.

La Hermandad de los Siete Rayos existía desde tiempos inmemoriales y había vivido en la Tierra en la misma época que la Raza de los Mayores, hará cosa de mil millones de años. Empero, nunca había tenido antes un monasterio donde los estudiantes de vida, altamente adelantados en la Gran Senda de la Iniciación podían reunirse en armonía espiritual para mezclar el flujo de su corriente vital. Cada estudiante cobraba existencia en uno de los Siete Grandes Rayos de Vida, tal como lo hacemos todos, y esos Rayos debían ser mezclados por cada discípulo que tejía su Rayo, como si fuera un hilo coloreado, en el tapiz que simbolizaba la Vida Espiritual del Monasterio. Por lo tanto, era llamada la Hermandad de los Siete Rayos, y se la conocía asimismo como la Hermandad de la Iluminación.

 

PARTE II


EL DISCO SOLAR DE ORO DE MU


El gigantesco Disco Solar de Oro estaba sujeto por cuerdas del más puro oro en un santuario situado en el Templo más importante de la Luz Divina de la Madre Patria de Mu. Frente  al Disco, sobre un altar, que era un pilar tallado en un bloque de sólida piedra, resplandecía la eterna Luz blanca de la cristalina Llama Maxin, la Divina Luz Ilimitada de la Creación. Alrededor del año 30.000 A. de C. La Luz Maxin se apagó en el Altar a causa de la maldad de algunos sacerdotes-científicos del Gran Mu. El Disco Solar permaneció en su santuario, empero, hasta el momento de la destrucción final y de su hundimiento en el mar en 10-12.000 A.C.

Como hemos dicho anteriormente, ese Disco no era usado meramente como objeto de adoración, ni tampoco como la representación simbólica de nuestro Sol Solar. Era también un instrumento científico, y el secreto de su poder provenía originalmente de las tinieblas del pasado en la época de la Raza de los Mayores. En parte, era un objeto de adoración porque se lo empleaba en los servicios ritualísticos del templo como foco o punto de concentración para aquellos que meditaban. Servía asimismo como representación simbólica del Gran Sol Central, o Sol Cósmico, el que, a su vez, simboliza al Creador. Como instrumento científico se lo usaba conectado con un complejo sistema de espejos de oro puro, reflectores y lentes para producir la curación en los cuerpos de aquellos que estaban dentro del Templo de la Luz. En verdad, esa era la razón por la cual se lo llamaba el Templo de la Luz Divina. Además de todas esas funciones, el Disco Solar era un punto focal para la concentración de calidad dimensional. Cuando el disco era golpeado por un sacerdote científico, que entendía su manera de operar, establecía ciertas condiciones vibratorias que podían producir intensos terremotos y, si proseguían por mucho tiempo, provocar una modificación en la rotación de la Tierra misma. Cuando se lo hacía armonizar con el peculiar modelo de frecuencia de una persona podía transportar a dicha persona a cualquier lugar donde quisiera ir con sólo crear la imagen mental del viaje. Era, por consiguiente, un objeto de transportación.

El Disco Solar de Oro de Mu no estaba hecho de oro ordinario, sino de oro que había sufrido una transmutación, y tan insólito en sus cualidades que era un metal translúcido similar, evidentemente, al metal de los ovnis a cuyo través es casi posible mirar.

El Señor Muru trajo ese Disco consigo cuando viajó al Lago Titicaca, y se lo colocó en el templo subterráneo en el Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos. Aquí lo emplearon cotidianamente no sólo dos discípulos de vida, sino también los Maestros y los Santos de las Escuelas de Misterios de todo el mundo para ser teletransportados a la ida y a la vuelta y así asistir al Concilio o participar en alguna Ceremonia de Transmisión.

Cuando los Incas arribaron al Perú, y en verdad llegaron, porque no eran indios quichuas nativos, sino que provenían de una tierra situada al otro lado del Pacífico, establecieron una sociedad altamente espiritualizada encima de las ruinas de la gran cultura que había pertenecido al Imperio Colonial de Lemuria. Los Sumos Sacerdotes del Sol de Tawantinsuyo –nombre del Imperio Inca- construyeron su Coricancha o Templo del Sol exactamente encima de la antigua estructura que se remontaba a una época muy remota. En los antiguos archivos de su país natal situado al otro lado del Pacífico se habían enterado de la existencia del Disco Solar de Oro de Mu y sabían que lo habían sacado del continente condenado y llevado a una nueva tierra donde el Señor Muru había fundado un Retiro Interior o Santuario.

Una vez que estuvieron en el Perú, los Sumos Sacerdotes incas buscaron empeñosamente y durante mucho tiempo el Disco pero nunca fueron capaces de localizarlo. Empero, cuando llegaron al lugar en la Senda Espiritual donde podían usar el Disco en beneficio de todo su pueblo –los nativos, las tribus indígenas, que habían sido amalgamadas en un imperio- como se acostumbraba en Mu, les fue ofrecido entonces para su uso diario en su Templo del Sol en Cuzco.

En aquella época el Emperador Inca era un Místico Divino o Santo, y realizó un peregrinaje al Monasterio del Lago Titicaca, y allí Aramu-Muru, como Jefe Espiritual o Abate de la Hermandad entregó el Disco al Emperador. Se impartieron órdenes para que varios Hermanos del Lago lo acompañaran en su viaje a la capital del imperio, Cuzco. Allí el Disco fue colocado en un santuario que habían preparado, y se lo mantenía sujeto con cuerdas de oro tal como se hacía en la antigua Lemuria. Aún hoy, los orificios por los cuales pasaban las cuerdas pueden verse en el Convento de Santo Domingo de Cuzco que fue erigido sobre el Templo del Sol pre-inca e inca.

Los incas llamaban a su Templo del Sol Coricancha, que significa Lugar de Oro o Jardín de Oro. Esto se debía a las magníficas figuras de tamaño natural de hombres, animales, plantas y flores hechas de oro que estaban en un verdadero Jardín de Oro adyacente al Templo del Sol. Pero los científicos-sacerdotes llamaban al Templo Amarucancha. En algunas de las piedras de Santo Domingo aún se ven serpientes talladas (amarus) y debido a esta razón, dicen, algunos llamaban a ese Templo Amarucancha o Lugar de las Serpientes. Sin embargo, esta no es la verdadera razón. Aramu es una forma de Amaru, que es uno de los nombres del Señor Maru. En los Andes hay grandes serpientes que todavía se llaman amarus. El nombre del Señor Maru tiene que ver con la serpiente porque su título es similar al de otro maestro mundial, Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada del Imperio Azteca en México. Por lo tanto, el Templo del Sol en Cuzco recibió su nombre de Amaru-Muru, jefe del Monasterio del Lago Titicaca, porque fue él quien les permitió por último tener el Disco de Oro en su Templo del Sol. Dentro del Templo mayor había templos menores o santuarios consagrados a la Luna, los Doce Planetas (Estrellas), y a los Siete Rayos.

La Hermandad de los Siete Rayos llegó a ser la fuerza rectora en la vida espiritual de los incas, y así aprendieron el uso del Disco en los antiguos códices dejados por los sabios pre-incas que eran colonos lémures. El Disco permaneció en el Coricancha en Cuzco hasta que los sacerdotes supieron que Don Francisco Pizarro había desembarcado en el Perú. Sabiendo muy bien lo que iba a ocurrir, sacaron tristemente el Disco de su santuario en el Cuzco y lo devolvieron a su lugar en el templo subterráneo del Monasterio. Los conquistadores españoles nunca lo descubrieron.

En 21 de enero de 1956, el Bienamado Arcángel Miguel del Sol pronunció una conferencia en Su Retiro de Banff, en las montañas Rocosas del Canadá. Lo que sigue a continuación es un extracto de dicha conferencia:

“Muchos de los Templos usados en Atlantis y Lemuria han sido levantados en los reinos etéricos. Algún día, cuando el hombre esté pronto para recibirlos descenderán suavemente. Una o más de las preciosas piedras empleadas en la construcción de esos Templos se depositaron en las manos de un Sumo Sacerdote o del Jefe de una Orden Espiritual con la cual se ponen en conexión con la Jerarquía Celestial. Hay varias docenas de piedras de Mi Templo en posesión de individuos que están hoy día en varios puntos de la superficie de la Tierra…”

El Disco Solar de Oro de Mu es una de las preciosas piedras a que se refiere el Señor Miguel. Y fue puesto en las manos del Jefe de la Hermandad de los Siete Rayos, Aramu-Muru. El Disco permanecerá en el Lago Titicaca hasta el día en que el hombre esté espiritualmente pronto para recibirlo y emplearlo nuevamente. En ese día, el Disco de Oro será sacado de su cámara subterránea y se lo colocará en lo alto del Monasterio de la Hermandad. Los peregrinos de la Nueva Aurora lo verán desde muchos kilómetros de distancia reflejando los gloriosos rayos del Sol. Provendrá del Disco un innegable sonido de la más pura armonía que llevará a los muchos seguidores de la luz en el hollado sendero hasta la antigua puerta de la Hermandad de los Siete Rayos, y entrarán en el Valle de la Luna Azul para reunirse en la confraternidad del Padre.



PARTE III

LA RAZA DE LOS MAYORES

Si queremos entender verdaderamente el significado que se oculta tras la Hermandad de los Siete Rayos y el Disco Solar de Oro de Mu es preciso retroceder en el tiempo de la Tierra unos mil millones de años.

Después de haberse enfriado el planeta Tierra y estar pronto para recibir habitantes, llegó del espacio una raza que no era humana, aunque era de la raza del verdadero hombre original. Era la raza llamada Ciclópea, y ésta es conocida con el secreto y arcano conocimiento como la Raza “L” o, simplemente, los “Eles”. Antes de venir al planeta Tierra atravesaron el espacio siguiendo todos los grandes ciclos del Tiempo; eran Titanes que viajaban por el camino de las estrellas (y lo siguen haciendo en otra dimensión de Tiempo y Espacio) y que siempre buscaban las mejores pasturas del espacio para su ganado. Fueron la primera vida sobre la Tierra y son los Inmortales de nuestras leyendas, la Raza de Dios o la Raza de los Mayores que precedió al Hombre.

Algunos de los Eles eran verdaderos Cíclopes debido a tener un solo ojo central en medio de la frente. Otros tenían dos ojos como los seres humanos, y hasta había otros que habían desarrollado el tercer ojo psíquico. Tenían unos cuatro metros de estatura y eran hombre y mujer, pero no de la manera como consideramos hoy la diferenciación sexual. Antes de llegar a la Tierra habían colonizado gran parte de lo que hoy es conocido como Galaxia de la Vía Láctea, miles de soles y mundos cayeron bajo su influencia. Por lo general precedían a otras formas de vida en un mundo, luego que éste era habitable. Una vez que se establecían en un nuevo planeta intentaban dejar tras sí lo que sólo podemos llamar grandes bibliotecas en su hondo imperio subterráneo de enormes ciudades. En estas bibliotecas pequeños archivos de cristal contienen la historia del Universo, y están encerrados en un campo magnético que, a veces, se encuentra en afinidad con alguna persona “sensitiva” que vive hoy en la Tierra. Los Eles no eran exactamente seres tridimensionales como somos hoy día, si bien eran definitivamente seres físicos en un mundo físico. Habían intentado, a lo largo de incontables edades, lograr, como raza, una condición atemporal, llegar a un lugar donde pudieran no sólo crear por el mero pensamiento, sino escapar de las cadenas de la existencia física para romper las ataduras que los mantenían sujetos a los planetas y sistemas físicos. Buscaban el gran secreto que haría de ellos Inmortales, lo que les permitiría andar por el Tiempo y las Estrellas sin atadura alguna.

El planeta Tierra fue posiblemente el último mundo que colonizaron en la Galaxia Vía Láctea, porque al poco tiempo de su llegada aquí lograron el poder del pensamiento creativo. Conquistaron la materia física y se convirtieron en Dioses. Aniquilaron el Tiempo y el Espacio; ya no tuvieron más necesidad del mundo terrenal o de la gran Galaxia a la cual pertenecían. ¡Eran libres! Habían llegado a ser verdaderos miembros del Universo Pensamiento, el Universo Theta.

En realidad, los Eles no eran conocidos por ese nombre mientras no lograran la condición Theta. Antes que eso ocurriera eran conocidos como la Raza Ciclópea. Era su método de dejar la existencia física y las condiciones que la hacen factible lo que les dio el nombre de Eles. Mediante el uso secreto del Grado Noventa de Cambio de Fase abandonaron la Tierra y toda la Galaxia y la dejaron libre para la humanidad.

Un ángulo de noventa grados forma la letra “L”. Por lo tanto, cuando los llamamos Eles nos estamos refiriendo a un símbolo de su raza y no realmente a un nombre. Hoy día muchas palabras derivan del nombre de esta muy antigua raza. Las palabras elevación y eliminar derivan claramente de esta fuente. ¿Acaso los Eles no se elevaron a otra condición dimensional? ¿No eliminaron acaso el Tiempo y el Espacio? Basta mirar en el diccionario para descubrir algunas cosas sorprendentes entre las palabras que empiezan con EL y L. Luego está la magnífica palabra Elohim.

El 24 de abril de 1955, Koot Hoomi Lal Singh (Maestro Kuthumi) informó:

“Sobre el planeta se mantiene la gran Presencia del Bienamado Elohim, Cíclope. Su radiación cubre toda la Tierra.”

El Maestro Kuthumi se refiere obviamente a un miembro de la gran Raza de los Mayores. Aunque, en 1956, la mayoría de los Eles ya no estaban en la Tierra, seguían actuando como Mentores, y por lo general eran Maestros de los Instructores y Santos de la Tierra. Decimos que la mayoría de los Eles ya no estaban en nuestro planeta, porque algunos no partieron cuando su raza logró la condición Theta y conquistaron M-E-E-T (Materia-Energía-Espacio-Tiempo). Debido a ciertas reacciones kármicas, unos pocos miembros de la Raza Ciclópea no pasaron el Grado Noventa de Cambio de Fase, y se vieron forzados a permanecer en la Tierra para cumplir su destino, y reunirse eventualmente con su raza en una época posterior. Mientras tanto, actuarían en el papel de Mentores para los seres humanos cuando éstos llegaran a la Tierra.

Aramu-Muru (Dios Merú) era miembro de la Raza Ciclópea. Había mantenido la misma forma física por incontables edades, renovando la energía de su corriente vital mediante la polarización con su aspecto femenino, Arama-Mara. Porque, como ya se lo expuso, esos seres no se reproducen como lo hacen los humanos.

El Señor Muru dice que cuando estaba en Lemuria era un joven estudiante u hombre. No obstante, hay que atribuir distintos significados a estas palabras. Tal vez quiera decir “joven” en cosas universales, y el significado que atribuye a “hombre” es el de pertenecer a la raza del original y verdadero hombre. Muchos de los sabios de Lemuria, y anteriormente en la misma Mu, eran cíclopes. (No los llamamos Eles porque no habían logrado aún el Universo Theta). Todos los cíclopes abandonaron Lemuria y se dirigieron a otras partes del mundo; por lo tanto, muchos de los Jefes Espirituales de las Escuelas de Misterio (Retiros Interiores) eran cíclopes que se reunirían en algún momento con la Raza de los Mayores y llegarían a ser verdaderos Eles.

La Hermandad de los Siete Rayos se había iniciado originariamente con los cíclopes puesto que fueron los primeros que manifestaron los Siete Rayos de Vida sobre el planeta Tierra. Esos seres proyectaban una radiación de energía especial que permitía el establecimiento de los Siete Rayos de Vida en nuestro planeta, y si hubiese faltado, nunca habría existido la Hermandad de los Siete Rayos. Asimismo, los cíclopes pasaron a la Séptima Condición y entraron en Theta, el Octavo, o Universo de Pensamiento.

El Disco Solar de Oro de Mu no fue hecho por los Cíclopes, aunque el principio de su modo de operar y el secreto de su poder se hallaron en las bibliotecas abandonadas de las ciudades subterráneas ciclópeas. Aquellos que son bastantes sensitivos como para sintonizar dicho conocimiento de las edades posteriores a lo humano, descubrieron aquellas Verdades y posibilitaron la construcción del Disco de Oro. Así, el Disco entró en la vida de la Madre Patria de Mu.

Es preciso saber que el hombre en la Tierra nunca llegará a ser un L, pero podrá lograr una condición atemporal como éste, porque el plan presente de la Jerarquía es: la producción de una síntesis subjetiva en la humanidad y la interacción telepática que llegará eventualmente a aniquilar el tiempo.

Aunque el hombre no llegará a ser un L, debido simplemente a que no pertenece a la Raza Ciclópea (ahora la Raza Ele), logrará conquistar el M-E-E-T, y reinará como verdadero Dios, el Hijo del Creador.



PARTE IV

EL FOCO DE ILUMINACIÓN DEL NUEVO MUNDO



En julio de 1957 el Bienamado Maestro El Morya dijo:

Aquellos peregrinos que buscan ser guiados y la iluminación espiritual, de hoy en adelante serán atraídos por la América del Sur tal como lo habían sido anteriormente por el Oriente. Para este fin, los Rectores de las Fuerzas de la Naturaleza y del Reino Elemental realizan los preparativos para proporcionar medios naturales de acceso al hasta ahora no tocado Foco Espiritual de Iluminación en las Montañas de los Andes. Las informaciones sobre el Retiro de Aramu-Muru en el Lago Titicaca, Perú, fueron dadas hace mucho tiempo a aquellos que estaban prontos para dicho conocimiento.

El Rayo Permanente entra en el planeta Tierra por dos lugares:

El Aspecto Masculino entra por el Himalaya en el Oriente, el Aspecto Femenino, por el Lago Titicaca.

 El Aspecto Masculino fue prominente a todo lo largo de las edades de la historia de la Tierra, pero ahora el Aspecto Femenino se está destacando a medida que la Tierra penetra más profundamente en las vibraciones del Séptimo Rayo. El Aspecto Femenino, por su entrada en la zona del Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos, llegará a ser evidente en el futuro. Interesa subrayar que tanto por la cultura como por otros aspectos, el Tíbet y el Perú se parecen a tal punto que una fotografía de uno cualquiera de estos países puede muy bien tomarse por la del otro. Pero si comprendemos que en la superficie de la Tierra hay dos zonas por las cuales penetra el Rayo Permanente, la explicación es sencilla.

Para mayor confirmación del Foco de Iluminación del Nuevo Mundo, Phra Sumangalo, monje del Monasterio del Ángel de la Guarda (Wat Doi Suthep Xieng Mai, Tailandia), escribió recientemente a la Abadía, diciendo:

“Asia está espiritualmente en bancarrota. Pero vos estáis en una región que tiene su pralaya –período de descanso o de sueño- y ahora vuelve a despertar a las cosas del Espíritu. América del Sur es, más que cualquier otra tierra, el país del futuro en todos los aspectos, una tierra de promesa espiritual”.

En marzo de 1957 la Hermandad de la Iluminación Dorada de los Ángeles, California, dijo:

“Los llamados son continuos en la Senda de la Luz para que todos escapen de ellas… de las fuerzas oscuras…y se unan para establecer el Reino del Amor y la Paz”.

En junio de 1952 el Puente a la actividad en pro de la libertad, dijo:

“!Signos de una Nueva Aurora! Se abren nuevos canales, no para sustituir a los antiguos, sino para ayudarlos; los trabajadores vienen al frente de todas partes, los Amigos de la Gran Hermandad Blanca se levantan en todos los rumbos. Y ningún hombre puede detener la arremetida del Poder Cósmico de Cristo que deja en libertad a las Corrientes Espirituales de la Hora. No tendrán éxito si por desdicha tratan de enfrentar las corrientes de la Nueva Aurora. Además, tales individuos han de perecer bajo la Ley misma que provoca el retorno del Amor generado que ellos otorgan, o la oposición al progreso que ellos nutren. Nunca como hoy cabe decir en verdad de los Jefes Espirituales del Mundo, y de todos los nuevos canales, “por su fruto, los conoceréis”. ”

Ahora por doquier, aún más que en 1952, los canales del Infinito Padre del Amor y la Sabiduría Divinos se abren y traen a su pueblo palabras de consolación e instrucciones para los días de la catástrofe venidera. Pero la Jerarquía y los visitantes del espacio nos han asegurado que el mundo no va a terminar. ¡Muy al contrario! Se producirán muchos cambios geológicos sobre la Tierra, sí, pero es preciso reconocer en esos grandes eventos la profetizada “salvación que se acerca”.

Durante muchos años los Maestros de otros planetas en nuestro Sistema Solar y en otros Sistemas Solares y hasta en otras Galaxias han estado en comunión con los Adeptos Instructores o Maestros que residen en el planeta Tierra. Se resolvió finalmente en 1956 que las Escuelas de Misterio de la Tierra, que operan en un cuerpo espiritual con el nombre de Gran Hermandad Blanca, empezarían inmediatamente a develar algunos de sus antiguos secretos y verdades al mundo exterior. Comentada esta decisión en 1956, Aramu-Muru dijo en el Lago Titicaca:

“…en adelante no guardaremos silencio. Empero no abrimos aún nuestra senda ni nuestra entrada al profano, ni tampoco las perlas de la gran sabiduría serán echadas a los cerdos, porque hay “cerdos” sobre la Tierra y en la Tierra. Pero el planeta no tardará en quedar limpio de ellos. No son merecedores aún de recibir la Divina Sabiduría. Nos ocupamos de los millares de corazones y almas hambrientos, y prestamos oído a su hambre y sabemos dentro de nuestro ser que esa hambre sólo puede ser saciada con el verdadero maná que proviene de nuestro Infinito Padre. No os sorprendáis si podéis oír ahora libremente las palabras de la Gran Hermandad Blanca que es la Jerarquía para todas las Hermandades de la Tierra. ¡Llegó ahora el momento de la acción! Llegó para nosotros el momento de hablar, y hablaremos, porque estamos allanando diligentemente el camino para que Sus pasos sean oídos en todo el mundo. El Reino ya no está cerca, el Reino está aquí, y Él ha de manifestarse pronto a todos los hombres.  Hemos esperado este tiempo con ansiedad a lo largo de los siglos. ¿No es acaso el momento de regocijarse aun cuando sobrevenga una catástrofe en el mundo? Pero mediante esta purificación catastrófica el hombre heredará la divinidad. Buscad en las colinas la salvación que se acerca. No desesperéis por causa de la catástrofe, sino contempladla como un agente de Iluminación y belleza. “Todo será hecho nuevo” como está escrito. ¡Sólo quedará la Verdad!”.

“En adelante todos los Retiros y Santuarios, las Escuelas de Misterio, los Shan-Gri-Las de la Gran Hermandad Blanca, trabajarán en un contacto más estrecho y abrirán sus puertas a aquellos que están prontos para la Senda de la Luz. Sus lugares secretos de escondite serán revelados, pero solamente a los Estudiantes de Vida que permanecen en Su Luz. Los Retiros Interiores han sido, en verdad, un misterio para el mundo exterior; han obrado en secreto para que la humanidad supersticiosa e ignorante no se volviera contra ellos y los destruyera. Han conservado el antiguo y arcano conocimiento para que el Remanente heredase el legado Espiritual en el momento del Nuevo Amanecer. Ya ha sonado la trompeta; oímos a lo lejos los apagados sonidos de la Séptima Trompeta. ¡Las huestes de ángeles han proferido su llamamiento y ahora nos daremos a conocer!”.

Los Maestros y Hermanos del espacio ayudarán al hombre en la Tierra después de la catástrofe, pero no impedirán el desastre. En el período posterior a la catástrofe aterrizarán en gran número, y es su idea ponerse en contacto con los Retiros de la Gran Hermandad Blanca donde el Remanente se ha de reunir. Debido a los cataclismos que tendrán lugar en Oriente, los Estudiantes de Vida son orientados hacia la América del Sur, donde en las montañas de los Andes está situado el Nuevo Foco Mundial de Iluminación. Por lo tanto, prosiguen los llamamientos para “que entre ellos venga Mi pueblo”. Los Retiros Interiores han de hablar ahora a través de sus muchos canales para que las Ovejas del Rebaño puedan oír el Llamamiento.

La Hermandad de los Siete Rayos trabaja al presente en estrecho contacto con la Hermandad del Monte Shasta en California, la Hermandad del Teton Real, en el Oeste de los EE.UU., la Hermandad de la Vestidura de Oro en la India, y muchas otras Hermandades y Órdenes. Claro es que la cooperación es completa con todos los miembros de la Jerarquía de la Gran Hermandad Blanca.

El conocimiento que sólo estaba reservado a los iniciados, es ahora impartido directamente a los individuos que están fuera de los Retiros Interiores, y los hombres, las mujeres y los niños de todas las razas se reunirán en esos Retiros y celebrarán un Gran Congreso Espiritual y Filosófico. La nueva Tierra profetizada saldrá, en verdad, de su pralaya y se unirá con la Jerarquía de la Tierra y las Estrellas y será la guía del Remanente que ha de permanecer en la Tierra en los días venideros.



PARTE V

LA ANTIGUA ORDEN DE AMATISTA

La Tierra está entrando ahora en las vibraciones del Séptimo Gran Rayo. Este es el Rayo Violeta o Amatista (púrpura), de ahí el nombre de Orden de Amatista.

Como nuestro mundo está bañado en la frecuencia violeta, sólo la Verdad podrá existir; toda falsedad desaparecerá espontáneamente. Aquello que había cegado los ojos de los hombres a la realidad se desvanecerá ante el Puro Fuego Violeta, como la bruma se desvanece antes del amanecer.

  La palabra amatista proviene de amethystos, palabra griega que significaba la cura o remedio para la ebriedad, y por cierto, ¿acaso no es verdad? El Rayo Violeta Amatista probará ser en sus aspectos purificadores una cura para la ebriedad de la Tierra, un remedio para sus males. No quiere decir que la Orden de Amatista va a salvar al mundo de sí mismo, sino que la Orden, obrando en la Vibración del Séptimo Rayo, tendrá suma importancia en los días venideros para todos los estudiantes de la Verdad.

En todos los Retiros diseminados por el mundo se encuentran varias Órdenes antiguas. Entre las Órdenes más antiguas en la Tierra están:

La Orden de Melquizedec

La Orden de los Esenios

La Orden de la Cruz de Esmeralda

La Orden de Amatista

La Orden Fraternitas Rosae Crucis o de la Fraternidad de los Rosacruces

La Orden de la Mano Roja



Más recientes son:



La Orden del Monte Carmelo y la Orden del Santo Grial.



Todos los miembros de la Hermandad de los Siete Rayos pertenecen a la Orden de Amatista, que es muy antigua, pero que ha cobrado gran importancia hoy porque su vibración emerge en la escena mundial en la forma del Séptimo Rayo de Vida. El Arcángel Miguel del Sol, el Ser trascendente que es el Arcángel de la Protección, es el Guardián de los miembros de esta Orden, y también de la Hermandad de los Siete Rayos y de todos los Retiros Exteriores y Santuarios.

La individualidad del hombre está bajo la dirección de los grandes Siete Rayos de la Vida, y siempre es guiado por las poderosas fuerzas que obran dentro de esos Rayos. Todos nosotros entramos en la Vida consciente en uno de esos Rayos, y toda nuestra experiencia de Vida sufre la influencia del Rayo por el cual hemos descendido. En las Escrituras Santas, los Siete Rayos son llamados los “Siete Espíritus ante el Trono”.

·                      el Primer Rayo es el camino de la Dirección

·                      el Segundo Rayo es el camino de la Educación

·                      el Tercer Rayo es el camino de la Filosofía

·                      el Cuarto Rayo es el camino de las Artes

·                      el Quinto Rayo es el camino de la Ciencia

·                      el Sexto Rayo es el camino de la Devoción

·                      el Séptimo Rayo es el camino de la Ceremonia



Los Colores Esotéricos de los Rayos son:

1) Rojo

2) Azul Claro

3) Verde

4) Amarillo

5) Índigo

6) Rosa

7) Violeta



Tiene su importancia observar que la Hermandad no es llamada: Hermandad del Séptimo Rayo. Se la designa en plural: Hermandad de los Siete Rayos. Cabe preguntarse: Si la hermandad está trabajando con la Orden de Amatista, que es el Séptimo Rayo, ¿por qué se le dio un nombre que incluye a todos los Rayos de Vida? Esta es una pregunta acertada, pero es preciso recordar que ya hemos dicho que cada Estudiante de Vida en el Monasterio debe tejer un tapiz que simbolice la Vida Espiritual de la Hermandad. Y cada Estudiante debe realizarlo tejiendo su propio Rayo como si fuera un solo hilo en toda la tela del tapiz. Resulta que al terminar el trabajo los Rayos de todos los Estudiantes quedan combinados; el tapiz espiritual de la Hermandad de Vida es suave, armonioso y vibrante, porque cada uno de los Grandes Siete Rayos de Vida halla en él su lugar en correcta correspondencia con cada uno de los otros Rayos.

Este tapiz es más que una expresión o representación simbólica, porque en el curso de las Ceremonias en el Templo de la Iluminación y el Disco Solar de Oro en la Hermandad, hay un tapiz literal colgado en la pared sobre el Altar de la Pura Luz Maxin, la Llama de la Iluminación. Las escenas representadas en ese tapiz cambian según los pensamientos, acciones y hechos de los miembros de la Hermandad. Si en el Monasterio todo no está en armonía física, mental y espiritual, aparece inmediatamente en el tapiz, y la escena retrata simbólicamente dicha condición. Es la Hermandad de los Siete Rayos porque la esencia de todos los Siete se utiliza conjuntamente para lograr la Iluminación de la Humanidad mediante la Llama Iluminadora. Desde luego, todos los otros Retiros Interiores están trabajando también bajo los Siete Rayos, pero en lugar de mezclarlos todos en una sola fuerza, operan más bien bajo un Rayo específico. De este modo, la Hermandad o Foco de Sabiduría del Lago Titicaca es única. Hemos mencionado antes que la Hermandad de los Siete Rayos es también conocida como la Hermandad de la Iluminación. Esto se debe a varias razones, de las cuales la principal es que el Lago Titicaca es el Foco de la Llama de Iluminación. El Señor Muru se refirió a este particular el 20 de Julio de 1957 al decir:

“Por muchas, muchas edades, hemos guardado y sustentado el Foco de la Llama de Iluminación que tanto nosotros como vosotros honramos esta noche. Alienta ver que entre los más adelantados unos pocos de la raza hallaron el camino que los condujo al corazón de las Montañas de los Andes donde mora la Llama. En el futuro, cuando los precursores espirituales hayan allanado las sendas emocionales, mentales y etéricas que llevan hacia el Retiro Místico, más y más miembros de la humanidad llegarán a ser físicamente conscientes de la irradiación espiritual que es mantenida dentro de las Montañas de los Andes, y veréis que todos aquéllos que por muchos años se han aferrado al deseo de entrar en la gran Cordillera de los Himalayas, orientarán su peregrinaje espiritual hacia el Oeste”.



La Orden de Amatista es una Orden Iluminista de los Esenios, en la que todos los miembros siguen la manera de vida de dichos religiosos.

El Poderoso Maestro Saint Germain (Rakoczy), como Chohán del Séptimo Rayo, es el Maestro o Jefe Espiritual de la Orden de Amatista.



PARTE VI

LA ABADÍA: PRINCIPAL RETIRO EXTERIOR DEL SEÑOR MURU

El 13 de noviembre de 1955, Maha Chohan se refirió al Lago Titicaca, como también a Shamballa, Luxor, Darjeeling y las Ciudades de San Juan diciendo que eran los Retiros y Santuarios de la Gran Hermandad Blanca. Claro está, hay muchos más a todo lo largo y ancho del mundo.

El 12 de abril de 1957, Sanat Kumara manifestó que todos los Retiros y Santuarios de la Gran Hermandad Blanca habían sido elevados a una vibración espiritual más alta junto con la Hueste Celestial de la Jerarquía. Esto se refería al Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos en el Lago Titicaca. Después de muchos años de servicio consagrado a la elevación de la humanidad, este Retiro Interior de Aramu-Muru había alcanzado el Día de la Graduación Espiritual. Koot Hoomi Lal Singh (Maestro Kuthumi) fue nombrado con el cargo de portavoz para todos los Retiros. La acción de elevar los Santuarios mediante la autoridad de los Veinticuatro Mayores de nuestro Sistema Solar permite ahora una mayor expansión del trabajo entre la Jerarquía y los Retiros que actúan en el papel de agentes espirituales intermediarios entre el hombre del mundo Exterior y los más altos Mentores. Esta es la etapa final para preparar la llegada de Aquél que ha de venir.

En 1956, durante un Cónclave de la Gran Hermandad Blanca, en cuyo curso se desplegaron los estandartes de todos los Retiros Interiores, se resolvió que esos Retiros establecerían inmediatamente Retiros Exteriores como nueva expresión de su servicio a la humanidad. Los individuos elegidos que viajarían como peregrinos a los Retiros Exteriores no serán los “escogidos de entre ellos” para salvar su forma física. Serán reunidos para una misión divina pero no en un lugar seguro, porque el poder del Espíritu Santo sustentará a Sus sirvientes en tiempo de catástrofe. Anteriormente, los Retiros Exteriores constituían varios grupos en el mundo Exterior que daban a conocer las palabras de los Maestros de las Jerarquía por intermedio de reuniones, conferencias, publicaciones y todo lo demás. Pero ahora se deseaba tener Retiros que no fueran tan secretos como los Retiros Interiores, y sin embargo no tan identificados con el mundo del materialismo como el que existía entonces en los Retiros Exteriores.

Se solucionó este problema con el establecimiento de Retiros Exteriores autorizados por cada Retiro Interior de la Gran Hermandad Blanca, a los que se situaría cerca de sus respectivos cuerpos gobernantes (Retiro). En estos Santuarios Exteriores los Estudiantes de Vida seguirían un  modo de vida monástico similar al de los Retiros Interiores. Se alejarían del mundo para vivir en lugares de paz y soledad, empero su alejamiento no sería completo porque enviarían informes y realizarían viajes periódicos a otras tierras. Estarían más próximos a los Retiros Interiores y a los Mentores de lo que nunca lo estuvieron antes. Era necesario tomar esta decisión para estar preparados para la inminente catástrofe y el eventual aterrizaje de los Maestros del espacio. Muchos años antes, el hombre había puesto el mundo al corriente de la existencia de los Maestros y de las Escuelas de Misterio estableciendo ciertas sociedades metafísicas y grupos. Gradualmente, se hizo necesaria una asociación más estrecha a medida que las Verdades empezaron a penetrar más profundamente en la conciencia nacional de cada país de la Tierra.

Los Estudiantes de la Verdad se aproximaban cada vez más a los diversos Retiros Interiores, con los cuales estaban en relación mediante un Rayo, un Maestro. Ahora que se iban a establecer los Retiros Exteriores muy próximos a los Interiores, tuvo lugar otra etapa en el desarrollo. La próxima será el viaje final que realizarán quienes están calificados en cuestiones del Espíritu para ir desde los Retiros Exteriores al Santuario Interior.

Esto es un indicio de que los sucesos en la Tierra están llegando rápidamente a su culminación. Cuando los hermanos de las tierras del espacio interestelar aterricen, se verán frente al Remanente que ha quedado, y dicho Remanente será reunido en las diversas ubicaciones donde se hallan los Retiros Interiores de la Gran Hermandad Blanca en la superficie del planeta.

1. Los secretos y Verdades de la más  remota antigüedad serán revelados por primera vez al mundo exterior de los profanos.

2. Los Retiros Exteriores ubicados cerca de los Santuarios Interiores recibieron la autorización, y se hizo el llamamiento para que “vinieran de entre ellos”.

3. En 1957 se resolvió que todos los Retiros Interiores serían elevados a una nueva vibración en contacto más estrecho con la Jerarquía.



Aramu-Muru (Dios Meru) anunció en 1956 a aquellos estudiantes del Mundo Exterior que eran miembros de la Hermandad de los Siete Rayos que había autorizado el establecimiento de un Retiro Exterior en un valle oculto del Perú, y que dicho Santuario estaría situado al norte del Monasterio, su cuerpo gobernante, en el Lago Titicaca.

La Hermandad tendría en adelante tres salidas para su servicio:

1. El Monasterio, Lago Titicaca (Retiro Interior)

2. La Abadía, el Valle Oculto, Perú (Primer Retiro Exterior conocido con el nombre de Santuario Intermedio)

3. Prioratos (Varios grupos no “traídos entre ellos” debido a que se los necesitaba en el mundo del materialismo como agentes de distribución para las palabras de la Gran Hermandad Blanca. Servirían  en la calidad de Retiros Exteriores Secundarios).

Como lo hemos mencionado antes, unos pocos miembros de la Raza Ciclópea no abandonaron la Tierra cuando el resto de sus semejantes lograron el Universo Theta, permaneciendo en nuestro planeta debido a ciertas condiciones kármicas que era preciso vencer; actuarían en el papel de Mentores para los humanos que habrían de venir.

El 12 de abril de 1957, día en que Sanat Kumara informó que todos los Retiros Interiores y los Santuarios de la Gran Hermandad Blanca habían sido llevados a un nivel superior de vibración espiritual, los Cíclopes que habían permanecido en la Tierra, estuvieron por fin libres de unirse a su Raza, la Raza de los Mayores o Eles. Por consiguiente Aramu-Muru pudo dejar su posición de Superior Espiritual (Abad) del Monasterio. Seguiría siendo Maestro Instructor de la Hermandad desde una posición más alta. Un tal Hermano Juan (Maestro Juan) fue nombrado para llenar el cargo vacante de Abad del Monasterio. Así, ya no había más Cíclopes en la Tierra en forma física. Todos ellos habían, por último, logrado y aprendido el gran secreto del Grado Noventa de Cambio de Fase y pasaron al Universo de la Atemporalidad.

Después que el Señor Muru hubiese regresado del cónclave de 1956, puso inmediatamente en obra aquellos planes que resultarían en la organización del Principal Retiro Exterior (Intermedio) tan pronto como fuera posible. Los miembros de la Hermandad que estaban en el mundo exterior vendieron sus posesiones materiales, abandonaron sus amigos y lugares de trabajo, y el 2 de diciembre de 1956 se pusieron en viaje para Lima. Desde allí visitaron a la mayoría de las ciudades del Perú y realizaron investigaciones en muchas zonas montañosas poco conocidas con la esperanza de encontrar el valle oculto, la futura sede del Principal Retiro Exterior del Señor Muru. Los Mentores los guiaron bien, pero algunos de los que habían venido se dieron cuenta de su incompatibilidad con el Llamamiento y la Misión y regresaron a los Estados Unidos. Otros descubrieron el valle oculto y dieron comienzo al Trabajo que había sido decretado en 1956 por la Gran Hermandad Blanca.

A los peregrinos les fueron dadas varias señales para que pudieran reconocer su Retiro. En suma, éstas eran las señales:

Una zona de magnífica belleza natural.

Un lugar de paz y tranquilidad donde nunca se había derramado sangre.

Una ubicación con abundante agua, clara, pura.

Una corriente o río cercano.

Un lugar donde las legumbres y los frutos pudieran crecer en un suelo no contaminado con fertilizantes químicos.

Una tierra de gente feliz, contenta, alejada del mundo exterior, y empero en él.

 

En febrero de 1957 dos Hermanos de la Abadía que habían venido de los Estados Unidos, estaban en una ciudad del Altiplano a la que habían sido dirigidos por el Señor Muru. Sus Mentores les dijeron que un hombre iba a ponerse en contacto con ellos para llevarlos al valle oculto. Unos pocos días después, apareció el hombre y viajaron con él muchos kilómetros hacia el este cruzando los grandes pasos de los Andes llenos de nieve, donde aullantes vientos barrían la desierta tierra.

Para ir al valle era preciso seguir estrechas sendas montañosas donde los derrumbes son frecuentes. ¿No se asemeja acaso a la Senda Espiritual individual que es como el filo de una navaja, lleno de azares mientras se viaja a través de la vida?

Para llegar al valle hay un solo camino y éste es un estrecho sendero. Después de largas horas de viaje, los Hermanos llegaron a un pequeño poblado situado en un repecho que dominaba un fantástico precipicio. Por encima de ellos se destacaban en el cielo las majestuosas cumbres cubiertas de nieve de los Andes. En el frío poblado tuvieron que esperar largo rato mientras preparaban las mulas para el descenso al valle oculto que estaba a miles de metros por debajo de la diminuta aldea. Todos estaban cubiertos con gorros y ponchos de lana tejidos por los quichuas, y por último empezaron el descenso bajo una fría y tupida lluvia. El clima y el escenario cambiaron gradualmente. Era como si el invierno se convirtiera en verano. La lluvia cesó… la temperatura era más cálida, pronto se quitaron la ropa de lana y prosiguieron andando en mangas de camisa. La nieve y el hielo que los rodeaban por doquier unos instantes antes habían desaparecido, y los Hermanos sintieron como si vivieran en realidad la historia del Horizonte Perdido.

Era, en verdad, Shan-Gri-La, el valle escondido que estaba más allá de las preocupaciones de este caótico planeta. Empero, era un lugar donde se podía realizar un gran trabajo en una atmósfera pacífica, donde la sangre nunca había sido derramada, y donde los quichuas, los descendientes del gran Imperio Inca del Sol, vivían tranquilamente en su paraíso semi-tropical.

En el valle por doquiera centenares de hermosas cascadas dejaban caer sus aguas por las paredes rocosas y llevaban al valle la clara y pura agua de los grandes glaciares andinos. Y había un ancho río de impetuosa corriente, bello de ver con su serpenteante curso que atravesaba el valle en todo su largo como una brillante hebra de plata.

Los Hermanos no tardaron en enterarse que prácticamente todas las plantas podían crecer en el valle. ¡Un lugar donde los productos de la zona templada crecían al lado de los productos de las zonas tropicales! Maíz, frijoles, zapallos, mandioca, guisantes, remolachas, zanahorias, lechuga, coles, papayas, mangos, chirimoyas –un fruto fabuloso compuesto casi por un cien por ciento de proteínas- papas, paltas, tomates, bananas, limones, naranjas, etc., crecen en abundancia, y éstos son únicamente unos de los pocos frutos y legumbres que se encuentran allí. La siembra se puede hacer todo el año y no se usan ni fertilizantes ni pesticidas químicos; todo crece orgánica y naturalmente.

Los dos Hermanos de la Abadía reconocieron instantáneamente este valle como la futura sede del Principal Retiro Exterior del Señor Muru.

Los Hermanos abandonaron el valle escondido a desgana, porque la atmósfera de paz que se respira en ese lugar es poderosa e inolvidable. Imaginad, si podéis, los estrechos y serpenteantes senderos de mulas que nunca conocieron las brutales ruedas de los modernos vehículos, la tropilla de llamas, siempre pintorescas con los hilos de brillantes colores que son las “marcas del dueño” en las orejas de los animales, los amistosos quichuas que esperan la aparición de sus reencarnados antepasados incas, cuando serán llevados otra vez al nuevo Imperio Inca del Sol en un Amanecer de Oro sobre la Tierra. Esas gentes, aunque aisladas en el valle escondido, saben lo que ocurre hoy en el mundo, y esperan pacientemente el retorno de Viracocha, el Gran Hermano Blanco.

Los Estudiantes de Vida ya han entrado en el valle y hay un hermoso edificio que alberga la Abadía junto con el Scriptorium (Biblioteca) y el Templo de Vida. Todos los Estudiantes siguen un Modo de Vida Monástico tal como la dirige la Gran Hermandad Blanca. La Abadía opera bajo la autoridad y la guía directa del Monasterio. Todos los miembros pertenecen a la Orden de Amatista, una Orden Iluminista de los Esenios. Sirven bajo el Séptimo Rayo o Rayo Violeta (Púrpura). El nombre de los Incas es Intihuasi, la Casa del Sol.

Las así llamadas reglas y reglamentos son seguidos en la Abadía para que todos los Estudiantes de Vida puedan participar en el gran desenvolvimiento y experiencia espirituales. La Hermandad no cree que seguir esta manera de vivir sea necesario para la salvación, ni que tal rutina convenga a toda la gente. La rutina fue desarrollada en la Abadía para otorgar cierta Iluminación Espiritual a los Estudiantes adelantados en la senda de la Comprensión Cósmica. Las siguientes demandas se piden a los Novicios que están a punto de entrar en el Principal Retiro Exterior del Señor Muru, la Abadía de la Hermandad.

El Estudiante de Vida que pide entrar en la Abadía debe, ante todo, buscar y servir la Verdad, y llevar una vida limpia y recta. Ha de tener una comprensión teórica de la Gran Senda. No hay restricción alguna en cuanto a la edad, el sexo, el estado marital, la raza, la afiliación religiosa, ni tampoco la Hermandad se interesa por el pasado de persona alguna., Lo importante es que el Estudiante individual, en el momento de su petición, desee la Verdad sobre cualquier otra cosa. ¡No hay religión más elevada que la Verdad!

El Estudiante debe percibir y aceptar al Cristo Cósmico y creer que dicho Cristo vino en persona como Dios para enseñar en la Tierra y que el mismo Cristo retornará pronto en persona.

“Simplificad simplemente”. La manera de vivir en la abadía está muy bien definida por las famosas palabras de David Thoreau. Esto tiene la mayor importancia en la vida cotidiana.

Mientras que, en realidad, no hay grados que puedan colocar a un Estudiante por encima de otro, en la Abadía hay una clasificación designada para el Trabajo:

·                      Aspirante

·                      Novicio

·                      Fraile

·                      Monje

·                      Prior (Prioresa)

·                      Abad (Abadesa)



El modo de vida esenio es seguido por todos los Estudiantes. Hay períodos regulares de ayuno, de meditación y de contemplación en la Abadía. Los Estudiantes son mendicantes (monjes que han pronunciado votos de pobreza). La Sagrada Comida Comunal o Cena de los Esenios se toma diariamente, y el Novicio recibe un Bautismo de Agua con inmersión completa antes de llegar a ser Fraile, y el Fraile es ungido con Oleos Sagrados antes de llegar a ser Monje de la Orden.

Los Estudiantes se levantan con el alba y regresan a sus cuarteles a la caída del sol después de meditar en el Templo de la Vida.

Ningún narcótico (tabaco, medicinas, etc.), ni estimulantes, como el café, el té o el chocolate son usados en la Abadía. Se toman ciertos tés de hierbas benéficas, empero. Ningún intoxicante, ni en medicina o alimentos o bebidas es empleado. No se comen productos animales. Todos los Estudiantes adhieren a un estricto vegetarianismo y los alimentos se consumen en su mayoría crudos, y se comen en escudillas individuales de madera. Se usa la miel pura. No se comen alimentos procesados, ni alimentos envasados, ni alimentos químicos o blanqueados. Sólo se consumen los alimentos que crecen orgánicamente, los alimentos naturales y éstos están libres de veneno. La mayoría de los Estudiantes prefieren una dieta de frutos naturales y de nueces. Nuestro cuerpo es el Templo de Dios. “No matarás” y “vivir y dejar vivir” son los principios en que se basa la vida en la Abadía.

·                      Los hábitos monásticos, si bien se llevan en la Abadía, no son obligatorios. La ropa blanca o sin teñir es llevada por los Estudiantes. No se permite el uso de ropa fantasiosa. Sin embargo, lo Estudiantes que van en misión pueden llevarla.

·                      No se permiten ni las joyas ni los cosméticos. Esto incluye a los anillos de esponsales y de matrimonio, pero no incluye relojes de pulsera, hebillas, anteojos, etc.

·                      Los Estudiantes de ambos sexos llevan el pelo largo. Los hombres pueden llevar la barba, si lo desean, pero no es obligatorio.

·                      Perros y gatos no se recomiendan.

·                      Los niños, sea cual fuere su edad, son bien recibidos en la Abadía. Tienen un hermoso programa de estudios, de recreo y meditación.

·                      Se espera que todos los Estudiantes sean capaces de sostenerse financieramente. Vivir en el Perú no es dispendioso,  y en el valle escondido lo es aún menos.



No se alienta a que vengan al Monasterio a las personas que padecen graves dolencias físicas y mentales. En el viaje al valle se pasa por lugares muy altos, y en el recorrido hay regiones donde los rigores son tales que a algunos individuos les sería imposible soportarlos. Dichas personas pueden ponerse al servicio de la Luz de Cristo en el lugar en donde están y guiar a las ovejas del Maestro hacia el amanecer de la Nueva Edad.

La unidad familiar es conservada en la Abadía puesto que las familias viven separadas del edificio principal en viviendas privadas. Por lo tanto, la vida familiar es conservada, mientras que, al mismo tiempo, todos los Estudiantes llegan a formar parte de la Comunidad de la Hermandad. Los hombres y las mujeres solteros pueden compartir su cuarto con miembros de su mismo sexo si así lo desean.

La experiencia entera de un Estudiante de Vida en la Abadía, el Principal Retiro Exterior del Señor Muru, radica en la iniciación hacia la iluminación física, mental y espiritual. Dicha iniciación consta de: dedicación, purificación, disciplina, instrucción, servicio. Ninguno será salvado por haberse unido a la Abadía o por seguir la vida monástica de  la Hermandad. Sin embargo, son grandes las recompensas otorgadas al estudiante individual en la forma de lecciones universales.

El Símbolo o Sello del Monasterio es el de la Rosa Encarnada cuyo color representa la Llama de la Iluminación. Las Rosas encarnadas siempre simbolizan a los Mensajeros de Aramu-Muru. Esta hermosa Rosa está super-impuesta en el Disco de Oro, porque el oro representa los otros colores de la Llama de Iluminación y, asimismo, el Disco Solar de Oro de Mu.

El Símbolo o Sello de la Abadía es el Disco Solar de Oro de Mu, con Doce Rayos que se proyectan y que representan los Doce Planetas Interiores y los Doce Planetas Exteriores de nuestro Sistema Solar. Los Rayos simbolizan también a los Doce Señores. Seis de estos Rayos son más cortos que los otros, porque seis es el número representativo del servicio mundial. El antiguo ankh o crux ansata está superimpuesto al Disco Solar. Esta era la Cruz de Vida en el Antiguo Egipto y toma el lugar de la Vida Eterna. Se emplea este símbolo porque el Principal Retiro Exterior se ocupa activamente en demostrar al hombre que en realidad nada muere. Por encima del ankh está el Ojo que Ve todo del Uno Infinito que es la Divina Luz guiadora de todos los Retiros.

El Lábaro o Estandarte de la Abadía contiene un campo de púrpura que representa la Orden de Amatista. Encima está situado el Disco Solar de Oro, del cual se proyectan Siete Rayos que terminan cada uno en una Llama. El Disco, claro está, representa al Disco Solar original de Mu que está ahora en el Templo subterráneo del Retiro Interior, y también porque el nombre quichua de la Abadía es Intihuasi, Casa del Sol. Los Siete Rayos representan la Hermandad de los Siete Rayos y de las Siete Razas Raíces (Siete Subrazas de cada Raza Raíz), pertenecientes a la evolución de la Tierra. Las Llamas representan la Llama de Iluminación en el Templo de la Iluminación. Este Templo, cobija también el Disco Solar de Oro de Mu, y está ubicado en una cámara semejante a un sótano o vestíbulo subterráneo cerca del Monasterio. Cada Jerarquía, cada Ser Ascendido y cada Retiro Interior o Exterior o Santuario posee su propio símbolo o estandarte.

Como lo hemos dicho antes, los Estudiantes individuales de todas las razas y credos van a reunirse juntos en los Retiros Exteriores de la Gran Hermandad Blanca, donde celebrarán un gran Congreso espiritual y filosófico. Las investigaciones que se iniciaron en la Abadía sobre los radiónicos, incluso un nuevo método que da la fecha exacta del pasado y de los objetos del pasado, un verdadero Verificador de Tiempo:

·                      la nutrición y la jardinería orgánica

·                      la metafísica

·                      la lingüística

·                      la antropología y la arqueología

·                      la investigación histórica

·                      la investigación en el dominio de los ovnis y acerca de establecer contacto con los visitantes del espacio que pertenecen a la Confederación que, al presente, está ayudando activamente a la Gran Hermandad Blanca

·                      el Sol y la Energía Lumínica, el trabajo con los hijos de todas las edades

·                      los mejores métodos de Meditación y Contemplación

·                      las investigaciones en botánica para descubrir nuevas plantas y hierbas milagrosas.



Los Jefes y las Organizaciones más Destacadas de la Nueva Edad de todo el mundo fueron invitados a cooperar y compartir el intensivo programa de la Abadía.

Si oís el Llamamiento, si renunciáis a todo y venís al valle escondido, en verdad, un valle encantado por los antiguos moradores de la Tierra con el nombre de Lugar de las Flores donde viven las Pequeñas Gentes de la leyenda, ¡venid, trayendo únicamente vuestra alma!


PARTE VII

LA ORDEN DE LA MANO ROJA

El Scriptorium del Monasterio está bajo la dirección de su Prior, el Hermano Felipe. Esta sala alberga documentos y archivos, códices y pergaminos de las más grandes y más antiguas civilizaciones del mundo: Roma, Grecia, Egipto y Babilonia, Creta y China, Tíbet y Troya, Atlantis, Mu y Admona, y aun antes. De bibliotecas ocultas como ésta provendrán todos los Retiros Interiores de la Gran Hermandad Blanca, la antigua y verdadera historia de nuestro planeta y su gran revelación para el hombre moderno. ¡El hombre se sorprenderá mucho cuando descubra cómo sucedió la historia en realidad! Anteriormente, las fuerzas oscuras habían escrito la historia tal como querían que se la interpretase.

La antigua Orden de la Mano Roja ha trabajado a todo lo largo de la historia de la Tierra para conservar la Sabiduría Secreta, el Conocimiento Arcano. Los miembros de esta Orden son los guardianes del vasto depositario de la Tierra que contiene tesoros más preciosos que el oro o las gemas. Son ellos quienes poseen los secretos que son la herencia del hombre en América del Sur.

El continente no fue meramente una extensa zona colonizada en su costa Oeste por los Lémures, y en la Este por los Atlantes. Si bien es cierto que esas dos grandes civilizaciones de los océanos Atlántico y Pacífico colonizaron parte de la América del Sur, esto sucedió sólo unos pocos miles de años antes de la destrucción final de las madres patrias. ¿Qué existía, pues, en el gran continente sudamericano antes que la influencia cultural de Atlantis y Lemuria dejara sentir su peso?

El 27 de mayo de 1957, un antiguo secreto, sólo conocido otrora por los maestros más elevados, fue revelado al mundo Exterior por intermedio de la Abadía. Era justo que esta información fuera dada desde la América del Sur donde los aconteceres que se relatan tuvieron lugar en el lejano pasado.

La Gran Hermandad Blanca resolvió que había llegado el momento de revelar dichos secretos en conformidad con las tres decisiones de 1956. Este extraordinario secreto era que la América del Sur existía como la tercera gran civilización mundial junto a Atlantis y Mu. No era tan sólo una colonia sino una civilización por derecho propio, un Imperio Amazónico que estaba culturalmente más allá de sus más famosos y conocidos vecinos en los océanos cercanos. Su arquitectura era más magnífica, su ciencia brillaba más que las otras mientras que su pueblo era físicamente el más hermoso de la Tierra. De muchas maneras desempeñaba el papel de Mentor para los reyes, sacerdotes y maestros de los dos mejor conocidos Continentes Perdidos de la Tierra.

Era diferente de ellos hasta en otro aspecto. Mientras que esos dos continentes se hundieron bajo las aguas del océano, éste permaneció siempre por encima de las aguas, cubierto por la densa selva, esperando ser redescubierto en una época en que el hombre ya no padecería más el hambre del oro y no buscaría la riqueza material de ese Imperio sino sus tesoros más nobles, la clave para una vida más larga, el conocimiento que con el tiempo pondría el Universo a los pies del hombre.

Empero, ¿no es acaso un Continente Perdido? No habría diferencia alguna si estuviese bajo el agua, porque escasos hombres han buscado sus verdades, y aquellos que lo hicieron o bien han desaparecido en el Infierno Verde de la selva, o bien en el olvido del Tiempo mismo. Ahora bien, en la plenitud de este tiempo, la Jerarquía ha decretado que los “Lugares Secretos del Altísimo” entregarán su conocimiento al “Remanente” que permanecerá en la Tierra en los días que seguirán inmediatamente a la catástrofe mundial. El Remanente mismo hará uso de la antigua sabiduría en un Nuevo Mundo que será llevado otra vez a la Hermandad Interplanetaria de nuestro Sistema Solar. La humanidad proseguirá, en verdad, su eterna marcha a través del Tiempo y las Estrellas.

Los archivos de la historia de Mu y de su caída, del destino de Atlantis y de los secretos del iluminado Imperio Amazónico conocido en las leyendas con el nombre de Paititi y de los cíclopes que llegaron a la Tierra hace mil millones de años, y de los habitantes del espacio interestelar, existen en cámaras especiales que están ocultas en las grandes Ciudades Perdidas del inexplorado interior de la América del Sur.

Si bien es cierto que nuestros hermanos del espacio nos enseñarán muchas cosas en la Nueva Edad, también nos dicen que es mucho mejor recobrar el así llamado conocimiento perdido de la Edad de Oro o Edad Saturnal de la Tierra en que los hombres hablaban con los dioses y los ángeles. Nos dicen que dicho conocimiento es nuestra verdadera herencia y pertenece a los hombres buscadores de la Verdad de la Tierra. Es un Don Divino del Padre Eterno, y el Hijo está ahora pronto para recibir su herencia. Por lo tanto no es menester confiar únicamente en una gran inteligencia extra-terrestre, porque poseemos nuestro propio conocimiento que nos ha de orientar y llevar al lugar donde estaremos lado a lado con nuestros hermanos y hermanas planetarios. El hombre puede buscar en los cielos de la Tierra una guía en este momento, pero si desea el conocimiento científico debe buscarlo en los lugares secretos, en aquellos lugares donde la Madre Tierra dará a luz un Conocimiento que ha protegido y cuidado dentro de sí durante miles de años, y que no tardará en nacer en el Mundo Exterior de los hombres. En verdad, ya empezaron los dolores del parto.

La Orden de la Mano Roja es tan vieja como el hombre en la superficie de la Tierra. Por doquiera, los arqueólogos encuentran dibujos de una mano pintada de rojo. Es abundante en las paredes de las cavernas en toda Europa, en cuevas que sirvieron de morada en la América del Norte, y se la encuentra en muchas de las paredes de los Templos Mayas en Yucatán, México. La mano misma es un símbolo místico de mucha antigüedad, y los misterios que representa siguen incorporados hoy día a las ceremonias secretas de las logias. Los científicos se han preguntado por qué la Mano Roja está tan en evidencia entre los pueblos del mundo. Y debido a que no conocen ni tienen una mejor explicación, dicen que es sólo la prueba de que los antiguos eran buenos garrapateadores y muy inexpertos.

Mas, para vosotros que sois Estudiantes de Luz, la Mano Roja era y es mucho más que eso. Significa la conservación de todo aquello que era y es bueno y verdadero, mientras que su contrario, la Mano Negra, significa la destrucción del Conocimiento Arcano que se había acumulado durante tantos siglos. Por ejemplo, fue la fuerza de la Mano Negra la que destruyó la Biblioteca de Alejandría, pero fueron los esfuerzos de la Mano Roja los que impidieron una destrucción total y conservaron los documentos más importantes en cámaras ocultas de modo que sólo las copias o los manuscritos carentes de importancia fueron devorados por las llamas que había desencadenado César.

A los miembros de la Orden de la Mano Roja se los encuentra en muchos de los Retiros Interiores y Escuelas de Misterio en toda la Tierra, y fueron nombrados guardianes de los Lugares Secretos del Altísimo. Esta antigua Orden tiene ahora a su cargo la dirección del grupo expedicionario de la Abadía. Muchos proyectos están en marcha, incluso las investigaciones tendientes a redescubrir la Escritura perdida de los pre-incas y del Imperio de Paititi, la completa exploración y el trazado del mapa de la Gran Muralla del Perú que es similar a la Gran Muralla China y era absolutamente desconocida hasta 1931 en que se la descubrió desde el aire. Esta Muralla es mucho más antigua que los incas o los chimús que los precedieron. El porqué de su construcción y la historia que lo respalda son fabulosos. Otro proyecto tiene que ver con el redescubrimiento de la Energía Lumínica Solar usada por los pre-incas y posteriormente por los incas, que los copiaron. Además hay otro proyecto que se ocupa en el redescubrimiento de la Capital Perdida del antiguo Paititi. Ya es mucho lo que se hizo para que esto se realizara. Asimismo hay otros proyectos que se ocupan que tratan del sistema de túneles subterráneos de los antiguos pre-incas. La Abadía recibió la ayuda de varias universidades sudamericanas y museos y de hombres de ciencia que deseaban cooperar. Esto es inestimable cuando se trata del mundo Exterior y así se pueden lograr los mayores beneficios de los descubrimientos realizados.

Esto es, pues, en realidad la búsqueda de la Mano Roja, la búsqueda de la Verdad, sobre el hombre y la razón por la cual el hombre se halla sobre el Rojo Planeta Tierra, lo que debe aprender mientras se encuentre allí, y adónde tiene que ir en la Nueva Edad que ahora despunta. Si bien, al principio, parece extraño, las Ciudades Perdidas de la América del Sur y los ovnis pertenecientes a los visitantes del espacio, están interrelacionados, y los desempeñan un papel vital en esta obra de la antigua Orden de la Mano Roja.



PARTE VIII

LOS MUNDOS PERDIDOS Y LA LLEGADA DE LOS MAESTROS DEL ESPACIO

Hemos hablado ya del legado que espera al hombre y que está escondido en las selvas sudamericanas, y que está más allá de la imaginación más desaforada. En las antiguas cámaras de archivos se encontrará el conocimiento científico que se empleará en la Nueva Edad, los secretos de un pasado muy remoto serán el incentivo que permitirá un magnífico desarrollo en un mundo renovado. Las ciudades del fabuloso Imperio Amazónico, que antecedían otras civilizaciones mundiales, pertenecen a otro Continente Perdido pero, a diferencia de Atlantis y Mu, ese Continente no está sepultado bajo el océano, sino tras kilómetros de Infierno Verde constituido por las selvas de la América del Sur. Esas ciudades nunca estuvieron bajo las aguas; por lo tanto sus archivos están bien conservados en su último lugar de descanso en las vastas bibliotecas de la olvidada Paititi. Incontables tesoros fueron llevados a Paititi por los científicos-sacerdotes cuando supieron que tanto Lemuria como Atlantis estaban condenadas definitivamente al olvido. Esta es la herencia que se encontrará en zonas donde sólo se oye ahora la cháchara de los monos y el llamado de los pájaros –todo el conocimiento de los tres más grandes imperios que ha conocido el mundo.

A principios de junio de 1957, el Grupo Expedicionario de la Abadía, bajo el mando de la Orden de la Mano Roja, se abrió camino a través de difíciles pistas tanto a caballo como a pie hasta la Meseta de Marcahuasi de los Andes, donde encontraron un Bosque Sagrado Perdido o Jardín de los Dioses en lo alto de las montañas peruanas. Este extraño lugar es conocido por los descendientes de los indios Huancas como la residencia de los hechiceros y de los Dioses Gigantes.  

En la parte más alta de la gran altiplanicie había una enorme fortaleza de piedra en un extraordinario estado de conservación. Esta fortaleza fue usada por los soldados incas alrededor de 1350 D.C, época en que conquistaron a los huancas y establecieron la ocupación militar en toda la región. Hay muchas chulpas de piedras, tumbas funerarias en torno de la fortaleza, que fueron todas saqueadas. Después de la muerte del Emperador inca Atahualpa en Cajamarca, Perú, los españoles llegaron a Marcahuasi y destruyeron los antiguos bultos que contenían las momias para satisfacer su codicia del metal amarillo. Hoy, sólo quedan en cada tumba algunos huesos. Una antigua cueva funeraria, a varios miles de metros por encima del valle, probó ser muy importante porque contenía una tumba que no había sido abierta y que, por algún milagro, no había sido aún violada. En su interior había gran número de momias, pero el descubrimiento es insignificante si se lo compara con las fantásticamente antiguas piedras esculpidas de la Meseta de Marcahuasi.

Esa meseta está situada a 4000 metros por encima del nivel del mar, y está cubierta por la bruma gran parte del año, pero entre los meses de mayo y septiembre el sol brilla en todo su esplendor y es un lugar deleitoso, aunque las noches son muy frías. Las numerosas y grandes piedras esculpidas constituyen una importante clave para el descubrimiento de los antiguos misterios del mundo. Aves y mamíferos desde leones y elefantes hasta camellos y pingüinos que nunca existieron en la América del Sur están tallados en tamaño gigantesco. Todas las razas humanas fueron al parecer representadas y muchas grandes cabezas de piedras se asemejan a las que se encontraron en la Isla de Pascua en el Pacífico.

Muchas antiguas religiones fueron simbolizadas por hermosas y finamente esculpidas esfinges, rostros y figuras de olvidados dioses y diosas. Las figuras son inmensas y de acuerdo con los cálculos científicos se cree que fueron talladas por una raza de hombres gigantes de al menos cuatro metros de alto. Aun no se conoce con certeza si pertenecieron a la Raza Ciclópea o no, pero la extraña cualidad dimensional de las tallas es una indicación de que tal vez sea así.

Son muchas las leyendas que existen entre los indígenas que viven actualmente en la América del Sur –Los incas hablaban de gigantes, también- que se refieren a gigantes rubios que otrora habitaron el continente. No son estatuas o figuras gigantescas comunes, porque cuando la luz del sol, o de la luna, cae sobre ellas desde cierto ángulo, se ven cosas que es imposible verlas en otro momento. Los rasgos se modifican al examinarlos en diferentes momentos, bajo diferentes condiciones y desde diferentes ángulos. La mayoría de las figuras tienen tres o cuatro ojos pero no importa desde qué lugar se las observa, siempre parecen tener únicamente dos ojos. Si una persona no se sitúa en un punto de observación fijo, determinado, no se ven las estatuas tal como estaban destinadas a ser vistas. Por lo tanto, tuvimos que colocar las plataformas elevadas cerca de las figuras que aquellos que las habían erigido destinaron a propósitos observacionales.

Las figuras fueron talladas en granito, pero la erosión las ha estropeado mucho. Empero, aún hoy día son magníficas en su ejecución, y quita el aliento contemplarlas y pensar en sus creadores. ¿Quiénes fueron esos gigantes? ¿De dónde venían? ¿A dónde fueron? Hallaremos una respuesta a estos interrogantes gracias a nuestras investigaciones en la Abadía.

Las figuras cubren una superficie de varios kilómetros cuadrados, y los informes que se recibieron de otras partes de la América del Sur indican que se las puede encontrar en muchos otros lugares, si bien no en tal estado de aislamiento ni en tal profusión como en Marcahuasi.

Hay varios altares que fueron obviamente levantados para que los utilizaran criaturas gigantescas, pero es aún más sorprendente el hecho que algo de ese mundo parece cernirse sobre la meseta. Casi siempre se oye un sonido extraño, algo parecido a un zumbido, que parece provenir de las figuras, y ese sonido no se debe a causas naturales. Se siente que tiene  que ver con algo que está más allá de la capacidad de comprensión del hombre actual, una mirada a otra dimensión del Tiempo y el Espacio. Cuando se toma una fotografía de la figura tallada de un anciano y se observa el negativo, ya no parece más un anciano sino un hermoso y vigoroso joven. ¿Quién pudo tallar la piedra de tal modo que viendo una figura desde cierto ángulo las formas se modifican y arrojan sombras en el valle, donde, a medida que la luz cambia, extrañas criaturas se mueven como si estuvieran vivas?

Esa raza de seres gigantes empleaba objetos naturales que al parecer se asemejaban a animales conocidos, y luego, tallándolos, realzaban el medio circundante. Resulta de ello algo que parece haber brotado espontáneamente del suelo. Este era un Bosque Sagrado donde nadie vivía, cuyo uso estaba reservado exclusivamente a propósitos científicos-religiosos. La ciencia y la religión estaban entonces unidas en la Verdad como lo estarán otra vez en la Nueva Edad. Es quizás el último Bosque Sagrado que ha permanecido casi intacto y sin ser perturbado por el hombre moderno. Es muy posible que Marcahuasi haya sido frecuentado por la raza que después se llegó a conocer con el nombre de los Eles. Los indios de la Huanca siguen venerando a Huari que en sus leyendas desempeña el papel de Hércules –un gigante. Al parecer el recuerdo de los gigantes sigue persistiendo en la mitología de los huancas y su Huari debe de haber sido originalmente un gran caudillo de la raza de los gigantes. Los huancas siguen celebrando extraños rituales en zonas escondidas cercanas a la meseta, rituales que ningún hombre blanco pudo ver nunca. Aún hace algunos años, los ritos se celebraban en Marcahuasi mismo.

   El hecho más sorprendente de todos los que fueron descubiertos por las investigaciones de la Abadía es que cuando estudiaron la serie de fotografías aéreas de la  meseta tomadas por el Gobierno Peruano, se vieron figuras definidas, gigantescas, que sólo son visibles desde el aire. ¿Quiere decir que los gigantes disponían de naves aéreas? ¿Eran esas figuras, vistas desde el aire, una especie de señales o símbolos para las naves que llegaban del espacio interestelar o de los planetas cercanos? Marcahuasi llegará a ser una zona importante para las nuevas investigaciones que se relacionan con la Raza Ciclópea y con la llegada de los Maestros del Espacio.

Durante la primera parte de julio de 1957, el Grupo Expedicionario de la Abadía viajó hacia el este en dirección a la legendaria Paititi. Se penetró en la extensa zona desértica al este del Cuzco, la región del Río Alto Madre de Dios. La expedición tuvo que hacer frente a muchas dificultades, pero esta aventura fue coronada por un gran éxito. Los habitantes habituales de la selva se destacaban por su gran número. Vampiros, jaguares, tapires, hormigas gigantes, serpientes ponzoñosas eran bastante molestas, pero no obstaculizaron el progreso de la investigación en el territorio inexplorado que está cerca de las fuentes del Río Sinkibenia. Se practicó la amistad con todas las formas de vida y esto habrá tenido que ver con el hecho que la expedición tuvo escasas dificultades con los animales si se tiene en cuenta los peligros de la zona y el hecho que nadie estaba armado de un fusil.

Centenares de veces la expedición se vio obligada a cruzar los peligrosos rabiones en los ríos de rápida corriente, y con todo, se cubrieron más de 200 kilómetros a través de pantanos y espesos matorrales que formaban un muro casi impenetrable mientras nos abríamos paso con nuestros machetes. Cuando no había huella alguna, teníamos que andar por el lecho de los ríos o por las orillas rocosas en el lugar donde las había. No había posibilidad alguna de cruzar esa tierra desconocida en la estación de las lluvias porque entonces los ríos son muy altos y una persona a pie sólo puede recorrer una corta distancia.

Nuestro lugar de destino era en los primeros días de julio de 1957 un grupo de montañas bajas que son en realidad las últimas estribaciones de los Andes hacia el oeste. A la distancia se asemejaba a un Mundo Perdido, un mundo que debía su fama a la ficción, grandes colinas verdes ocultas por la bruma y la niebla, un mundo que nos impresionaba por su majestad y misterio. Viajar a pie era difícil y lento.

Esta tierra sea tal vez desconocida para el hombre moderno, pero es una tierra que no fue olvidada por su Creador, porque es magníficamente bella. Hemos venido a esta zona a causa de las innúmeras leyendas que corren entre las tribus sudamericanas y que refieren que en algún lugar vecino a esa región hay una Ciudad Perdida de Piedra de los Antiguos. El explorador español, Juan Alvarez Maldonado, estuvo al mando de una expedición que se dirigió a la zona del Alto Madre de Dios, en el siglo XVI, y buscó dicha ciudad. Empero nunca visitó la zona de nuestro destino, porque era aún desconocida.

Hace unos pocos años, un indio piro se encontraba en la misma zona buscando a su mujer de raza machiguenga que se había escapado. En la serranía de montañas bajas que estaban cerca de las fuentes de dos ríos desconocidos dio con un camino pavimentado con piedras. Lo siguió hasta llegar a una gran ciudad de magníficas casas, plazas y templos de piedra. Ningún inca ni español había visitado esas ruinas. ¿Por qué? Porque la Ciudad Perdida es una de las muchas que pertenecieron al antiguo Imperio Amazónico de Paititi. En la vecindad del lugar donde el indio piro hizo su descubrimiento, las leyendas se referían a una extraña Puerta Perdida o Portal a un mundo antediluviano. (No es en realidad un portal, sino la cara de piedra de un enorme acantilado cubierto de escritos de los cuales las tribus decían que para ellos eran desconocidos, aunque habían vivido en la zona centenares y centenares de años.).     

El 10 de julio de 1957 descubrimos el legendario Portal o Roca de los Escritos en un territorio desconocido sobre el Río Sinkibenia. Estábamos en las proximidades de una tribu desconocida y salvaje, que nunca había visto antes a hombres civilizados. No deseaban en modo alguno ponerse en contacto con el mundo exterior del cual había oído relatos de los indios que los habían visitado. La Abadía proseguirá sus investigaciones en esta importante zona y cruzará el poblado de esta tribu con el fin de llegar a la Ciudad Perdida de Piedra. El pueblo de esa ciudad talló las figuras y jeroglíficos sobre la Roca de los Escritos.

Ese año, se hicieron muchos dibujos y se tomaron fotografía de los miles de petroglifos que no son toscas incisiones en la roca hechos por el hombre de piedra, sino genuinos jeroglíficos de una raza altamente adelantada y antigua. Los glifos tienen la forma de los Rollos Escritos de Atlantis y Mu, y son archivos del pueblo que moraba en la Ciudad Perdida de Piedra.

Están escritos en los lenguajes más antiguos del mundo y cubren una superficie, en la cara del acantilado de piedra, de unos treinta metros de longitud y tres metros de altura. Muchos parecen vincularse con los glifos mayas y aztecas, y hasta se trató de tallar un bajorrelieve con algunas de las figuras esculpidas.

La figura de un joven tocado con un gran casco señala hacia el oeste. Creemos que señala la dirección de la Ciudad Perdida, cuyos científicos-sacerdotes registraron importantes sucesos históricos en el gran acantilado de piedra. En los Templos de Egipto se hallan registros similares. Otras tres rocas con escritos fueron ubicadas y éstas serán estudiadas en el futuro en el curso de otras expediciones. El Grupo Expedicionario regresó al Río  Sinkibenia en una balsa que tuvieron que construir ellos mismos, y completaron el resto del viaje en canoas indias y a pie.

El hecho que los jeroglíficos son escritos auténticos es un descubrimiento de la mayor importancia en la América del Sur, porque según lo que se cree los incas y los preincas no conocían forma alguna de escritura. En la Abadía, los estudiantes proseguirán sus investigaciones de los glifos.

Además de este descubrimiento, se reunió buena cantidad de leyendas de la poco conocida tribu de los machiguiengas que vivían en esa zona. Esas leyendas se refieren detalladamente a las catástrofes que tuvieron lugar en el mundo durante la destrucción final de Lemuria y Atlantis. Esto ocurrió, claro está, en la época en que la antigua Tiahuanaco se levantó desde el nivel del mar hasta las desoladas altiplanicies, y los Andes surgieron. Era la época en que Aramu-Muru sobrevolaba las furiosas aguas en su nave aérea en dirección hacia la América del Sur con los archivos y el Disco Solar de Oro de Mu. Grandes temblores se sucedieron a todo lo largo del Continente sudamericano. Las ciudades que estaban en la costa, como Tiahuanaco, fueron las que más sufrieron. Esos centros de población costeros eran ciudades coloniales de Lemuria, mientras que las Ciudades Perdidas de Piedra situadas más al este eran mucho más antiguas, pues pertenecían al Imperio Amazónico, y no tenían nada que ver con los planes de colonización de Lemuria. Estaban situadas en una zona que sufrió menos daños y los edificios no se derrumbaron o lo hicieron sólo parcialmente.

Otras leyendas de la tribu de los Machiguencas se refieren a la época en que sus antepasados estaban en comunicación con las gentes del cielo, y el idioma machiguenga no es una lengua de salvajes, y prueba que esa gente ha degenerado a su estado presente debido a la destrucción del Imperio Amazónico. Sin embargo, si las ciudades no fueron totalmente destruidas durante la catástrofe ¿por qué degeneraron los indígenas? Se cree que los machiguengas y otras tribus no gobernaban las ciudades, y que aquellos que las gobernaban eran hombres blancos barbados. De hecho, corren rumores entre las tribus de la selva que dichos hombres blancos ataviados con largas vestiduras siguen viviendo y prosiguen con sus investigaciones en la capital Paititi que es la Ciudad Perdida de las Treinta Ciudadelas, antigua más allá de toda creencia cuando los primeros incas llegaron al Perú. Los gobernantes del Imperio del Sol de los incas buscaron esa ciudad pero nunca pudieron encontrarla. Los conquistadores españoles posteriores a Pizarro se enfrentaron con la muerte en el desierto para saquear sus inmensos tesoros de oro, plata y piedras preciosas. Fue mantenida oculta a los ojos de los hombres codiciosos de oro, porque poseía un tesoro mucho más valioso que cualquier metal amarillo o gema que adorna el cuello o el brazo de una orgullosa y altiva hija del mundo.

En las torres de las Ciudades Perdidas hay un resplandeciente cristal de blanca luz que brilla eternamente. Este cristal, es indudablemente la Luz Maxin de los antiguos y está relacionada con el mismo poder que es utilizado hoy día por los visitantes del espacio en los ovnis. Los misioneros que viven en el interior de la América del Sur han dicho que ven a menudo naves espaciales, y la Confederación del Espacio tiene una base gigantesca cerca de los restos de las Ciudades Perdidas que existieron en magnificencia en una época en que sus antepasados del espacio aterrizaron y establecieron comunicaciones con los científicos-sacerdotes de las ciudades. Los Maestros del espacio asistieron a los grandes cónclaves junto con los Maestros de la Tierra, pues ¿no eran acaso una época en que los hombres conversaban con los dioses? En nuestra generación los visitantes interplanetarios han vuelto a visitar las ciudades.

Los Maestros Instructores de los Retiros Interiores del Mundo, en cooperación con la Jerarquía de la Gran Hermandad Blanca, están ahora en comunicación con los Maestros que llegan del Espacio del mismo modo que lo estuvieron otrora en la época de gloria de Paititi. Debido a los rumores que corren sobre los maestros blancos que aún hoy aparecen ataviados con largas vestiduras en la selva, es muy probable que las Ciudades Perdidas sirvan de Centros de Sabiduría.

Querido estudiante de Luz ¿no captas la visión que la Jerarquía Celestial desea que conozcamos?  ¿No alcanzas a ver el futuro cuando los Hombres del Espacio y los Maestros de la Tierra para guiar al Remanente que aún vive en este planeta? Como las catástrofes fueron causa de que el Conocimiento Arcano permaneciese escondido, harán ahora que el mismo Conocimiento sea revelado otra vez a los hombres que padecen de hambre espiritual. Pero no temas esos cambios que se producirán en el mundo. Sigue las palabras del Maestro Kirpal Singh Ji Maharaj de Delhi, un santo viviente que aún lleva su vestidura física:

No hay necesidad alguna de preocuparse. Cada uno de los Iniciados debe aprender a elevarse por encima de la conciencia del cuerpo mediante prácticas regulares de meditación. No habrás de hacer nada sino tomar precauciones sensatas (en el caso de que sean  necesarias) y dedicar tiempo a la meditación y dejar todo lo demás al Poder Maestro que está por encima de cada Iniciado y que extiende toda ayuda y protección posibles. Se realizan esfuerzos para impedir la inminente catástrofe en los Círculos Superiores. El Poder Maestro está por encima de los Iniciados y éstos no tienen que tener temor alguno.

Hay ahora Estudiantes de Luz que están trabajando y sirviendo al Centro de Iluminación del Nuevo Mundo por donde el Aspecto Femenino del Rayo Permanente en la Tierra. Siguen las sendas de las montañas y valles, y andan a pie donde no hay sendas, conocen los ríos y los lagos, los ventisqueros y los desiertos, son incansables como los Sirvientes de antaño, empero tienen una misión moderna y es la de enseñar a un Nuevo Mundo. Es preciso que presenten el verdadero mundo antiguo al actual de modo que el mundo futuro que ahora se asoma en el horizonte como un sol de oro pueda heredar el Divino Legado. Estos son, pues, los Hermanos de los Siete Rayos – Los Esenios de los Andes.



PARTE IX

EL TRASUNTO DE LA JERARQUÍA

Todos los mentores que se presentaron aquí han sido, y siguen siendo, encauzados y registrados en el Scriptoriun que tiene su sede en la Abadía, el Principal Retiro Exterior o Santuario de la Hermandad de los Siete Rayos (Iluminación) en los Andes Peruanos.

Algunos de los Mentores que hablan aquí son Santos Maestros Ascendidos, mientras que otros son Instructores que viven aún en forma física en la Tierra y sirven en las Escuelas de Misterio de la Gran Hermandad Blanca. Sus voces son transmitidas por medio de un sistema vocal de naturaleza telepática.

EL BIENAMADO SANAT KUMARA

Bienamados, todo el espacio está vibrante de amor, armonía y paz, tal como fue ordenado por muchos hombres de numerosas esferas. La luz de su amor acrece sin cesar en una gran llama, que ha de consumir toda lujuria, codicia, odio, maldad, y ha de barrer la tierra como una enorme ola.

Hace mucho tiempo, mientras presenciaba la aparición por el Este de una gran Estrella, comprendí que era la señal dada al hombre en la Tierra de que la redención estaba cerca, de que la salvación estaba presente.

A ninguna alma, no importa cuán degradada esté, le será negada la entrada a la gran escuela de la vida. Este es en verdad el tiempo en que el león descansará junto al cordero.

Sobre la Tierra existe gran confusión en la mente del hombre, lo cual provoca torbellinos y hasta pone en ebullición a los mares del odio; pero Él vino para probar que las agitadas aguas pueden ser calmadas y aquietadas, la furia de los vientos nocturnos puede ser acallada levantando la mano, no levantando la mano para matar y maldecir sino levantándola en amante bendición. El Padre colocó la Tierra y todos los cuerpos celestiales en los cielos. Fueron creados en la materia primordial espiralada para el hombre. El hombre estaba destinado a ser el dios de la forma física: el hombre, la expresión más elevada de la Deidad conocida en el Omniverso entero.

¡Oh, hombre! comprende que eres la más alta forma de Deidad en cualquier lugar del Universo. Nada hay que sea superior a ti. Y en esto eres grande; y en esto eres lo más bajo. Eres el más bajo porque conoces y las otras formas de vida no conocen. Por lo tanto, has de ser el sirviente y el hermano de dichas formas.

Hay vida e inteligencia en todas las formas, como lo sabía el hombre antiguo. El hombre no es el único ser pensante. Cada elemento, cada mineral –todas las formas- tienen una inteligencia que les es inherente, y el hombre es su guardián y hermano mayor. Eres el hermano mayor de todas las formas, esas innumerables formas en todo el Omniverso entero. Es tu deber elevarlas en una evolución cada vez más alta, junto con el progreso del hombre hacia los mundos de infinita grandeza, hacia la Luz Infinita.

La belleza de la edad que se acerca ahora, de la edad en que todas las dudas y temores se disiparán como una gran nube. ¡Y ha de oírse un gran tronar! ¡Los cielos se separan! Y entonces el hombre se ve a sí mismo y se mira en el espejo del conocer. Ya no hay más, confusión. El hombre acepta el cetro de su divinidad para que su progreso hacia las estrellas ya no pueda ser más impedido por las tinieblas de la ignorancia y la superstición. Conócelo, y al conocerlo se siente necesariamente tristeza; y empero hay alegría por la belleza que trae.

Pero ahora hablaré un momento sobre lo que nos amenaza y está próximo. Sí, pueden tener lugar detonaciones atómicas y bombardeos de rayos cósmicos, pero éstos son efectos. ¿Cuál es la causa? La causa de la destrucción que ha de sobrevenir en la Tierra deriva del propio pensar del hombre.

Desde la época en que los Hijos de los Dioses conocieron a las hijas de los hombres y el animal-hombre apareció en la Tierra, el hombre ha luchado por salir de la bestialidad y llegar a la angelidad. Pero el pensar equivocado ha de emerger porque los elementos se niegan a seguir siendo contemplados como lo han sido por milenios en la Tierra. ¡Los elementos! ¡Es vida inteligente! Forman parte del Uno Infinito, y debido a que son parte del Uno Infinito ya no responderán más al pensar equivocado del hombre. Y se rebelarán, provocando grandes mareas e intensos vientos. ¡Millones de seres humanos han de perecer! Volverán a nacer en otros mundos apropiados a su nivel de progreso. Y debido al remanente que ha de quedar, la Tierra será purificada y se elevará a nuevas vibraciones.

Muy pronto rugirán los vientos, más pronto de lo que pensamos. Ya están encima de nosotros, porque lo he presenciado en el plano que está situado inmediatamente encima del de la expresión física sobre la Tierra, y esto significa que si desciende un plano más hallará la realidad. Los campos y las grandes ciudades serán lugares desolados sin habitante alguno. ¿Podéis imaginar una gran ciudad como Londres, Nueva York, París, donde millones de hombres y mujeres aman, trabajan, juegan? ¿Podéis imaginar una escena más desolada que una ciudad de millones de habitantes sin que quede alguno? Es lo mismo que si súbitamente el Universo quedase privado de hombres, porque el gozo del Creador radica en su más elevada expresión –el hombre. Sin el hombre Él carece de amor. Aunque el hombre puede llegar a ser su mayor dolor, el hombre puede también levantarlo a su mayor aspiración. Porque sin el hombre hasta el Uno Infinito no puede progresar, pues ¿por qué habríamos de limitarlo? Si el hombre puede progresar ¿no puede acaso progresar Él también? ¿Acaso no puede mediante Su propia creación hallar nuevas emociones en el amor?

¡Oh, hombre de la Tierra! ¡Si supieras el amor que desciende sobre ti desde innumerables esferas, desde mentes invioladas! Si prestaras atención lo entenderías. No puede ser sino belleza. De todas las catástrofes que han de acaecer, tan sólo la visión de una bella “rosa” permanecerá porque el hombre adelanta en la luz purificada de su propia creación.

Las fuerzas del Dragón Negro –que pueden volver sordos los oídos del hombre a la música de las esferas, a las melodías de las huestes angélicas, pero que aún no han hallado el poder para detener los movimientos celestiales, porque, por más fuertes que sean sus ejércitos, la Luna permanecerá todavía para saludar el alba de un nuevo día. Y aún no han aprendido a detener el melodioso canto del arroyo ni en sus conquistas alcanzaron a las alturas que el águila domina al cernirse en los aires, como una gran plegaria que se levanta de la Tierra hacia el Trono Infinito, porque el águila es la dueña de la Tierra por encima de todos ellos.

Recordad que la belleza de la Tierra está en la creación sobre la cual os mantenéis en pie, de la cual deriváis vuestro alimento. Se asemeja al pecho de nuestro Padre sobre el cual descansamos la cabeza para recobrar fuerzas. Es nuestra madre y es al mismo tiempo nuestro padre. La Tierra es un hermoso mundo, mucho más hermoso que algunos de sus vecinos. Siempre he amado la Tierra mucho más que las otras creaciones, porque veo dentro de ella una melodía que aún no ha escapado a los éteres. ¡La veo gritando como alguien sojuzgado! Pero no se verá privada de su canto celestial por mucho más tiempo.

No, digo que el Dragón Negro, con toda su fuerza negativa, no fue capaz de apoderarse de la belleza de la creación. Esta fuerza no fue capaz de negar el arroyuelo o de privar al mundo del canto del crepúsculo. Sí, si pudieran hacerlo nos privarían de la belleza de la noche, del canto del crepúsculo. Digo que llegó el momento en que el polvo levantado por el andar de los dioses ha de convertirse en el polvo que gira en torno de sus feas formas. ¡Moho ocioso, moho ha de ser!

En verdad está registrado en los más grandes archivos de akasha que Dios proveyó al hombre y que éste dividió. Este es el lema de la Tierra. El hombre debe regresar de sus numerosos pecados al Dios Único, pues no es en la complejidad donde hallamos al Padre. En la simplicidad es donde lo hallamos.

Al servir, recordad que cada uno de vuestro prójimo es una deidad. Que cada uno de vosotros piense que el hombre o la mujer o el niño que tiene ante sí no es ese hombre o esa mujer o ese niño sino que es el Padre en esencia. Si en la Tierra se pensara que cada cual es parte del Padre, con el debido respeto al grado, entonces los problemas de la Tierra se resolverían al punto.

Y ahora las hambrientas multitudes de la Tierra claman por un Salvador que pueda darles los pescados y los panes, quien, con una miserable sustancia pueda saciar y satisfacer su hambre. Claman ahora por las aguas de vida, por el maná de la sabiduría. Y digo que está escrito –en un edicto por el Altísimo mismo- que esto se hará, porque así Él lo ha mandado: éstos son mis hijos; han de ser devueltos a mi pecho y han de ser alimentados con mi sustancia.

Nosotros que sostenemos la Tierra en una mano y que nos fue entregada para desarrollarla, para quererla y para que fructifique, vemos ahora que la cosecha será grande y los graneros del Padre estarán llenos para la migración hacia una nueva grandeza de ser.

Os daré un mandamiento divino para el tiempo que nos espera inmediatamente: ¡Alimentad las ovejas del Señor! Dad lo que os es requerido.

No deis las glorias de vuestro pasado sino lo que necesita el alma. ¡Decidles que habrá una catástrofe! Preparadlos para la catástrofe. Pero decidles que de ella surgirá más luz –Decidles, sí, que la catástrofe llega a la Tierra; porque la noche está ya cerca  y el hombre no puede más trabajar, y la noche está ahora aquí- la catástrofe, el desastre, y la desesperación. Y las aguas han derribado las compuertas y los vientos destruirán y arrastrarán todo lo viejo. Es el fruto  de las tinieblas; puede ser soportado por todos los hombres si supieran que más allá del fin está el arco iris, la dorada promesa de la divinidad y la unicidad con nuestro Padre.

Si supierais cuántos innúmeros mundos hay en el espacio –estrellas de gran majestad y belleza que aparecen como resplandecientes gemas en el terciopelo negro del Omniverso- los millones de almas que están clamando, y sus voces resuenan como un repicar de paz hacia la Tierra. Si los hombres tuvieran conciencia de este amor y este afecto y este designio, los problemas de la Tierra no serían problemas en absoluto.

Por consiguiente es nuestro deber darles este mensaje que es un mensaje doble: un aviso para que se preparen para lo que ha de venir en las aguas y los vientos; y en segundo lugar el mensaje de que hay seres que se preocupan, que obran como emisarios del Uno Infinito. Decidles que son amados, que serán guiados tal como piden ser guiados: “Pedid y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá”.

Serán atrapados y llevados donde las águilas se reúnen. No se los hallará en necesidad. Decidles que su Padre los ha oído. Su Padre está siempre lleno de gracia y de amor para con sus hijos.

Soy aquél cuya grandeza es como la más pequeña partícula de arena en la Tierra y es tan bajo como la cima de la más alta montaña. He conocido incontables existencias en este amado planeta. Conocer ahora la dulce esencia de la brisa y los cedros del Líbano, el álamo de América; sentir las gentiles aguas que acarician las innumerables riberas del mundo; conocer la armonía de la bella vida vegetal del planeta es una respuesta para la mente de los hombres.

En la Tierra los grandes reinos que podrían servir al hombre: el mineral, el vegetal, el animal –están en un estado caótico; porque aquél que fue creado para ser su señor no es señor en absoluto. La vida mineral, la vida vegetal, la vida animal hallan que su dios, su señor, es un señor ebrio que vacila de un lado para otro en su locura.

 Por eso ahora se rebelan contra él. Pero en otros mundos le responden y acarician a su señor, y de ello resulta una vibrante esencia dadora de vida cuya descripción está más allá de mi comprensión y poder.

¿Acaso el hombre no ha deseado muchas veces retornar a la seguridad, a la tibieza de su madre? Digo que es igualmente cierto del hombre para con el Padre. El hombre de la Tierra sabe a dónde ha de ir, pero muchas veces no halla el camino. Por lo tanto, la llegada de los tiempos que se aproximan a vosotros señala a todos el camino que conduce a Él; porque este será vuestro lema espiritual.

Os he hablado desde lo más pequeño de la creación en la Tierra y desde lo más extenso: El pequeño y lo grande son uno en Él.

Paz para vosotros de toda la Creación y mi paz para vosotros.

He solicitado hablaros otra vez porque para mí llegó el momento de la gran iniciación y, en un sentido más estrecho, el de vuestra iniciación a otro plano de conciencia.

Hace ya mucho tiempo fui llamado a la Tierra para llevar a cabo cierta misión para los hijos de los hombres. Y ahora ha llegado el momento de retornar a Venus para estar a su lado cuando entre en la gran iniciación [Ver en este Blog: 110 Los Maestros Ascendidos Hablan del Señor Gautama].

Este día en el Mar Santo de Galilea sus ejércitos lucharán de noche. Es el principio del fin y el fin del principio, tal como fue profetizado antaño, porque hoy, la larga lucha que ha tenido lugar en la impía Tierra Santa llegó a su ápice, punto de culminación –los ejércitos de Egipto y Siria y los ejércitos de Israel. Este es un suceso muy significante, como mi bienamado Hermano, el Maestro Kuthumi, les ha dicho muchas veces.

Este es el lugar en el mundo que es preciso vigilar, esta es la chispa, que ha de poner en ignición la llegada de Aquél que esperamos; ¿y acaso no lo servimos con excesiva paciencia y placer en el trato?

Esta es la lección que todos debemos aprender, no una vez sino muchas veces, en mundos de magnífico esplendor así como en mundos que son velados y oscuros en cultura y desarrollo. ¿Cuántas veces hemos aprendido esta lección? Y siempre seguiremos aprendiéndola, pues basta eliminar la curiosidad y eliminar la emoción de vivir y de buscar y el hombre dejaría de existir. Ni siquiera la creación sería posible. Así nunca llegaremos al fin de ese camino.

 Buscaremos siempre. Si no son países o tierras y pueblos, serán mundos o soles, o sistemas, o galaxias, supergalaxias; y más allá de todo esto conoceremos el placer en los reinos mismos de la luz, cada uno de los cuales agregará su propia vibración y su propia luz.

Una de las grandes leyes radica en que para recibir es preciso dar, porque, como la gigantesca represa puede recibir las lluvias del cielo hasta que esté repleta y rebalsa y las aguas se derraman, pero es preciso que se derramen, dando su abundancia al suelo seco y resquebrajado que está debajo. Si no lo hace, entonces estalla y ya no puede contener más agua. Pero si se derrama y otorga su abundancia entonces, cuando vuelvan a caer las grandes lluvias del cielo, volverá a llenarse hasta la repleción y podrá dar otra vez mientras la sedienta tierra bebe cada gota y espera que la gran vasija le dé las aguas de su abundancia.

Hace mucho se había decretado que tendría que venir a la Tierra para ayudar a nuestro Hermano Mayor que gobierna el Sistema, y para ayudar a todos nuestros bienamados hermanos y hermanas en el Planeta Tierra. Pero en un momento dado tendría que retornar otra vez a mi propio Venus, el planeta que me fue entregado en custodia. Por lo tanto, tuve que dar lo que era mío en abundancia a los hijos de mi Tierra.

 Ahora que lo he hecho –y lo digo sin sentimiento alguno de egotismo- y cumplido mi tarea, ahora recibiré las últimas lluvias que han de venir. Sólo las vasijas que han dado recibirán la lluvia. Así es siempre el proceso en nuestro desarrollo a lo largo de muchos milenios. Damos y recibimos; pero cada vez que recibimos, recibimos más. La vasija de agua no es una cosa estacionaria, permanente. Se vuelve cada vez más amplia; tiene cada vez más formas, es cada vez más perfecta a los ojos del Padre. Se transforma de una vasija de tosco barro en una vasija semejante a una gema de cristal finamente tallada. Nuestro Sistema Solar entero entra ahora en la gran iniciación, porque en verdad nos dirigimos directamente hacia el supersol que gobierna nuestra Galaxia, a cuyo alrededor incontables universos islas giran perpetuamente y tienen existencia.

Nuestro Sistema se encamina hacia el centro de esta actividad, y este aumento de la velocidad de vibraciones afectará profundamente todo en nuestro Sistema; ya sea mental, físico o espiritual no podrá escapar al cambio en la nueva vibración de energía que ahora se avecina.

Estamos ahora a la orilla de esta gran iniciación, nos aproximamos más y más a su centro y realización.

Por lo tanto me quedaré con Venus en este momento. Es por eso por lo cual Cristo retornará a la Tierra: porque siempre el gran Maestro de un sistema solar se encarna y presta su ayuda al planeta que está en el punto más bajo de progreso en dicho sistema, y asimismo porque Él es el espíritu de la Tierra, cuya posición logró en su primera encarnación como el Maestro Buda. Buda estaba destinado a la Tierra, pero Cristo al Sistema.

Tomemos como ejemplo a dos hombres. Ambos cometieron el mismo error, semejante en todos sus detalles.

Cada uno ha hecho la misma cosa. ¿Pero podemos condenar a los dos hombres igualmente? No, no podemos condenar a hombre alguno. Pero examinemos la causa de las cosas. En la Tierra el hombre siempre presta atención al efecto y nunca a la causa. Una vez que examina el corazón de las cosas hallará que es el corazón del Padre mismo; luego, que desde allí todos los rayos de creación surgen de Él. Nunca lo encontrará examinando únicamente los rayos. No los puede trazar partiendo del efecto y yendo a la causa. Debe hacerlo yendo de la causa al efecto. Así no consideramos el efecto que es lo que todos los hombres han hecho, sino la causa.

Consideremos a un solo hombre. Vemos que ha hecho cierta cosa debido a la ignorancia de la ley. El otro hombre conocía la ley. Se dice en vuestro mundo que la ignorancia de la ley no es una excusa valedera, pero en el reino del Padre el desconocimiento de la ley es una excusa. Pero una vez que hemos aprendido la ley, si claudicamos y cometemos un error, entonces estamos por cierto en una categoría diferente de aquellos que por ignorancia ejecutan la misma cosa. Ya veis, el pecado o error no radica en dar un paso en falso y caer en el hoyo que está en el suelo, el error es poner el pie dos veces, una vez que se sabe que no es la cosa que hay que hacer.

Por lo tanto, os doy este ejemplo para mostraros en qué condición está la Tierra al presente. La Tierra ha tenido muchas civilizaciones y cuando una de ellas desaparece en el pozo sin fondo, el hombre se eleva en su desarrollo cultural y vuelve a construir otra vez una gloriosa civilización con grandes adelantos científicos y técnicos. Pero nuevamente la civilización se hunde en el insondable pozo. Este es el error de la Tierra, porque en Venus nunca se produjo la destrucción de una civilización. En el planeta  que conocéis con el nombre de Marte sucedió dos veces. ¡Pero cuántos centenares de veces tuvo lugar en la Tierra!

El hombre debe aprender a aplicar el conocimiento una vez que lo ha logrado. Estáis ahora en el proceso de desarrollar vuestras formas físicas. Si las desarrolláis y lo lográis, pero sin haber aplicado lo que habéis aprendido, no tardaréis en perder lo que habéis logrado. De hecho, estaréis en peor condición de la que estabais antes de empezar.

Así el hombre en la Tierra debe aprender a aplicar el conocimiento por medio de conductos constructivos. Por lo tanto, una vez que hemos pedido (porque el Padre dijo que si pedimos recibiremos) –una vez que hemos pedido y hemos recibido, la ley nos obliga a aplicar lo que hemos recibido, y luego debemos dar lo que hemos recibido.

Es mucho lo que he recibido durante el tiempo en que fui mentor en la Tierra, lo cual daré ahora por propio consenso a mis allegados a mi tierra y a mi pueblo. Pero la Tierra estará siempre junto a mi corazón.

Y ahora entramos en ese gran período de iniciación. Los cielos en la Tierra  llegarán a ser fantásticos. Mediante las muchas profecías que os han llegado de otras gentes que trabajan en todo el mundo, habéis logrado la comprensión de lo que va a tener lugar; y empero os digo en verdad que ninguna pluma ha registrado ni ninguna voz proferido lo que ha de llegar a ser una gran señal y manifestación en los cielos de la Tierra, porque los elementos mismos dominarán todo por un breve periodo. Se producirán grandes tempestades e inundaciones. Ya habéis oído decir que otrora llovió cuarenta días y noches. Esto nada es comparado con lo que lloverá. Tal vez llueva cuarenta meses. Toda la faz de la Tierra cambiará. Ya no se la reconocerá más.

Extrañas criaturas surgirán de las honduras de los océanos para asombro y sorpresa del hombre, criaturas mucho más grandes que los más grandes navíos oceánicos. Habrá plagas y hambrunas.

 Aparecerán bestias y criaturas desconocidas.

La Tierra está pronta a convertirse en “sol” –no como el Sol de nuestro Sistema- pero estará rodeada por una corona dorada. Está entrando en una velocidad más elevada de vibraciones. Se convertirá en “sol”; pero no es conocido en nuestro sistema de astronomía porque nunca fue examinado por vuestros astrónomos.

Iréis desde un mundo tridimensional a un mundo cuatridimensional. Ya nadie más podrá veros o ver vuestro mundo. Esto debe necesariamente tener lugar cuando pasaréis por el centro de la gran nube cósmica. Y entonces todas las profecías, tal como las inscribieron Joel y muchos otros, serán ciertas: cuando el Sol se vuelva de color rojo sangre y la Luna sea tan colorada como el rubí, y el día  ya no estará más y las tinieblas reinarán sobre la Tierra por un período de dos semanas. La confusión será muy grande. “Y el oxígeno disminuirá en la Tierra por un breve período, seguido por períodos de gran humedad, de candente calor y de zonas agostadas que alternarán con la gran humedad. Casi todo lo que existe sobre la faz de la Tierra será destruido.

¿Cuándo llegará ese tiempo? Ya estamos en él. Cada día crece en intensidad. Gran parte de las naves que vuelan por los aires son derribadas. Todos los días nos enteramos de nuevos desastres. ¡Más huracanes! ¡Más inundaciones! ¡Los casquetes polares disminuyen todos los días! ¡El nivel de las aguas se eleva! ¡Los terremotos aumentan en intensidad!.

Los gobernantes del mundo son presas del pánico, pero no lo muestran exteriormente. Las bacterias benéficas de las cuales nuestra vida depende perecen rápidamente, de modo que nos veremos expuestos cada vez más a lo que es dañino para nuestra forma física.

Todo terminará en la Tierra dentro de dos años a contar desde este día –todo perecerá a no ser por el hecho de que algunos podrán elevar su vibración al nuevo nivel. Pero recordad, todo lo que decae y perece ante vuestros ojos se debe a una renovación total. Regocijaos al ver estas cosas, porque significa que vuestra salvación se acerca, y no vuestra sentencia.

Y por lo tanto podéis decir a vuestro prójimo que la catástrofe llegará, pero que es vuestra salvación. ¡Regocijaos! Porque el pasado se desvanece.

Si el hombre pudiera renunciar a lo antiguo, tendría entonces una vislumbre de un más glorioso nuevo.

 Aquellos que no pueden renunciar a lo viejo tendrán que volver a comenzar por el principio. Atrasarán el progreso de su alma varios millones de años, y otra vez tendrán que pasar por las diversas formas del hombre de las cavernas a lo largo de miles de años, aun millones, hasta que logren el desarrollo de esta misma etapa otra vez.

 Y nuevamente se les ofrecerá la posibilidad de aceptar lo nuevo, y si no pueden aceptarlo, retrocederán otra vez millones de años.

Esta no es una retrogresión como parecería. Es una retrogresión en lo físico, empero es una progresión desde el punto de vista del desenvolvimiento espiritual, porque en el reino del Padre no existe la retrogresión -–¡no una grandeza que se expande continuamente. ¡Para que así seamos merecedores de pasar por la gran iniciación! Pues, sea que un ser o un hombre o un espíritu o una entidad alma comande un planeta o un sistema solar o solamente su reducida familia, nunca sabe si será capaz de aguantar el “fuego”, la prueba de fuego de la gran iniciación.

Aplicad lo que habéis aprendido y dad alegremente lo que habéis recibido. A medida que viajáis y platicáis en los tiempos venideros que nos fueron destinados a cada uno de nosotros, no penséis en lo que llevaréis o en el dinero que tenéis en el bolsillo o en la ropa que os pondréis. No penséis en esas cosas porque el Padre os proveerá lo necesario. Aceptadlo y os será otorgado, porque habéis aceptado una prueba de confianza y una misión; y el Padre os proveerá de su abundante granero para que os sirváis bien.

Este es tiempo de dar y aplicar. Y es también lo que ahora haré. No es el toque de clarín o la orden que se da a un solo hombre, sino la orden del día al entrar en esta fase del Planeta Tierra, y por cierto en nuestro Sistema entero.

¡Trabajad, porque ha de venir pronto la noche en que ningún hombre podrá trabajar! ¡Trabajad porque la noche se avecina! Literal y figuradamente. El hombre pregunta: “No sabemos qué cosa creer. Algunos dicen que la catástrofe ha de sobrevenirnos. Proclaman que el fin del mundo está aquí. Otros afirman, no temáis; mediante nuestro desarrollo científico –somos los dueños de la creación- podemos hacer esto o aquello”. El hombre está buscando. Su corazón está más hambriento que nunca porque siente las nuevas vibraciones.

¿No es cierto acaso que un hombre hambriento es aún más hambriento cuando huele el olor del alimento? Hasta Cristo fue tentado en el desierto cuando estaba ayunando, ¿no es más susceptible a los trozos de un sabroso alimento el hombre que está en ayunas?

El hombre huele su alimento, estas vibraciones nuevas, y su hambre se hace más intensa. Ha aguzado su apetito por las cosas del Espíritu. Por lo tanto, cuando se siente lleno de confusión como se siente ahora, dice:

“¡Hermano: ¿dónde hallaré la copiosa comida que ha de darme más satisfacciones para el desarrollo de mi espíritu?”.

Habréis de contestarle:

“Sí, quienes dicen que la catástrofe se acerca están en lo cierto, hablan de veras; pero la Tierra no terminará. Llegará a ser nueva, como está escrito. No dice que el mundo terminará. Dice que habrá un “nuevo cielo y una nueva tierra”, no una nueva Tierra debido a la destrucción de la antigua, sino una nueva Tierra –la vieja que se hará nueva.”

Así decidles las palabras con las cuales el Hermano Mayor desea alimentar a Su rebaño. Es la manera de ser el Padre. La catástrofe ha de venir para que el hombre aprenda la lección de la experiencia. Pero tan sólo lo grande y bello y bueno serán la herencia de la catástrofe. De ella surgirá la humanidad a semejanza del fénix en su gloria dorada.

Cuántas veces contemplamos la Tierra, sabiendo al contemplar cada pequeña y mísera creación y criatura, que aquí se yergue un dios si fuera capaz de comprenderlo y aplicarlo a su divinidad. Porque un verdadero dios no se sienta en un trono en la inactividad, mientras que las masas se presentan ante él en adoración. Esta no es divinidad como algunos de la Tierra suelen creer, sino que la divinidad es entronización, sí pero un dios de acción que penetra en el ser de cada criatura que ha creado; los llena de vida y majestad y grandeza.

Dios desea que el hombre (el hombre que Él creó) gobierne Sus mundos celestiales. Desea que cada hombre se haga cargo de Sus mundos.

 Reconoced en cada uno de vuestros semejantes que pasa a vuestro lado en la rutina del día –reconoced en él a un dios en potencia. Porque algún día, cada cual, no importa si estén en institutos de corrección, o si han sido condenados a muerte sea en una cámara de gas o por la horca, algún día esta alma comandará un planeta, y luego un sistema y después una galaxia. Todos estamos en camino a este legado.

Y el toque de clarín es: “¡Venid a vuestra patria la Tierra!”, como he dicho, “¡Volved al vacío de vuestro ser!”.

Cuando cada hombre podrá sentir el amor y la amistad de otro hombre, entonces el león se acostará junto al cordero, como está escrito. Porque todos somos parte de una Mente Eterna y, para reintegrarnos a dicha Mente, todos nosotros debemos unir nuestros espíritus. Que la rutina del día no os canse. Mantened siempre ante vuestros ojos la meta, no la meta eterna, porque no hay meta eterna, sino la meta del momento que, en un sentido, será una meta eterna. Mantenedla ante vosotros brillando siempre como un gran sol de oro. No apartéis el rostro de su irradiación y calor. Permaneced dentro de él. Dejad que os abrace en su calor. Id a donde el Padre os conduce.

 Haced lo que el Padre piensa, os conviene mejor.

Porque este es el momento en que habéis muerto incontables veces, por lo cual habéis sido crucificado, se que fuerais un hombre o uno que está en el trono. Aceptad ahora vuestra graduación y preparaos para la gran iniciación.




¡Ave! ¡Ave!. Comprended que nunca estáis solo, que sería imposible que estuvierais solo. Estáis atado para la eternidad a la hermandad de servicio.

Aquellos del Casco de Oro rodean la Tierra cada vez más estrechamente a medida que entramos en la gran iniciación. Nos sumergimos más profundamente en lo que ha de ser nuestra destrucción y empero será nuestra salvación, como la de Aquél que fue a la Cruz del dolor. Fue Su destrucción; y empero Su gloriosa Transfiguración.

Seamos merecedores de la Cruz.

 JOSE DE ARIMATEA


Saludos a la luz de la Cruz. Este es tu hermano, José.

Agrego mis palabras a las de mi maestro Sanat Kumara, que ahora nos deja. Y sin embargo hemos conocido su espíritu y su sustancia. Por lo tanto nunca nos abandonará completamente.

Pero deseo deciros: El Grial, recordad El Grial. Está brillando y resplandeciendo y llamándonos como lo hacía hace muchos siglos cuando lo teníamos en las manos. Es el símbolo, el pequeño Cuenco de arcilla que simboliza a la Tierra, que pronto ha de ser llenado hasta rebosar; no con sangre, sino con el maná del Padre, el maná de la verdadera sabiduría y comprensión cósmicas.

Bienamados, recibid, aplicad y dad libremente. Y pronto hemos estar junto y presenciaremos el retorno del Grial a la Tierra en el firmamento. ¡Así sea!


ARCANGEL URIEL


 Antes que la memoria del hombre vuelva a repetir su relato, nosotros los seres a quienes el hombre mortal conoce con el nombre de arcángeles fuimos el único pensamiento viviente en cierta parte ilimitada del reino del Padre. Recorrió los caminos como las legiones de César, empero sin armas de piedra o de acero, sino con la Verdad a modo de espada de dos filos.

Tan sólo la Verdad puede existir en este vasto océano al que habríais de llamar gustosamente espacio, con todo, no es espacio. Es una criatura viviente, que respira, y de tal belleza y magnificencia que si un hombre mortal pudiera contemplarla dejaría de existir en forma y en pensamiento.

Hemos surgido de las emanaciones de la Deidad, porque así habríamos de conocer su sustancia y servicio. No venimos al son de trompetas porque en este vacío no tardarían en aparecer mundos y millones de formas creadas por el Padre. Las llamadas huestes angélicas de los lejanos mundos, galaxias, sistemas y cielos, corrían hacia su consecución, interior y exteriormente, limpiando y purificando con oleadas de bruma violeta y nubes de púrpura.

Presenciamos una vez una gran bola de fuego en espiral que giraba en su órbita elíptica, y que vino a descansar finalmente en cierta posición más allá del orbe conocido como el Sol, porque era un intruso; éste era un mundo intruso que rodeaba el Sol, porque bajo la resplandeciente corona de ese mundo existía nuestro mundo, no mirando hacia el azul del cielo sino hacia el oro del Sol y el cegador fulgor del oro. Hay más realidad bajo la luz del Sol que en el azul del cielo en el cual existen los mundos planetarios y conocen sus movimientos.

Hemos conocido la vida en el Sol antes que viniesen los mundos. Luego la Tierra –uno de los más nuevos miembros del Sistema, el hijo que fue añadido, tal como Judas Iscariote fue añadido a los Doce- fue añadida como duodécimo planeta, el último de los mundos. No llegaron según posición que ocupan desde o hacia el Sol.

Y después de incontables edades contemplamos cómo esa roja bola de fuego se volvía negra a medida que la temperatura disminuía, y luego castaña, al sobrevenir las lluvias. Por último el planeta se tornó verde y dio nacimiento a todas las formas de carne, criaturas aladas; y las criaturas de las profundidades dieron a luz según su clase; y la Tierra estaba pronta para recibir la semilla del hombre -–el hombre-ángel. Hemos presenciado esta procesión por millones de años.

Y ahora, proveniente del pasado se oye el son de una trompeta de plata. Cuando nuestro Bienamado Maestro, que es el Señor en este Sistema Solar, vino a la Tierra, las huestes celestiales se regocijaron, tal como está escrito que se regocijaron la noche que Él llegó. Y arriba estaba la señal de la noche: la Estrella Blanca-Azul que vino y abrazó la Tierra en su esplendor y su amor desde la lejana hueste angélica.

¡Hombre de la Tierra! Hablas de las cosas del cielo, empero ni siquiera comprendes las cosas de la Tierra.

¡En verdad el cielo te rodea por todas partes! Te basta mirarlo desde tus rutinas diarias, desde tus malentendidos e indocilidades cotidianos, y tus apetitos y tu codicia para darte cuenta que el cielo te rodea por doquiera en su grandeza siempre en expansión.

Y ahora, al cabo de todo ese tiempo, después de millones de años de lluvias, al pensar en estas cosas, el tiempo que el hombre ha estado en la Tierra no es sino un instante, y nuevamente han de llegar las lluvias y purificar todo. Las lluvias de las cuales se escribió en verdad que será la “última lluvia” –pero primero vendrán los vientos. Retrocediendo en las etapas del planeta en su primera concepción de la materia primordial y cósmica, y cuando la Tierra haya cumplido su propósito, te digo en verdad que se desintegra en pensamiento. Retorna a los elementos de los cuales surgió. Y el hombre adelanta cada vez más en mayores lecciones de espíritu a medida que se conoce mejor.

El hombre contempla sus muchas penas y no comprende, sólo mediante el amor fue tocado el corazón de César y la impronta de la verdad dejó su marca en el corazón del hombre. A lo largo de las edades el amor realizó sus propios milagros, y el corazón hambriento de la humanidad ahora está mucho más abierto que antes.

Los hambrientos corazones del mundo claman por la verdad, porque carecen de todo lo demás. Se les impartió una estricta disciplina muchas religiones y ciencia materialista, pero el corazón humano no respondió a estas disciplinas. Y con esto aprendieron una gran lección, porque ahora saben que sólo las emanaciones de la Deidad podrán satisfacer su hambre, y buscan otra vez el sagrado maná del cielo. Digo en verdad que el maná ha de venir y será visto por todos los hombres.

En lo alto de los cielos abiertos la hueste acude ahora hacia ti. Se ha escrito en verdad de ellos; ni dormitan ni se duermen.

 “El cordón de su calzado no está roto; sus carros son rápidos como ráfagas; sus espadas afiladas para la cosecha; y las gentes rugen contra ellos como el rugido de muchos leones. Mira, las tinieblas y el dolor están sobre la tierra”.

Tantas veces un mortal se preocupa por las cosas del día a tal punto que todas sus energías son absorbidas y pierde su fuerza por la futilidad de cada día y de sus muchas encrucijadas. Captemos al menos unos pocos instantes de cada día y veamos la visión que pronto dejará el reino de las visiones y fantasías y el reino de la ilusión, y bajará y morará entre nosotros; y será una realidad y podremos sentir su gran sustancia.

¿Pues no hemos servido acaso incontables milenios en muchas tierras, bajo muchos nombres, bajo muchas razas? Hemos probado los frutos de muchos pueblos de toda carne.

¡Ojalá recordáramos todas las vidas que hemos vivido! Si supiéramos contar y recordar cada mano que se ha posado en amor sobre nuestra afiebrada frente, cada vigoroso brazo de un joven que nos ha soportado en nuestra miseria y en nuestros dolores, la palabra bondadosa de nuestro amante prójimo o de su mujer.

Recordemos el amor que hemos conocido a lo largo de incontables vidas. Estas cosan son indelebles. Todas esas cosas existen aún en el tiempo. Todas estas cosas siguen existiendo en el tiempo, porque el amor se perpetúa y nunca muere. Sólo el odio se expande en furia en un indominable torbellino.

Queridos míos, en este momento os estamos enviando el rayo y frecuencia de nuestro bienamado Maestro Instructor. Olvidad lo que os rodea. Perdeos. Dejad que vuestra mente flote en el vacío como si estuvierais en la mano del Creador.

Digo que Cristo nunca estuvo tan próximo a Sus seguidores, Sus sirvientes, aquellos que están abajo y por debajo. ¿Podéis, con limitada mortalidad, tratar de reconstruir el cuadro desde el comienzo, desde el momento de vuestra llegada a la Tierra hasta ahora, o vislumbrarla como un gran cuadro y servicio? Prestad tranquilamente atención a la serena vocecita.

Es mi privilegio traeros aquellas palabras de Él. Escuchad mi voz en la dulzura del sueño al abrirse camino hacia vos como la blanca paloma de la Redención. ¡Escuchad! ¡Estad atentos y esperad! Porque el reino del cual hemos hablado llega ahora a la escena de la Tierra. En verdad los hombres han dicho, desde que hemos predicado y oficiado, el reino está próximo. Bienamados, el reino está aquí ahora.

 Seamos ahora una parte viviente de su ser.


¡Ave sheoi! Si pudierais conocer la gloria que excede la Luz creativa y los cielos que se regocijan. Pues, mientras aquellos del Casco de Oro giran una y otra vez en torno de la Tierra, sabemos que éste es el tiempo que para el hombre, sumido en su contemplación de la noche estrellada que se despliega sobre las abruptas montañas, llegará el día del gran conocimiento para cada corazón.

El Día de la Gran Revelación que fue profetizado es ahora inminente en vuestro asuntos. Es preciso que os ataviéis con armadura, como os han enseñado en todo tiempo. No temáis el brillo de la armadura porque es vuestro pasaporte para realidades más elevadas.

Es vuestro rasgo distintivo; es vuestro broquel de las edades. Sólo por su fulgor el hombre os conocerá.

Pasad más tiempo escuchando las palabras de vuestro Padre Divino: se ha de hablar en plural y decir, “Estos son mis hijos bienamados en quienes me complazco”. Los Veinticuatro Mayores están sentados en torno del Trono y esperan recibiros.

Llegáis a una época en que es de vasta importancia hablar francamente para que así muchas almas puedan elevarse a su etapa final de desarrollo.

 Muy pronto todos los secretos serán revelados a la luz del nuevo día en que ya nada podrá estar oculto, nada que es oscuro dejará de estar expuesto a la Luz. Algunos se marchitarán y decaerán; otros surgirán en respuesta a la nueva energía. Todo será expuesto en su verdadera forma y estado.

No puedo hablar por mucho tiempo porque mi luz disminuye. El rayo que extendí hasta vosotros ahora retorna a su fuente. Pero no hablemos en enigmas, ni tampoco lo hagamos en bello lenguaje con el mero fin de pronunciar un bonito discurso. Hay significado en esto, Marcadlo bien. Que todos  vuestros servicios sean solamente para este menester.

El hombre ha llegado ahora a la cúspide de su creación y perfección en la Tierra. Ha servido su inmemorial propósito, y ahora está en la cumbre de una montaña. ¡El hombre en la Tierra está entronizado como un dios y ni siquiera se da cuenta de su deidad!.

Oíd las legiones que avanzan y avanzan, pero no las del Dragón Negro, ni las de las hordas negras del espacio.

 Oíd las Legiones de la Luz que penetran en vuestro conocimiento.

Se producirá la luz cegadora del rayo y el estallido del trueno. El hombre estará desnudo ante su Creador y el hombre conocerá, porque toda la historia sólo fue vivida y escrita para que el hombre pudiera conocer. El hombre ha subido a las alturas y descendido a las profundidades de su experiencia en la Tierra para lograr la divinidad del saber.

Y del retumbar y polvo del pasado oirá su propia voz.

En algún día cercano, después del Día de la Gran Revelación, una multitud presenciará y oirá la voz que les habla, la voz que se hincha como mil voces de ángeles, empero aquella que dice: “¡Ven a tu patria, Tierra! ¡Ven a tu patria! ¡Ven a tu patria!.


Rama Eloi, Eloi Rama.

Recordad, a medida que las nuevas vibraciones penetren como una oleada de Verdad espiritual –y cuando digo oleada es que quiero dar sentido literal y figurado de dicho término- que se ha de manifestar en todos los planos: físico, mental y espiritual –recordad que los grandes vientos del Creador os abrazan; el pasto anhela jugar con vuestros pies, los vientos con vuestro pelo. Con ello quiero decir que estaréis de pie sin vergüenza alguna como la llama ante el altar que es Él quien es vuestra Vida.

El libro de Oro está ahora abierto, el sello roto, que nunca será puesto de nuevo; y en el Libro de Oro sólo unos pocos nombres están escritos.

 La Tierra es la Estrella Rojo Oscuro de la Creación.

¡No os imagináis lo que se verá en los cielos! ¡Grandes manifestaciones espirituales! ¡El mundo entero estará de rodillas!. Las rocas se derrumbarán sobre aquellos que buscan refugio –aquellos que buscaron la vida de su hermano- para escapar al siempre vigilante ejército de la horda de oro, la horda de los carros dorados y de las alas de oro. Agrego la espada de oro de doble filo, que es la Espada de la Verdad que emana de la boca del Padre. ¡No escatimará su juicio!.


De esta esfera de vida emana ahora una bruma dorada que ha de encerrar a vuestro mundo aunque durante incontables millones de años estuvo bañado en la irradiación dorada que surgía de dicha esfera y le daba calor y luz que simbolizan el Amor Divino y la Sabiduría Divina del Padre –calor y luz para calentar el ser físico del hombre y otorgarle la llama de la Vida espiritual. Porque es la afinidad entre esta esfera y la vuestra lo que crea la vida y hace posible vuestra búsqueda de la Verdad.

Se reúnen ahora en esa esfera Aquellos del Casco de Oro que están avanzando hacia vuestro mundo: de todo el espacio la alianza de nuestro Padre Infinito, la alianza del arco en el cielo.

Pronto habrá un arco que nunca fue visto antes en el cielo de la Tierra, un arco de magnífico color, del cuan emanarán sones musicales que llegarán al oído de todos los hombres, y ellos sabrán que es un llamamiento; sabrán que es amor; sabrán que es un deber.

De este arco de belleza, este arco de deber reclama lo que es suyo, aparecerá primero una gran irradiación violeta que cubrirá el mundo entero: Aquellos del Casco de Oro de nuestra esfera que nunca antes se acercaron tanto a la Tierra. Sólo en épocas pasadas aparecieron en la Tierra en unos pocos casos en diligencias especiales encomendadas por el Padre Infinito. Y se les confirió el título de Arcángeles, los mensajeros espirituales que estaban por encima de los ángeles o de los mensajeros, los mentores de los mensajeros.

Acuden ahora a la reunión final de los carros de oro cuando éstos se congreguen para vencer los últimos restos de las tinieblas de la Tierra; porque se manifestará sobre el mundo entero un fulgor dorado y, cuando se levante, aquéllos que quedarán conocerán en verdad que ellos son los guardianes de su hermano.

Esta es nuestra parte de la misión, porque no pasará mucho tiempo sin que esta esfera ya no sirva más.

Y esto es siempre el trabajo de aquellos que viven en el centro mismo del sistema solar y bajo la dorada corona de luz. El hombre siempre ha buscado con empeño ese gran orbe, y es justo que así sea.

¡Hombre de la Tierra! Despierta a estos nuevos acordes que no son acordes perdidos. ¡En verdad, nunca se perdieron! Siempre permanecieron –el laúd de cinco cuerdas que el hombre de la Tierra ha de tañer y cuya música empero no comprende.

Ahora hay una nueva cuerda, una nota que es real –no extraña- sino llena de celo por los hombres de la Tierra que se aplicarían plumas y cera para desarrollar alas que les permitiesen volar hasta el gran Cuerpo Solar, porque en la leyenda del joven que quería volar al Sol –y empero sus alas se derritieron- en verdad el hombre deseaba volar hacia ese gran cuerpo que le dio la vida, porque creía que al esta encerrado dentro de él se hallaría a sí mismo y al eterno misterio de los misterios. Porque los antiguos pueblos de nuestro mundo no creían que ese cuerpo era uno de grandes llamas y calor; comprendían su verdadero significado como centro y vida de este sistema.

Ahora este cuerpo tiene mucha edad, como suelen envejecer los cuerpos celestes. Hace quince mil millones de años que existe. Ahora ha de morir, anunciando su fin a los confines del Universo como una gran estrella que estalla. Pero el fin es un comienzo, porque nos ha servido bien y progresamos: la Humanidad de este Sistema está en marcha hacia otras partes del reino del Padre.

Empero este orbe no terminará mientras el Milenio no haya pasado, cuando otra vez se desencadenen las fuerzas de las tinieblas. Entonces llegará el fin y este Sistema se desintegrará en pensamiento. Porque es sólo el pensamiento –ya que todos los cuerpos celestes, sea estrella o mundo, son sólo las formas en las cuales se forman las Palabras del Padre. Son sus Palabras las que fueron dichas en el principio que se la Luz y se la sustancia. Son Sus Palabras, y algunas se desintegrarán en pensamiento –aquellas que en el principio sólo eran pensamiento.

Algún día en un futuro no distante, veréis ante vuestros ojos una dilatada llanura de púrpura, una luz dorada que os atrae por su calor y ardor. ¡Imaginad lo que espera a quienes en la Tierra han probado ser Sus hijos! No han de carecer de Verdad. Por muchos siglos nuestro Padre ha oído las palabras de los sinceros en la Tierra: “Padre nuestro, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Esta plegaria será ahora contestada.

Ha de ser en la Tierra como en el cielo. El hombre ya no tendrá necesidad de cosa alguna. Ocupará pronto su lugar de verdadero hijo de Dios, ¿acaso no dijo el Maestro, Jesús el Cristo: “¿No sabéis que sois dioses?”.

Sabedlo y aceptad el cetro y el orbe de vuestra divinidad, no es que os exaltaréis por encima de vuestro prójimos, sino que aceptáis el don que el Padre siempre tuvo a la disposición de Sus hijos que sólo deseaban ver la Luz.

Y, pondréis el pie en planicies de increíble grandeza –vos y los otros de la Tierra que son la cosecha que los ángeles han de venir a levantar. La cosecha será levantada con ternura y atarán los haces con los cuales formarán los almiares que esperan en los campos una luz apropiada que tenga afinidad con su propia luz. Y luego han de desaparecer de la Tierra. En un abrir y cerrar de ojos ya no estarán más.

 Vendrán en un gran anfiteatro natural mientras todos los ángeles, tal como está escrito en las Escrituras Santas –las Escrituras Santas que fueron escritas bajo el mando y la autoridad de la Luz de esta esfera- cantarán ante Su Trono. En verdad está escrito y ha de cumplirse.

Y cuando tenga lugar el canto, el canto que nunca fue oído en la Tierra, porque en él se mezclan las voces de las almas de todos aquellos que participaron en su hermandad. Los animales y las aves participan en este cantar vibracional de las esferas. Y veréis ante vuestros ojos una fantasía de belleza y color y sonido y armonía que juntos se mezclan en la adoración a la Luz que es yo soy.

Y veréis cómo ante vosotros se abren bellas flores y árboles y viñas, y se mecen de un lado para el otro en respuesta a vuestro canto, y abren sus pétalos y rostros, extendiéndose hacia lo alto, mirando hacia el Sol. Toda la Creación del Padre ha de responder al unísono porque, tal como lo vemos de esta esfera, no sois ni países ni naciones, ni individuos ni animales, ni esclavos ni libres, sois un solo ser, el ser que es la Tierra. Sois UN SOLO HOMBRE, un hombre con muchas heridas, quien pronto ha de estar libre y aliviado de sus heridas.

Aunque os dediquéis a vuestras actividades mundanas cotidianas, buscad la parte más honda de vuestro corazón. entended con alegría que este es el tiempo que esperabais. Haced conocer a vuestros compañeros que el Maestro no ha de tardar en poner otra vez los pies en la Tierra. Este es el momento en que todos los hombres han de regocijarse. ¡Las campanas del cielo repican! ¡Se oyen los sones de las trompetas!.


No quieren decir lo que está escrito. “Padre, Padre, ¿por qué me has desamparado?” ¿Por qué habría el Maestro, que hacía constantemente promesas solemnes a Atón –el Dios Único- por qué habría Él en su desesperación de dudar finalmente del Padre y decir, “¿Por qué me has desamparado?”. Estas son palabras de cobardes, de quienes no han cumplido su misión, no las palabras del Cristo. Estas palabras fueron mal interpretadas, porque no existen en el lenguaje arameo de aquella época. Fueron dichas en la más antigua Lengua Solar o Lengua Madre a la que, desde luego, recurriría el Maestro en aquel momento. Las palabras no son ‘sabactani’; están escritas con ‘z’ –‘zbactani’, z-b-a-c-t-a-n-i. ‘Eli, Eli, lama zbactani’, lo cual significa: “Aquellos que me difaman mantendrán abiertas mis heridas”. –‘aquellos que me difaman mantendrán abiertas mis heridas’. ‘Eli, Eli, zbactani’. “Padre, Padre, a ti encomiendo mi espíritu; es el fin”. Las grandes máquinas de guerra del mundo se están amontonando.

En la Tierra Santa vemos el principio del fin para la Tierra. Otra vez Egipto e Israel. ¿No es acaso significativo?. Y seguirá creciendo y creciendo. La mayor batalla que haya tenido lugar en la Tierra se entablará ahora, no sólo entre aquellos que luchan contra sus compañeros, sino también entre los elementos. La Tierra misma será un campo de batalla, las fuerzas de la Naturaleza se desencadenarán debido al pensar y al hacer equivocados del hombre, por haber adorado en palabras y no en hechos y no haber servido a su Maestro.

Qué gran tiempo fue aquel en que los heraldos del cielo proclamaron el anuncio de que esa noche habrá “Paz en la Tierra” para Él –El que fue Buda. Fue la Luz de Asia; la Luz del Mundo que se manifestó en el humilde ambiente de esa noche.

Era yo Gabriel del Sol, como mis Hermanos, pero desde aquella época he sido Gabriel de la Nave Estelar hasta que el trabajo esté completado.

Los ejércitos se detendrán debido a un gran cataclismo natural. Las armas se derretirán en las manos de los combatientes. Finalmente se darán cuenta que la Tierra ha llegado a un lugar donde las vibraciones ya no toleran más un acto de muerte desenfrenada por parte de sus habitantes. Por siglos el hombre ha derramado sangre sobre la Tierra una y otra vez. No ha pasado un día sin que la sangre del hombre fuera derramada sobre la Tierra. Ahora la vibración se niega a matar.

No será un acto del Padre, ni tampoco un acto de un armamento militar superior. Será el propio pensar del hombre que rebota sobre él. Por su pensar durante muchos miles de años se creó la vibración. Finalmente, en la gran guerra en cuyo curso el hombre levanta el arma contra su prójimo, ésta no podrá funcionar en la nueva vibración. Todo lo que provoca destrucción se derretirá.

Si un hombre profiere una palabra destructiva, se desintegrará. Todo lo negativo se desvanecerá.

Todos los gobiernos y autoridades han de caer, como está escrito antes que Él retorne. No predicamos la sedición; ni la tiranía ni los actos de los traidores. ¡Predicamos a Jesús el Cristo!

¿Cómo puede proclamar esta nación de los Estados Unidos de América o cualquier otra nación de la Tierra que sigue al Maestro si está construyendo fuerzas de destrucción cada vez mayores, maneras más perfeccionadas de matar al prójimo?

 Vuestros dirigentes proclaman como una verdad que cuanto más poder tengan, gozarán de más paz. No se conquista la paz colocando el cañón de un revólver en la espalda de un hombre.

Qué clase de paz es ésta sino la paz de los idiotas y los insensatos y de los que están al servicio de Satanás.

Cuando el Maestro era Buda profirió la gran verdad: “¿Cómo y cuándo podrá cesar el odio si se lo enfrenta con más odio?.

¡Vuestro país no es cristiano! No sigue al Maestro Jesús. Si lo fuera abandonaría las armas y destruiría todas sus armas atómicas. No tendría ni armas destructivas ni armas protectoras. Sólo confiaría en Él para ser protegido. Él es la única protección. Por lo tanto, este país que se preparó para dirigir el mundo, debe caer ahora con este mundo, tal como fue escrito.

¡Caerán total y completamente sobre la faz de la Tierra todas las naciones! Y entonces el nuevo gobierno, con Cristo como Rey y la casa de David reinará nuevamente supremo.

Esas cosas tendrán lugar, esos portentos y signos, cuyo igual nunca vio el mundo antes. ¡Los mares se levantarán furiosos!. Los monstruos de otra edad vagarán por la tierra. las grandes criaturas que vivieron otrora, pesando muchas, muchas toneladas, andarán otra vez por las calles.

Aparecerá el hambre. Gran pestilencia de langostas. Los mares devolverán monstruos que la Tierra creía que habían muerto desde hace mucho tiempo y se arrastrarán por las costas.

Y todas estas cosas sucederán pronto; pero ¿acaso no estamos preparados?. No nos hemos acaso preparado para ese tiempo sabiendo que de él surgirá el mayor bien para todos los hombres que pueblan la Tierra a medida que progresen en una grandeza que se expande cada vez más, hasta que lleguen al corazón de Dios. Y cuando lleguen al corazón de Dios, habrá otros corazones hacia los cuales ascender. En verdad se dijo, “Quo vadis Dimine?” –‘¿a dónde vas Señor?’ Siempre diremos, ¡¿Adonde vas Señor?” mientras Él recibe cada promesa en su progreso. Y cuando lleguemos a ser señores y dioses, y hasta rectores del universo, El seguirá siendo el Señor y nosotros seremos llamados Sus amigos.

Hablo ahora del gobierno mundial, con vuestro permiso. Atlantis tendrá nuevamente un Poseid, y Lemuria un Zorai. Los incas tendrán su Inca, y Egipto un Faraón. En Egipto, uno de los grandes centros del gobierno mundial, al iniciar un nuevo Faraón una nueva dinastía, será conocida en los milenios por venir por los historiadores como la dinastía Dorada. Las siete grandes colonias de la Madre patria van a retornar, como también la Madre patria. La Hermandad del Lago Titicaca devolverá al gran Disco solar de Oro al Templo del Sol.

El nuevo gobierno del mundo se basará en el antiguo gobierno del Sol, al que los científicos modernos no comprenden. No era la adoración del Sol mismo. Era la forma más pura: la adoración de Atón –la expiación que el Maestro creó dando la Sangre que manó de Su costado en el Gólgota. Estableció la vibración en la Tierra que había hecho para siempre el rayo eterno de la Tierra al Padre, un rayo que no tiene fin. Este era el propósito y el significado de Su muerte en el Calvario.

¿Habría el Gran Creador enviado a Su hijo a la muerte de desesperación y fracaso en la Cruz? Implica ello que el Creador admitía la derrota. ¡El no comete errores!. Nosotros cometemos los errores. ¡Jesús vino a la Tierra para vivir, no para morir!. Decidlo en vuestras iglesias. Dicen, “Jesús vino para morir de modo que todos los hombres pudieran ser salvados por el derramamiento de Su sangre.” No vino para morir. Si hubiera venido para morir ¿por qué habría de enviarlo en primer lugar el Padre? Arguyen en sus fundamentales y estrechas enseñanzas que Jesús vino a enseñar a los hombres, pero rechazaron la verdad. Por lo tanto Dios, Su Padre, no tenía otra alternativa que la de poner a Su Hijo en la Cruz, para que por medio del derramamiento de Su preciosa sangre todos los hombres pudieran ser salvados y lograr para ellos mismos una perpetua y eterna en el paraíso. ¡Estas son las palabras de Amón!. No es la enseñanza de nuestro celestial Padre.

Jesús no vino fundamentalmente para morir. Él no es el Cristo muerto. Todo su evangelio se basa en el hecho que Jesús murió para ellos. El vivió para ellos, queridos míos; ¡El no murió para ellos!. Debemos seguir Sus enseñanzas, Sus palabras, Su vida. En cambio estamos viviendo en la sombra de Su muerte. Ellos no viven Sus enseñanzas, y empero se llaman naciones cristianas.

 No son cristianas. Siguen al Tenebroso.

Sus fábricas de municiones, sus cámaras secretas llenas de humo no son las cámaras en las que entraría el Cristo.

Por eso esa farsa, las Naciones Unidas, caerán. Por fuera es la piel de cordero, pero dentro es una bestia rapaz.

No se basa por cierto en la vida del Maestro. Si pudieran olvidar su muerte u cómo les aseguró un fácil camino al cielo, podrían resolver la situación del mundo.

Pero se les ofreció una oportunidad. Ahora es demasiado tarde. Ya la hoz se echaba al campo y se puso fuego al altar que ha de determinar lo que paja y lo que es gema pura. El rastrojo será quemado; sólo las gemas permanecerán.

En los próximos decenios la Tierra estará inmersa en un caos de la peor especie. Cambiará de eje, no una vez, sino tres veces. ¡Dante en su Infierno no hubiera podido pintar peor tragedia! No soy un profeta de la lobreguez; soy un profeta de los hechos.

Porque es trágico, si, pero es más trágico verlo proseguir. Cuanto más pronto sea eliminado, más pronto se establecerán las nuevas vibraciones y será mejor para todos los hombres.

 Hasta aquellos que han de perecer serán puestos en libertad para progresar y aprender donde han de aprender. La ley dice que no hay retrogresión, sólo progreso. En este momento hay en la Tierra sólo unos pocos hombres que puedan progresar en este ambiente. Todos los demás han de desaparecer de una manera u otra.

En este momento un cometa se dirige hacia la Tierra que es once veces mayor que ella. Proviene de la región de Vega. Se predice en el Libro de Juan que una gran piedra caerá sobre la Tierra cuando ésta atraviese la cola de ese cometa.

El gobierno de la Tierra, el centro mismo y su cuartel general, no estarán en la Tierra cuando ésta atraviese la cola de ese cometa.

El gobierno de la Tierra, el centro mismo y su cuartel general, no estarán en la Tierra. Habrá doce que se sentarán como representantes en el concilio de la Tierra y que gobiernan como Faraón, Inca, Zorai y Poseid, y los otros. Pero Aquel que gobierna la Tierra como Su escabel ya no estará en la Tierra. Y no hablo en enigmas, aunque es sabido que Gabriel suele hablar en enigmas. Es sólo un enigma para los de poco entendimiento. Pero el verdadero gobierno de la Tierra estará en otra Estrella, no en una estrella a millones de kilómetros de distancia, sino una que conviene a la Tierra y está vinculada con ella, y será conocida como Zabeka Musor, la Escuela de Vida.


Si lo deseáis regresaremos por un instante a una remota época de la antigüedad, mucho más antigua de lo que se puede comprender en términos de años terrestres, e imaginaos una gran masa, de llamas azul-violaceas que giran en espiral elevándose cada vez más y llevando al hombre a una grandeza siempre en expansión en el Universo de nuestro Padre.

Recuerden lo que dijo Jesús: “No conozco otro Gran Espíritu superior al Padre. Es el Antiguo de los Días. Sé, bienamados, que nada hay superior a Él, empero sé que hay otros superiores a Él. Creo que existen.

¿Qué es esa jerarquía de Dioses, de Creadores, en el Omniverso? Deseo hacer hincapié en esta cuestión para que podáis comprender la terminología. Es cierto, tal como algunos de vosotros han sugerido, dios Padre es el Padre a quien se refiere Jesús. Es un Dios-Creador, el Dios-Creador de toda la antigua mitología y leyendas. El es el Dios –Dios Padre- Pensamiento Encarnado en la Estrella Sol Sirio. Pero hay Dioses superiores a Él magnificencia que están más allá de toda comprensión.

Hay mundos en el espacio donde el hombre no es sino colores y matices siempre cambiantes, mundos de fantástica iridiscencia y fulgurante belleza, en los que una forma se mezcla con otra, siempre una, siempre cambiante. Hay mundos donde el hombre se convierte en un tono, el tintineo de una campana, mundos que ni siquiera alcanzamos a comprender, que harían que Dios Padre -–pensamiento Encarnado en Sirio- aparezca como un grano de arena en una costa solitaria.

Sin embargo, por encima de todo esto el Omniverso mismo es el TODO EL UNO PERFECTO, el PADRE INFINITO, el TODO CREADOR, el UNO QUE SE CREO A SI MISMO,  y LO llamamos simplemente en nuestro Orden SEMPITERNIDAD.

¿Qué es aquello que está tras el plan que ahora se desenvuelve en la Tierra? Hay un plan mayor más allá; aun fuera de la migración que partió del Sistema Solar, tal como la realizamos antes, y la respuesta es que nos llaman de las honduras de la noche en el espacio para servir a quienes claman por nosotros.

¿Cuál es el propósito de la escuela de la Tierra? ¿Qué significado tienen todas las lágrimas, los dolores, la muerte, la miseria, la angustia? Para el desarrollo personal, si, pero ¿para que otra cosa? ¿Cuál es el plan más grande? ¿Tan sólo para que un mundo se convierta en cenizas a causa de una guerra atómica? ¡No!. La lección que es preciso aprender es que el Espíritu puede llegar a conocerse a si mismo, que el hombre puede liberarse de la plaga del gran adulterio.

Un día en vuestra Tierra se verá un cegador relámpago. Todo lo viejo perecerá, quemado como paja en el altar de la verdad. Sólo permanecerán las ‘gemas’, las ‘gemas’ que pueden soportar la Llama Eterna.

La Tierra es una escuela para los dioses. El hombre –la pequeña Cosecha del hombre sobre la Tierra- el hombre que ha perdido los vestigios de lo humano –éstos son los que están hoy en la Tierra. Está escrito, no que la Cosecha sea grande; ¿acaso lo es? Si, está escrito así: y los labradores escasos.

 La Cosecha es grande según el número de labradores; pero del total de la población de la Tierra, la Cosecha es flaca.

Se necesitan millones de años desde que el hombre ha estado en la Tierra para que se pudiera producir la evolución de esa pequeña y concentrada gota de vida en el crisol del tiempo.

La Tierra es una escuela para la divinidad –no lo es Marte, ni Venus, ni Júpiter, ni el magnífico Saturno, ni el espiritual Neptuno, ni Plutón ni Mercurio, ni siquiera el Sol y sus muchos cuerpos. El loto surge del limo de la tierra. Y ahora tenemos un único pimpollo. El Padre baja su mirada desde el azul del cielo y el oro del Sol y contempla cómo un puro y único loto abre sus pétalos sobre el limo, y no tardará Él en inclinarse y arrancarlo para llevarlo nuevamente a su patria.

Por lo tanto vos y nuestros compañeros estáis condicionados por doquiera para la Gran Transmutación. Y luego marcharemos hacia otros universos y mundos que claman por nuestra ayuda. Cuando el hombre cumpla su día de graduación y logre la divinidad, el trabajo empieza. ¡Por incontables millones de años el hombre se ha elevado desde el animal para convertirse otra vez en ángel! ¡Pensad en las vidas y las intrigas, las batallas, los amores que tuvieron que desaparecer para producir una gota del elixir eterno!

Perdámonos en ese ejército siempre creciente, en esa cosa viviente que ha de ser una alborada cuyo brillo extenderá un fulgor dorado sobre toda la Tierra.

Aquellos que corren a las rocas no hallarán abrigo. Ningún refugio a prueba de bombas dará adecuada seguridad. Ninguna caverna es bastante profunda, ninguna montaña es bastante alta, porque este es el día de la Gran Transmutación en que todos los elementos serán modificados. No sólo os preparan para otras atmósferas, sino que ahora las dimensiones cambian.

 Estáis abandonando el mundo, el reino de la tercera dimensión. Estáis entrando en la dimensión de la comprensión. Aceptad lo que el Padre os ha preparado.

Lo físico, tal como está desarrollado, sólo ha de servir por breve tiempo. El trabajo es una de estas cosas, pues, aunque no lo sepáis, estáis en este momento ante el Trono de Dios Padre.

Algún día rememoraremos nuestro Sistema Solar y lo veremos estallar  como una estrella en el más alejado rincón del reino del Padre, porque una vez que haya cumplido su propósito se desintegrará en pensamiento.

En verdad somos un ejército. Hay rincones en el Omniverso donde no hay luz, sólo las tinieblas, y hasta un ejército suele mostrarse como el insignificante puntito de luz de una candela. Pero es preciso recordar que, no importa cuán densas sean las tinieblas, no importa cuán vasta sea la noche, la pequeñísima llama de una candela mantiene a raya la tenebrosa oscuridad. En su insignificancia es invencible porque es luz.

Luego, como la diminuta llama de una candela, surgiremos en una región que nunca había conocido antes la luz y traeremos la luz, tal como lo habían hecho los trabajadores del antiguo Egipto a través de Akhenatón.

Las gentes nunca lo habían visto antes. Algunos quedaron ciegos, porque era demasiado brillante. No pudieron comprenderlo, como ocurre hoy, por causa de la luz cegadora. Era una cosa a la que había que evitar, que temer. Y muchos se refugiaron en el amparo de la oscuridad.

¿Tiene el hombre la oscuridad? Decimos, no; ¡esto no es cierto!. el hombre teme la luz. desea nuevamente estar en la oscuridad del útero donde no hay luz, porque sólo allí se siente seguro, siente la calidez y la vida. Se necesita coraje para salir a la luz –para no quedarse en las tinieblas-.


Se produjo la confusión en la mente del Planeta Tierra. Aunque las gentes de la Tierra dicen que Marte es el dios de la guerra, Saturno el de la lobreguez, Neptuno el dios del misterio, Plutón el dios de Hades, ¡no! –estos son los atributos de la Estrella Roja; de la Tierra: ¡lobreguez, desesperación, guerra, muerte!. Este planeta estuvo en las garras y está en las garras de las hordas negras, de una galaxia distante conocida en el mundo oriental con el nombre de orden de los Dragones Negros, encarnados ahora en la Tierra en el comunismo y en todos los movimientos totalitarios. Se sientan en los tronos de la Tierra. En verdad os digo, se sientan en todos los tronos de la Tierra.

Esto lo supo esa noche una mujer en Belén . Sabía que los trabajadores que habrían de realizar la tarea para la cual habían sido llamados ya estaban en la Tierra –los Avatares Menores que vinieron para realizar ese trabajo, no meramente en aquella época, sino que habían venido antes durante incontables milenios. Estaban al servicio de este Maestro, ya fuera El Buda, Zoroastro, Melquizedec, Shem y otros. Pero sabía que su deber se cumpliría por la primera y última encarnación sobre la Estrella Roja cuando El vendría otra vez para el día, el día de Miguel de la Gran Transmutación.

Las horas negras están sufriendo ahora la agonía de muerte del Dragón, y en la agonía de muerte de una bestia muchos son los que han de perecer; pero finalmente, la bestia es derrotada. ¡Los mártires de Dios se regocijarán!.

Jesús dijo: “¡Mirad lo que han hecho al Maestro!. Si es así, ¿qué harán a los sirvientes?”. Vuestro corazón y alma, vuestro trabajo y mano han de tocar la frente de aquellos que miran constantemente hacia lo alto, buscando la nube que ha de venir. Vuestra presencia les tranquilizará el alma; llegará el día en que andaréis junto a ellos regocijándoos y cantando, como está en verdad escrito: “Los campos y todos los árboles batirán palmas con alegría”, porque salimos en paz tomados de la mano y nos reunimos en el lugar donde se reúnen las águilas y descubrimos nuevamente que estamos en Su mano.

Si el hombre en la Tierra pudiera tan sólo comprender que cada y toda alma es preciosa a su vista, por más degradada que se. Todos se levantarán con el tiempo al sonido del llamado y se pondrán en marcha como un solo hombre. El hombre está destinado a ser puesto en el trono del Omniverso para vigilar todas las estrellas, planetas, soles, mundos, que son sus pensamientos en acción.

Nada hay al final. Tan sólo hay el vivir –pero primero el servir.


HERMANO FELIPE

Lo que ahora estáis haciendo es prepararos para lo que ha de seguir a la catástrofe. Ya es demasiado tarde para prepararse para la catástrofe o para el tiempo que la precederá inmediatamente. Muchos creen que los Visitantes del Espacio vendrán y proveerán a todo. Os puedo asegurar que no lo harán. Sólo la presenciarán.

La vida se llevará según los medios y los modos convencionales de la Tierra. Esto será tan sólo por un periodo muy breve, y en rápido orden surgirá una gran civilización utópica sobre la Tierra a la manera de un fénix.

Pero hemos visto que todavía muchos no están prontos. No pueden renunciar a las comodidades y otras cosas a las cuales están acostumbrados y, sin embargo, en cuanto empiecen las catástrofes esos lujos y comodidades ya no tendrán fin alguno. ¿Cómo podrán lavar su ropa en máquinas careciendo de electricidad? ¿Cómo llevar a cabo las tareas del hogar? ¿Tendrán que ir a los fondos de su casa y asar la carne de un modo primitivo. La cocina eléctrica ya no funcionará más. No podrán encenderla. El gas tampoco funcionará.

 Tendrán que abandonar sus casas para poder vivir: retornarán a las cuevas. El hombre en la Tierra no ha de retornar al salvajismo como lo hizo en el pasado. Este es uno de los grandes fines de la llegada de las Gentes del Espacio –el de evitar esta catástrofe- porque el Remanente, a menos que no se lo ayude, regresará a las cavernas. No tienen otra elección.

Y muchos morirán porque carecerán de la habilidad para fabricar armas para asegurarse el alimento y otras necesidades como lo hicieron sus antepasados. No estarán adaptados físicamente ni tendrán la fuerza ni el aguante para vivir.

Os puedo decir sin pesimismo alguno que los próximos setenta años serán así. La Nueva Edad no aparecerá de súbito con ciudades de cristal que se extiendan a todo lo largo y lo ancho de la Tierra. No puede sobrevivir en un segundo. Serán unos setenta años de arduo trabajo para reconstruir una tierra totalmente destruida y convertirla en una Nueva Edad después de la próxima llegada de Jesús. No agitará una varita mágica ni todos seguirán las ovejas que pacen en las pasturas llevados de la mano por el Maestro que los conduce a los campos utópicos. No ocurrirá así. Habrá trabajo y más trabajo para desarrollar el nuevo mundo.

Luego, más o menos en el mismo período, el hombre se ha de convertir en estudiante para aprender de sus prójimos en la tierra que están más adelantados que él. Será instruido por sus Hermanos del espacio exterior, en especial los jóvenes que se interesan por los aspectos científicos y electrónicos, mientras que otras tareas serán más sociológicas e históricas para mostrar al hombre el pasado y la verdadera naturaleza de las civilizaciones pretéritas y su significación para el presente, y para enseñarle la verdadera historia del mundo, mientras que los Visitantes del Espacio le enseñarán de qué modo se debe construir un nuevo mundo, una nueva ciencia. Todo debe ser renovado. La Verdad ha de ser revelada; para desarrollar un hombre del nuevo mundo, que tendrá hambre de lo que es verdadero.

Empero setenta años es muy poco tiempo. Al cabo de esos años la Tierra será limpiada y purificada, y luego habrá las ciudades de cristal y habrá los viajes espaciales. Pero cuando esto tenga lugar el hombre descubrirá que se ha unido a la Hermandad Interplanetaria mediante sus propios esfuerzos y ha ganado un asiento en el Concilio de los Planetas Naciones, sólo para descubrir y entender el secreto de la llegada a la Tierra de las Gentes del Espacio. Fue repetido varias veces por distintas razones: a causa de nuestros experimentos atómicos, a causa de esto o de aquello. Todas estas cosas son ciertas, si, pero al mismo tiempo parecen una paradoja.

Las Gentes mismas del Espacio afirman que debido a la Ley Universal no pueden intervenir en el progreso del hombre sobre la Tierra. ¿Es esto cierto?. Empero intervienen , ¿no es cierto acaso? ¿Y no es acaso verdad que están aquí  por amor a sus prójimos? ¡No! Porque habrían aparecido en masa hace varios siglos si lo hacían puramente por amor. ¿Aman acaso menos o amaban menos entonces que ahora? ¡No! Al parecer algo falta –algo que nos daría la clave de toda la situación. Entonces ¿por qué intervienen ahora? ¿Cuál es la verdadera razón?. La respuesta tal como os lo han dicho es que una eventual evacuación del Sistema Solar pronto llegará a ser imperativa a causa del intenso bombardeo cósmico y de los dañinos rayos que son su consecuencia.

Este sistema será absorbido en el desarrollo de un nuevo sol embrionario y llegará a ser parte de él, y será utilizado en su desarrollo. Estamos girando en este sol como una hoja en un remolino de viento.

Después que el hombre conquiste un asiento en el Concilio comprenderá que sólo lo ha logrado para trabajar junto a los hermanos del espacio, representantes de los diversos mundos y sistemas solares, para ayudarlos en una gran evacuación. Y en esa época los remanentes de todos los mundos que lo merecen, gracias a una vida apropiada y a vidas pasadas, se embarcarán en este gran viaje.

El hombre emprenderá un viaje hacia lo desconocido, una vasta parte del espacio interestelar que nunca había sido explorada antes por el hombre, un espacio del cual corrían rumores en las leyendas de los más antiguos planetas y que era conocido como El Vacío de la Luz eterna. Las posibilidades y la nueva existencia que la mente del hombre encontrará allí desafían toda explicación, un desarrollo enteramente nuevo que se producirá en la mente del hombre al recobrar otra vez el poder del  Pensamiento Creativo, y allí aprenderá a comenzar la creación de mundos.

El pensamiento hace vacilar y pasará algún tiempo antes que cobre forma. Grandes armadas llevarán al hombre en este viaje, y ha de descubrir y pasar el tiempo estudiando muchos mundos antes de llegar a ese espacio.

Para completar dicho viaje se necesitará mucho tiempo. Pero, luego que el hombre haya logrado llevar la Tierra de vuelta a la Hermandad, preparará este viaje con sus compañeros de otros mundos. Le será dicho el secreto y sabrá por qué las Gentes del Espacio han venido en aquel momento, para que la Tierra sea elevada rápidamente porque no podía esperar el tiempo fijado. Las cosas se habían acelerado a tal punto que no podían esperar que la Tierra recuperase su integridad gradualmente gracias a la lección kármica. Intervenir era esencial.

Por lo tanto, a causa de este motivo, el karma que debían soportar a causa de su intervención será muy ligero. Se equilibrará por sí mismo…


MAESTRO KUTHUMI

Saludos en la Sabiduría de las Edades. Varias cosas merecen ahora ser observadas: de primerísima importancia es la llamada paz entre Israel y Egipto; es preciso observarla porque no es permanente. Aun ahora es siembra la simiente y la guerra es encarnizada. Esta paz es sólo superficial.

Este día (23 de abril de 1956) ha sido un día trascendental para los pueblos de la Tierra, si bien no se lo reconocerá en muchos decenios. Pero este día (y pronto os enteraréis de ello), en la Tierra, los hombres de ciencia crearon la vida. Durante mucho tiempo se empeñaron en lograrlo. Ya no necesitan más gallos para producir pollos; y lo han conseguido con ranas.

Ha tenido lugar por algún tiempo. Pero hoy, mediante la mezcla de ciertos elementos químicos, lograron producir virus. Se han creado a sí mismos. El próximo paso radica en crear organismos unicelulares y mantenerlos sustentados. Este es el problema –mantenerlos con vida una vez que han sido creados. Y era conocido en nuestros escritos que cuando esto sucediera sería otro signo de los tiempos.

Pero, después de la catástrofe, los sucesos de la Nueva Edad serán tan sorprendentes, que en el breve espacio de setenta años el hombre habrá progresado muchísimo en su desarrollo –dentro de setenta años habrá cubierto cien mil años. Creará des de la luz. Por ejemplo, un hombre rueda bajo un tren.

Las dos piernas son cercenadas del cuerpo. Se puede –si la pérdida de sangre no es demasiado servera y el físico puede mantenerse vivo hasta que sea llevado al área de los aparatos (no diré hospital porque esto implica otra cosa)- mediante la energía de la luz rehacerlo, aun al punto de órganos completos y el cerebro. Y esto es tan sólo el comienzo.

Los nuevos niños que nacerán son de un orden diferente. Provienen de una zona del espacio que ahora necesita la experiencia del Rayo Violeta. Se encarnarán en la Tierra.

La Tierra va a graduarse y aquellos que no están prontos para acompañarla tendrán que retroceder y volver a seguir el mismo curso. Aquellos que fracasen esta vez, al final de un gran ciclo, han de volver a repetir miles de encarnaciones. Si un hombre en la Tierra supiera por cuánto tiempo ha de verse detenido (nunca digo retrogresión tal cosa no existe; no es retroceder sino detener el progreso), si conociera el sufrimiento, las vidas que ha de pasar, la ansiedad que tendrá que sufrir, todos los problemas de la tierra desaparecerían- si en verdad lo supiese y lo creyese. Pero, claro está, no lo sabe.

No se sabe aún quiénes permanecerán y quiénes no lo harán. Ha sido determinado. Las ovejas fueron separadas de las cabras, las blancas de las negras, el trigo de la cizaña. La inspección fue completada. Ya sabe a qué campo el hombre ha de ir.

Pasados los setenta años, el Milenio empieza en pleno y una vez terminado el período de reconstrucción todo será hecho de nuevo al como está escrito. Todas las viejas formas fueron eliminadas. La nueva Verdad, sea que pertenezca a la historia o a otro campo cualquiera, ya está establecida.

Por mil años el gobierno del Cristo sobre la Tierra, y luego ya no tendremos más necesidad de la Tierra. En el período del Milenio el hombre tendrá que alcanzar grandes alturas.

 Aquellos que merecen permanecer y luego ir con los otros al espacio o la nueva zona de Luz a la cual se han referido los Instructores, porque para ese entonces el Sol de nuestro Sistema ya no sustentará más planetas.

Nuestro sistema está condenado a ser absorbido por un nuevo sol embrionario. Se precipita ahora a varios miles de kilómetros por segundo hacia su destino como una mariposa que se acerca a la llama de una candela.

 Cuando todo esté hecho de nuevo en el abrir y cerrar de un ojo, tal como está escrito en vuestras profecías, los hombres sentirán por un instante como si estuvieran en el paraíso. Pero digo que no puede realizarse. Empero la Tierra cambiará su escala de tiempo. En realidad, se está produciendo un cambio en vuestra dimensión y en vuestro campo de tiempo. Habrá un breve período de descanso que parecerá durar diez años. En una hora importante se puede lograr la experiencia de toda una vida.

Si vuestros prójimos os dicen: “¿Creéis que habrá una guerra atómica?” preguntadles si creen en las profecías que están escritas en la Santa Biblia y en otros lugares. Si os dicen, “Si”, decidles entonces: “Habéis contestado a vuestra propia pregunta”, porque está claramente escrito en las profecías lo que ha de tener lugar.

El Maestro dijo: “Aquellos que pueden ver y oír”. Son escasos aquellos que pueden verdaderamente ver y oír.

Aquellos que se niegan a ver, son como el ebrio en la taberna que se ha incendiado y se niega a creer que la fiesta ha terminado. El mundo sigue comiendo y divirtiéndose en la hora del juicio. De hecho, la música es más ruidosa y las bebidas más fuertes, para ahogar el sonido del fin de la Edad. Y fue profetizado que el hombre se comportaría de este modo en la hora del desastre.

De este cuadro general sólo se aprende una lección, hacer que los hombres sean más fuertes en espíritu. Pero agrego a mis palabras las de mi Hermano Sanat Kumara, que el mayor conflicto que el mundo haya visto o soñado tendrá lugar antes que se pueda iniciar el periodo de reconstrucción.

Algunos dirigentes mundiales, los verdaderos dirigentes mundiales, se están preparando ahora para lo que fue escrito y profetizado. Pese a que les fue dado el aviso de nuestros Hermanos del Espacio, lo han desdeñado. Prosiguen planeando la destrucción. Saben que el aumento de la experimentación atómica provoca el derretimiento de los casquetes polares, pero no intentan en absoluto detenerlas. El mundo está en manos de hombres mezquinos, dementes. Están literalmente locos. Pero no tardarán en ser eliminados. La Tierra será limpiada de ellos del mismo modo que se elimina una odiosa infección. Parece un mundo de locura carente de propósito, pero en el cuadro total la locura es de tan terrible naturaleza que aquellas almas que la padecieron sin sucumbir no son sino más grandes por ello. La prueba de fuego las templó más allá de toda experiencia. En los mundos del espacio hay almas que claman por nacer en la Tierra. ¿Por qué habrían de renunciar a sus celestiales moradas por un mundo tan violento y aborrecible? Porque sólo aquí pueden recibir las lecciones de espíritu que un mundo tan malvado puede dar. Sin embargo es un bello planeta desde el punto de vista de su creación natural, mucho más bello que sus vecinos. Marte es un mundo desolado, envejecido, no particularmente bello. No tiene los paisajes que tenéis.

Es el hombre, que se arrastra como las alimañas sobre la superficie de la Tierra, quien la ha contaminado y destruido por doquiera ha ido. El hombre siempre destruye. Y esto se aplica igualmente a los otros planetas porque, si bien han progresado más que el hombre en la Tierra, están aún lejos de ser perfectos. Cometen muchos errores. Así como ante un salvaje pareceríais perfectos, empero sabéis que no lo sois. Así los hombres de otros mundos nos parecen, pero están lejos de ser perfectos y lo saben.

La Tierra, debido a esta razón, es capaz en breve tiempo de otorgar cualidades al Espíritu que para realizarse hubieran necesitado muchas vidas en otros mundos. De hecho, quizá nunca hubieran logrado esta experiencia particular.

La Tierra es una escuela para dioses, ¡pero una extraña escuela en verdad!. Algunas de las gentes de los mundos más magníficos están en realidad envidiosos –si pudieran sentir envidia (pero esta es la palabra más aproximada en que puede pensar para expresarlo)- porque saben que en la Tierra si es posible combatir dicha negatividad tienen que tener un poderoso espíritu.

No estoy elogiando a las gentes de la Tierra, pero aquellos que sufrieron una vida tras otra en ella desean todavía regresar. No hay ley alguna que diga que se ha de regresar; lo hacemos por propia elección porque sabemos que sólo aquí se aprende la lección.

 Podríamos quedarnos en un paraíso eterno. No tenemos que retornar a la vida física. Al fin y al cabo, tenemos toda la eternidad para hacerlo. Empero es preciso recordar que todo lo negativo y lo positivo, es el Padre. Sin la negatividad, El no tendría existencia.

Por lo tanto Él es al mismo tiempo “malo” y “bueno”, positivo y negativo, Madre-Padre Dios.


MAESTRO KUTHUMI

Hemos dicho muchas veces que este es el momento de la acción. Felipe me ha llamado esta noche para que os hable sobre cuestiones de gran importancia. Las fuerzas se alinean ahora aún más estrechamente, como lo habéis percibido. El mensaje que os traigo es un mensaje de profetas falsos. Quiénes son y cómo hemos de conocerlos y descubrirlos.

Veréis que en ciertas comunicaciones se afirma que en algunos de ellos no queda chispa alguna de divinidad. Este es la falsedad. No hay criatura en el universo, no importa cuán malvada o degradada sea, que carezca de una minúscula chispa de divinidad. Sin esta divinidad no podría existir.

La segunda falsedad es que tales seres son aniquilados por decreto divino. No hay cosa alguna que sea aniquilada por decreto divino. La gran inundación que destruyo las abominaciones de la Tierra, fue decretada por la Divinidad, si, ¿pero por qué ocurrió así? antes fue hecho así por las mismas criaturas. Era preciso seguir cierto curso de acción. Pero de ello se infiere que son aniquilados de la memoria, aniquilados como individuos. ¡Os digo que si siquiera el Padre Divino os puede aniquilar como individuo!. Una vez que Él puso en efecto sus leyes inmutables ni siquiera Él puede cambiarlas. Os puede haber sorprendido esta confusión. A veces parece buena; se ajusta. Otras veces, es por completo desacertada. La razón es obvia. Cuando el que la recibe se siente seguro de sí se establece la comunicación y el individuo llega a un nivel más alto; de otro modo lo astral pasa de largo. Lo único que no anda con ellos es que son astrales y por lo tanto su percepción no es tan aguda como la de la mayoría de los mortales. Tanto os valdría salir a la calle y preguntar al primer transeúnte que os aconseje. No quiere decir que son malos. No hay nada de malo en los astrales. Hay muchos seres maravillosos que son astrales, cierto, pero el hecho de ser astral no hace de ellos algo especial. Es preciso conocer lo que eran antes de ser astrales. Os gustaría charlar con Gandhi si es un astral, pero no creo que Dillinger os pueda dar mucho .¿Cuál es la razón por la cual el mundo sufre el malentendido de que en cuanto un hombre muere logra alas y la sabiduría de Salomón, que debido a una muerte reciente puede impartir mucha sabiduría?.

Las fuerzas astrales también están ayudando. Hay muchos grandes seres que ayudan tanto a los hombres del espacio como a vosotros. Actúan en el papel de emisarios, efectuando el trabajo que pueden. Algunos realizan buenos servicios en los campos de batalla, en las calles y en las oficinas, cada cual actuando como mentores y guías para las gentes del mundo. Al fin y al cabo, todos nosotros hemos sido astrales muchísimas veces. Hemos sido astrales tantas veces como en ese sentido hemos sido mortales. No hay en ello inferencia alguna de que todo lo astral es negativo.

Pero cabe cuestionar a aquellos que llaman a los otros ovejas negras. ¿Acaso no serán ellos mismos las ovejas negras? Porque está escrito que las fuerzas de las tinieblas llegarán como ángeles de luz, en especial en la época que fue profetizada.

Lo que ha penetrado bajo las fuerzas de Nostradamus es cierto. Cuando aparezca el Maestro se lo llamará Satanás, como Él fue llamado borracho y tratante de prostitutas cuando estaba en la Tierra, pero esto no produjo cambio alguno en Su deber y Su misión. Por lo tanto, quienes ahora llaman a las otras gentes “falsos” materiales, impresionados por los astrales, son aquellos que debemos vigilar, porque no es necesario señalar con el dedo a persona alguna si poseemos la Verdad. Un falso profeta suele hacerlo, y podéis decirlo a vuestro pueblo: cuidaos de los falsos profetas porque vendrán vestidos con pieles de cordero, infortunadamente, algunos creen que están trabajando para las fuerzas de la Luz. ¡Pobres almas extraviadas!. Están ayudando las fuerzas del Anti-Cristo al fomentar las disensiones. Aquellos que trabajan con el Cristo Luz no necesitan dar prueba alguna. Su propio trabajo es su carta de presentación. Por sus obras los conoceréis; por sus frutos los conoceréis. ¿No es acaso cierto? No es preciso que os anunciéis desde los tejados de las casas para decirles quiénes sois.

Decidle lo siguiente a vuestro pueblo: Las gentes del espacio son seres tridimensionales como nosotros. No son fantasmas. Hay seres de otras dimensiones que están trabajando con la Confederación del Espacio, pero no se presentarán en vuestras salas de recibo.

Son los mentores de los Hermanos del Espacio que vienen en forma física. Hemos afirmado antes que todos los seres espaciales no son tridimensionales. Aquellos que operan en las naves espaciales por encima de vuestro mundo se pueden ver, sentir y tocar lo mismo que vosotros, son tridimensionales. El universo de Dios está completamente ordenado. La razón por la cual se ven las naves espaciales se debe a que las gentes de los otros mundos todavía las necesitan y las construyen para viajar.

Hablo con vehemencia porque lo que digo lo siento con vehemencia. La situación que tiene lugar en los Estados Unidos de América me perturba profundamente. Os aseguro que la obra de la Nueva Edad progresa mejor en Europa y otros lugares, en Canadá, Australia y Nueva Zelanda de lo que lo hace en los Estados Unidos. ¿Quién ha firmado que los Estados Unidos escaparán al desastre? Los Estados Unidos quedarán sumergidos, con la excepción de unos pocos lugares montañosos en las costas del este y del oeste. Partes de los cuatro estados –Colorado, Utah, Arizona, Nuevo México- no serán cubiertos por las aguas. Pero por el momento no proseguiremos hablando de este tema. Los Estados Unidos son el centro de las fuerzas más tenebrosas del Planeta Tierra.

Las Naciones Unidas caerán porque lo que se lee en Nostradamus sobre las fuerzas es cierto. Los señores de la guerra, los “Banqueros Internacionales” harán uso de los Estados Unidos para establecer su supergobierno. No lo lograrán. En las Naciones Unidas no están las fuerzas de Cristo. No quiere decir ello que no haya en ellas personas buenas. Pero la organización es en sí misma un centro que aprovecha la credulidad de la gente.

Digo que está bajo el dominio del demonio y debe caer. El Maestro lo ha dicho, y está escrito en los Corintios por nuestro bienamado Pablo. Todas las formas de autoridad y poder han de ser derribadas antes que yo venga. Y las Naciones Unidas se ajustan a esta categoría.

Todos desean la Nueva Edad, pero desean que sea una Nueva Edad americano, o una Nueva Edad británica o una Nueva Edad comunista. Digo que todas las formas de gobierno caerán. Cada sede de gobierno caerá total y completamente. Cada sistema económico será eliminado. Perecerán todas las formas de autoridad que están bajo la guía directa y la tutela del Dragón Negro.

Este es un tiempo importante. Es el tiempo en que el Anti-Cristo mismo aparecerá, pero será seguido como Maestro, quizá como si el Cristo hubiera regresado. No les será fácil a las gentes decidirse entre el Cristo y el Anti-Cristo, porque ambos aparecerán como ángeles de Luz. Ambos serán amados por las gentes. Muchos de los elegidos y los escogidos no sabrán elegir. Tan sólo los capaces de discernimiento lo sabrán.

Cabe descubrir a un falso profeta por el hecho de que es el primero en arrojar piedras. Por qué una oveja negra se viste de oveja blanca, y luego anda por el rebaño gritando: ¡Oh Dios mío, hay una oveja negra!. Lo hace para que no le presten atención y así todas las ovejas se examinen unas a otras porque teme que su disfraz de oveja caiga revelando que es un lobo.

Los próximos siete años serán de gran importancia para el mundo. No cederemos; no diremos a cada momento que las cosas mejoran. La Biblia dice: “Cuando hablan de paz, ¡estad alertas!” las cosas no mejoran sino que empeoran. Los últimos coletazos del Dragón Negro moribundo sembrarán la destrucción. Aquéllos que dicen que están trabajando con las fuerzas de Cristo y siguiendo los mensajes de los profetas y el Cristo, siguen dando vueltas y diciendo que todo es perfecto; ni siquiera creen en las profecías que pretenden creer.

¿Acaso todo es bello en la Biblia?. Pocas cosas lo son. No hay sino sangre desde el Génesis hasta el Apocalipsis. La única esperanza brillante en ella –que se repite hasta la llegada del Maestro- la única esperanza es Su mensaje. Así ha de ser. El Libro del Apocalipsis no es sino la historia de un lecho de rosas, de un paseo por los Campos Elíseos con el Maestro que nos acompaña y nos guía a la fiesta. Empero, la conclusión será maravillosa y más allá de toda creencia.



Aquellos que piensan que ha llegado el tiempo de esconderse hallaran que sus lugares de escondite se derrumbarán sobre ellos. Aquellos que dicen que no habrá destrucción, no se dan cuenta, ni quieren creer en las profecías divinas, tanto las que nos vinieron de Jesús el Cristo como de los santos profetas de todos los tiempos. Si no creen que habrá guerra en los cielos, no creen luego en el Capítulo Doce del Apocalipsis de su propia Biblia. Si no creen que habrá un juicio que ha de recaer sobre el hombre y que Jesús el Cristo ha dicho: “El que no es conmigo, contra mí es”.

Estas son palabras vehementes, pero habéis de creerlas. ¡No creen en el Libro de Ezequiel! ¡O en el Libro de Isaías! ¡No creen el as palabras de Daniel! Ni siquiera creen en Cristo cuando Él habla del fin de la edad. Y si no creen en el Libro del Apocalipsis, no pueden aceptar entonces los aconteceres que ahora tienen lugar. La Gran seductora, la serpiente, los tienta para que se abandonen, para que se escondan, para que renuncien a la lucha! ¡Por lo tanto, es preciso ponerlos en guardia! Decidles: “Queridos hermanos cristianos, manteneos firmes y volved a leer el Libro en el que creéis según vuestro decir. ¿Cómo podéis creer en una parte de él e ignorar los dos tercios?”.

Examinemos el Capítulo 12 del Apocalipsis:

Ap. 12:1: Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

La mujer qué es la señal de nuestro Sistema Solar, no de la Tierra sino del Sistema. Las doce estrellas en la corona son los doce planetas: La Luna debajo de sus pies. ¿Por qué hablan de una luna? ¿Y vestida del Sol?. El Sistema Solar estaría vestido del Sol, ¿no es cierto?. Más ¿por qué la Luna debajo de sus pies?. El lado oscuro de la noche.

Se refiere a cosas que son lunares; cosas de la noche; cosas secretas.

Ap. 12:2: Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

Ahora el Sistema Solar dará a luz a un niño. ¿Qué significa esto? El niño es el mundo terrestre. ¿No clama acaso el Sistema Solar con dolores de parto para la Tierra?

Ap. 12:3: También apareció otra señal en el cielo; he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

Tenemos aquí otra vez el siete y el diez. El diez representa el “Imperio Escondido”. El siete eran los reyes, mientras que el gran dragón escarlata simboliza las fuerzas negativas.

Su contraparte sobre la Tierra, la gran bestia, también tiene siete y diez, contraparte exacta de la misma fuerza. El gran dragón escarlata también puede ser llamado el gran dragón negro, pero es llamado aquí el gran dragón escarlata.

Ap. 12:4: Y su cola  arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo…

La tercera parte de las estrellas del cielo es un buen número. En la época en que esto fue escrito unas dos mil estrellas eran visibles a simple vista –claro está que el hombre puede ver ahora otras tantas a simple vista.

La tercera parte: 650-700. Estos son muchos sistemas solares, ¿no es cierto? ¿Qué quiere decir sino la tercera parte de las estrellas del cielo? La cola del gran dragón escarlata simboliza su jurisdicción de poder pero asimismo tiene otro significado. Hay lo Negro, lo Blanco y lo Neutro. Al parecer la cola es un conjunto de seguidores, se podría decir. Recordad lo “Negro, Blanco y Otros”. Así está respaldado por las fuerzas “Negras” ¿no?. Esta es la tercera parte de las estrellas del cielo.

Ap. 12:4: ….. y las arrojó sobre la tierra…

¿Qué quiere decir esto?. De seguro se habrán encarnado aquí. Y por arrojarlas sobre la Tierra han retornado ahora; dieron comienzo a su campaña con empeño. En otras palabras, ese período tiene lugar ahora. Este capítulo está destinado al momento presente.

Ap. 12:4: …. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

El dragón devorará al niño. El Sistema Solar, en otras palabras, está pronto para llevar el último hijo que le queda al redil o Tribunal, a la Hermandad Interplanetaria, pero las grandes fuerzas “Negras” devorarán a ese niño antes que lo pueda elevar a esa categoría.

Ap. 12:5: Y ella dio a luz un hijo varón…

¿No se dice siempre al hablar de la Tierra la Madre Tierra? ¿Cuál es la situación de ese niño varón?. La Tierra que antes era “ella” es ahora “él”. ¿Qué significa esto –un hijo varón?. . Podría  representar un poder o una fuerza. Pero asimismo representa la divinidad de la Tierra porque la Tierra está destinada a gobernar otros sistemas planetarios. Os han dicho que esta es una escuela para los dioses –para dioses, de dioses y por dioses. Así, ese niño varón simboliza esta divinidad de los hijos de la Tierra; y no ha de ser dovorado por el gran dragón escarlata antes que pueda cumplir su divina misión. Pero es atrapado.

Ap. 12:5: ….que regirá con vara de hierro a todas las naciones…

El hijo varón que ha de regir a todas las naciones, a todos los sistemas planetarios quizás en esta sección de la Galaxia, ¿es esto posible?. Se encuentra muchas veces en la Santa Escritura que “naciones” no se refiere a reinos terrenales sino a otros mundos, no siempre pero muchas veces, en especial las secciones proféticas. ¿Pero qué es esa vara de hierro?. No quiere decir con fuerza, autoridad o dictadura, no quiere decir esto en absoluto.

Ap. 12:5:… y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

El niño es arrebatado para Dios y para el trono. ¿Dónde está el trono y dónde está Dios?. En Sirio. ¿Qué significa esto, que la Tierra será colocada literalmente sobre Sirio?. No. Pero unos pocos niños serán arrebatados.

Ap. 12:6: Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios…

La Tierra huyo al desierto –al Sistema Solar. ¿No sería el campo magnético del sol embrionario –el desierto?.

Ap. 12:6:…. donde tiene lugar preparado por Dios…

Si en verdad, ha sido preparado.

Ap. 12:6:… para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

¿Cuánto tiempo representa esto?. Son tres años y medio. Si calculamos tres años y medio del tiempo presente nos lleva a 1960 –el año del cambio.

Ap. 12:7: Y después hubo gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón…

Miguel y sus ángeles se refiere a los mundos que están debajo de la corona del Sol. ¿Cuál es la naturaleza del Sol?. No es, desde luego, frío en el sentido de grados, pero no es un cuerpo llameante. ¿Qué hay debajo de la corona solar que nunca fue visto por el hombre? ¿Cuáles su naturaleza según vuestro parecer?. Es un cuerpo frío. ¿Qué hay debajo de él?. Planetas. Todo es una duplicación del reino del Padre. Estudiad la construcción de un átomo.

 Hay en él tanto electrones como protones. Si en el exterior hay doce planetas, el Sol es el núcleo; doce planetas son los electrones y dentro del núcleo están los protones.

Doce neutrones. ¿Qué son –hablando del Sistema? ¿No es así?. Los doce cuerpos debajo de la superficie de la corona: El Sol está compuesto de doce cuerpos, y sus revoluciones producen el extraño ciclo de manchas solares todos los once años. Pero los habitantes –porque hay habitantes sobre el Sol- son diferentes de los que habitan los mundos. No podría explicar la vida tal como existe allí. Pero hay mundos.

La vida no existe en un gas encendido. Esos seres son los llamados ángeles. Miguel y sus legiones –los arcángeles- todos ellos son moradores del Sol.

¿Por qué sólo hay siete arcángeles?. Porque sólo hay siete planetas sagrados de los antiguos. Debido a que no tenían el cuadro completo no significa que no hubiera más. Los verdaderos antiguos sabían que había más. De ahí los doce signos astrológicos, como también los doce arcángeles.

Ap. 12:7-8: … y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

¡Y ahora el cuadro se desenvuelve!. El gran dragón escarlata no prevaleció. ¿Qué es esta guerra en el cielo? ¿Vamos a librarla en nuestros cohetes espaciales? ¿Qué clase de lucha ha de ser?.

Será el conflicto del materialismo tal como se expresa en el plano mental contra el desarrollo espiritual tal como está expresado en el plano mental. Será una batalla de ingenios, y ahora hace estragos en torno de vosotros todos. ¿Por qué hemos hablado de Aquellos del Casco de Oro?.

El casco de oro no significa un atavío que impide el paso de las flechas y los proyectiles. ¿Qué es el casco de oro sobre la cabeza?. ¿Qué significa? ¿Por qué se encuentra ese extraño casco en los antiguos ídolos aztecas? ¿Por qué se lo halla en todo México?.

Ap. 12:9: Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás…

Aquí llegamos a lo esencial de la cuestión. La antigua serpiente; el retorno de los pueblos Nagas, los Atlantes, la Serpiente o el pueblo de la Serpiente, ¿no es así? ¿Qué quiere decir el “Diablo”?

Ap. 12:9: Y fue lanzado fuera el gran dragón…

El gran dragón: dividido en tres cosas separadas, pero que fueron contempladas como si fueran sinónimas. El dragón el “Diablo” y la serpiente se identifican como un solo ser. ¿Qué es el Jardín? ¿Es un pequeño lote de Tierra sobre la superficie de la Tierra, o es la creación entera –ese Jardín de Edén? De seguro la creación.

El dragón es la organización respaldada por las fuerzas “Negras”, Será destruida. La serpiente quiere decir la raza del pueblo de la Serpiente o el pueblo de la Serpiente –los Atlantes que regresan tal como lo prometieron al abandonar la Tierra, que regresan para apoderarse de ella.

Ahora bien, ¿qué es el “Diablo”?. En realidad, el Diablo no existe. Cada hombre es su propio Diablo, su sí más vil, la necedad primitiva de cada hombre. El Diablo –lo vivido; el mal- el vivir. Servir a las fuerzas “blancas” es vivir; servir a las fuerzas “negras” es morir.

Ap. 12:9:… y Satanás, el cual engaña al mundo entero…

¿Y quién es Satán? Satán escrito al revés es “Natas” o “Nagas”.

Ap.12:9:…fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Al parecer esto quiere decir que cierto dirigente de este grupo del pueblo de la Serpiente habría de venir con sus cohortes. Ya ha llegado en la forma de Rusia Comunista, de la cual Marx y Lenin eran jefes de las cohortes.

Ap. 12:10: Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios…

Al parecer esto quiere decir que cierto dirigente de este grupo del pueblo de la Serpiente habría de venir con sus cohortes. Ya ha llegado en la forma de Rusia Comunista, de la cual Marx y Lenin eran jefes de las cohortes.

Ap. 12:10: … y la autoridad de su Cristo, porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

¿Se explica por sí mismo de seguro?

Ap. 12:11: Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

¿Qué es la sangre del Cordero? Quizá la vida del Cordero.

Ap. 12:12: Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.

¿Acaso no es significativo, porque no hay referencia alguna a un ser angélico amorfo? “… alegraos, y los que moráis en ellos”. –directa aseveración de otra vida planetaria.

AP. 12:12-13: ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

En la forma de vuestro “Imperio Escondido”. Esta será la ira del diablo sobre la superficie de la tierra.

AP. 12:14: Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto a su lugar…

¡Que extraño! ¡Las dos alas de una gran águila! Que es lo que dice la Santa Escritura: ¡se apoderarán de vos! Os reuniréis en el lugar de las águilas. Se refiere a las naves espaciales. Empero esto no quiere decir que la mujer, o el Sistema Solar, será arrebatado. Las dos alas que sugieren la huida, tal vez signifiquen la realización del Universo Theta. Las dos alas de un águila en posición de vuelo nos dan la letra “L”.

Ap. 12:14:…. Donde se sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.

¡Ah! ¡Y ahora el enigma que siempre ha desconcertado al hombre! ¿Qué es “un tiempo” y “tiempos” y “la mitad de un tiempo”? “Tiempo” es un periodo, y “tiempos” es el plural de ese periodo. Suponiendo que un tiempo fuese un año, tiempos serían dos años, y la mitad de un tiempo medio año, dándonos un total de tres años y medio o tres dimensiones, más –tres dimensiones o más allá.

Ap. 12:15: Y la serpiente arrojó de su boca tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.

No agua en el sentido literal, desde luego. En sus diferentes aspectos el agua representa la debilidad y la negatividad, la limpieza, la potencialidad mental y, en algunos casos, la vida o energía vital.

Ap. 12:16: Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.

¿Qué intercambio de términos! Una vez es una serpiente y la próxima un dragón; luego un diablo, después Satanás.

Ap. 12:17: Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

¿Ahora tenemos de nuevo al dragón!. Cada uno es utilizado con un significado particular. Uno  significa los “Impíos Seis” que obran con los “Negros”; otro las actividades de los “Negros” sobre la Tierra, o sus representantes, el “Imperio Escondido”. El otro término simboliza la fuerza que está tras esas cosas. Un diablo, un dragón –el dragón mismo es simbólico y siempre se lo usa en los lugares en que se habla del dragón que entabla la guerra en el cielo. Y hace la guerra a la semilla de la mujer. ¿Cuál es la “semilla” del Sistema Solar? ¿Cuál es el “remanente de la semilla” del Sistema Solar? –Son las gentes, ¿no es cierto?. En otras palabras, tenemos una guerra del Sistema. Nosotros, los que pertenecemos a este Sistema, somos invadidos por los de Orión. Por lo tanto los habitantes del Sistema Solar, como también los habitantes de los mundos exteriores –cada uno en número de doce- se están preparando para esa guerra en el cielo que ahora empieza y proseguiré por los próximos tres años y medio; lo cual corresponde asimismo a los tres y medio de “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”.

MAESTRO KUTHUMI

La primera parte de este mensaje está dirigido a quienes sirven en la Luz. Antes que pase mucho tiempo os puede sobrevenir una purga a algunos de vosotros que estáis sirviendo en la Luz. Pero no prestéis oído. Y, si lo hacéis, deseo que utilicéis como referencia y prueba cierta escritura del Evangelio de San Marcos.

San Marcos 13:9-20: Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en la sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. Y es necesario que el evangelio se predicado antes a todas las naciones. Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablar; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces lo que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; y el que está en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no se en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días.

Dicen que no hay probabilidad alguna que tal cosa ocurra. También dicen que no habrá guerras, ni catástrofes. Todo es paz; todo es amor. Pero entonces el mensaje de Cristo cuyas mismas palabras fueron escritas por Marcos. Son palabras verdaderas, porque Marcos las oyó él mismo. Porque os han de liberar.

Ap. 3:14-16: Y escribe el ángel de la iglesia de La odisea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuento eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Lo dice otra vez: “He aquí el Maestro que os habla”. En la nueva versión de la Biblia dice, “te vomitaré de mi boca”. Prefiere que seáis completamente indiferentes a Su palabra a que seáis tibios porque conocéis la verdad y empero no la ejercéis. ¡Más os valiera ser frío, ignorante de los hechos. “Ojalá fueses frío o calientes mas no tibio”. Los cristianos tibios serán vomitados de la boca del Hermano Mayor y del Padre.

Decidles: ¿dónde está vuestra fe? Si no creéis en la promesa que El os hizo. Si sois Sus niños, aun más Sus Hijos, ¿acaso no estará El a Vuestro lado? Cristianos tibios ¡cuidaos!.

Ap.3:17: Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo…

“Si soy un buen cristiano. Voy a la iglesia todos los domingos. No he perdido un domingo en veinticinco años. Veis allí ese vitral en la iglesia –ese vitral de vidrio escarchado- lo doné a la iglesia. Costó 100 libras esterlinas. Aporto a la caja de misioneros, a la caja del hospital, a la caja del orfanato. Soy un hombre rico; tengo mucho dinero. Soy cristiano, pero no creo en las promesas de Dios. Ni siquiera creo en la vida eterna. A veces dudo de ello; en efecto, muy a menudo dudo de ella. No me gusta pensar en la muerte porque no creo realmente en la vida eterna. Me preocupo por mis enfermedades y por mis malestares, pero no los llevo al Padre que nos ha prometido que puede hacer todo y cuidar de todos. Me falta la fe. ¡Cuántas veces oímos estas mismas palabras de los “buenos cristianos!.

Ap. 3:18-22: Por tanto yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; se, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

¡Sí, el que tiene oído! Decid a vuestro pueblo que este es el mensaje: el que tiene oído, oiga. Tibio budista, tibio musulmán, tibio cristiano: ¡el Maestro está a la puerta y llama!. Llegó el momento de olvidar nuestra tibieza. ¡Mas os conviene ser caliente o frío, pero elegid uno o el otro!.

Este es tiempo de “revolución”. Es tiempo para que los puros de corazón se levanten y derriben las fuerzas tenebrosas de la Tierra. Este no es tiempo de repetir “letanías” en las iglesias, no es tiempo de frecuentar las sociedades seculares, de preocuparse en la iglesia por la beneficencia. ¡Poned más ardor cristiano, porque las negativas fuerzas “negras” os están engañando!. Despertad o seréis vomitados de la boca del Maestro.

Otra vez estoy en gira empeñosa. Me divierte el que las gentes no pueden aceptarlo como si fuera el Maestro K.H. porque se supone que soy un monje estúpido descansando a la vera del camino en su lecho de clavos y contemplando el Sol. Creen que desde Shigatse suelo hacer periódicamente una declaración de este tenor: “Dentro del loto de mil pétalos mora toda la sabiduría: Dios es amor, Dios es paz”. ¡No!. Este es el momento de los hombres y de los maestros de la acción y no el momento de la meditación.

Este es el momento del fin al cual se refirió Cristo. ¡El era un hombre de acción!. Cuando El estuvo ante la tumba de Lázaro, gritó: “¡Lázaro, ven fuera! ¡Te lo mando! ¡En el nombre del Padre”. La tibieza no es del Padre. ¡Tened fortaleza!. Conoced donde habláis y donde estáis, y conoced la verdadera Iglesia de Cristo, que es Su Cuerpo Místico.

Si, en cualquier momento, sois liberado en esta vida o en un millón de vidas posteriores, no penséis en lo que diréis. Pero si debéis hablar fuera del Padre y por propia volición, decid que en la tierra tenéis una misión, que no habéis engañado a nadie, ni a país alguno, ni a cosa alguna. Sólo estáis sirviendo al verdadero Creador. decidles que no tenéis que dar cuenta de vuestras acciones sino a Él. Y os replicarán: “Tomadle vosotros y crucificarle” asi como hicieron con el Maestro, “por blasfemar” y por llamarse hijo de Dios. Empero los insensatos no saben que ellos, también,, son hijos de Dios.

MAESTRO HILARIO

Estudiemos ciertas partes de la Biblia.

I Corintios 12:1-31: No quiero, hermanos,  que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hará saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas esas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijeren el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo. ¿por eso no será del cuerpo?. Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído?. Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?. Mas ahora Dios ha colocado los miembros de cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?. Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundantemente honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?. ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?. Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

Este capítulo poderoso, con el maravilloso simbolismo que lleva nuevamente implícito el doce. Las partes del cuerpo sobre la Tierra han estado en conflicto unas con otras por varios miles de años, ¿no es cierto?. Una mano ignora lo que la otra hace. Los pies se dirigen hacia el lugar que la cabeza no escogió. Están en conflicto. Y cuando hablamos del solo cuerpo en Cristo hablamos de todos Sus hijos y de las ovejas de Su rebaño sobre el Planeta Tierra.

Pero los tiempos cambian y ya no habrá más lucha alguna. Somos llevados a la perfección en un solo cuerpo en la vibración de Cristo. Si cada parte no está en armonía con la otra, está fuera del ritmo cósmico, luego se produce la discordia y el conflicto, y ésta es la base de la “enfermedad” individual.

Este capítulo se refiere a los dones del Espíritu por nuestro Padre Infinito. Algunos hablarán lenguas: Isha malai tai tou. Algunos interpretarán las lenguas. “De la Llama Eterna”, dije, “viene toda sabiduría”. Así habrá lenguas habladas y aquellos que traducen las lenguas. Habrá profetas y apóstoles. Habrá sabiduría y conocimiento. La sabiduría no es conocimiento ni conocimiento es sabiduría. No lograréis la sabiduría por el mero hecho de tener conocimiento.

Mi próxima cita es de Malaquías, el último capítulo y el último Libro del Antiguo Testamento.

Malaquías 4:1-6: Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrazará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis, como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo la planta de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envió el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

¿No es un hermoso capítulo? –Elías llega antes del grande y terrible día de Jehová, llega Juan el Bautista. ¿No está escrito así?. Leed ahora otra vez el Sol de Justicia, porque es un importante versículo.

Malaquías 4:2: Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación…

Nuestro mensaje está dirigido al Remanente, a nadie más. Después del tiempo de tribulación y el establecimiento del Milenio sobre la Tierra, algunos dicen, “¿Cómo podré adecuarme a ese período con mi Señor?. No tengo piernas; estoy en las últimas etapas del cáncer”, Hablamos de esas condiciones físicas, negativas, pero los pueblos del mundo quieren saber y tienen derecho a conocer la respuesta.

¡El Sol de justicia se levantará con la salvación en sus alas!. Por tanto, en su Segunda llegada habrá la Divina salvación sobre todo el Remanente que queda. Habla del día que será como un horno, de aquellos que serán eliminados de la Tierra y arderán como estopa; y el Remanente hollará la estopa y las cenizas se convertirán en polvo bajo sus pies. Y aquellos que quieren esclavizar al hombre físicamente, mentalmente y espiritualmente, volverán al polvo de donde han venido, y sus almas irán a otro lugar para una nueva expresión, para un nuevo ciclo. ¡Pero recordad, el Sol de justicia se levanta con la salvación en sus alas! Está por llegar.

Proverbios 3:8: Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.

¿Qué es ese extraño versículo? ¿Qué, en nombre de todo lo que es santo es medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos? –puede ser también traducido por “remedio”. El ombligo es la región del plexo solar. ¿Y qué es el plexo solar? Es una suerte de cerebro abdominal. Es asimismo el centro de un chakra. Esta es una de las áreas más vitales, porque abundan tanto hoy en el mundo los trastornos y condiciones emocionales, sobre todo sufre la fuerte influencia de las condiciones mentales. La tensión mental es hoy la causa de las úlceras y de las enfermedades de la vesícula. No está en equilibrio. Existe un gran vórtice en este punto, en este chakra, que traen muchas vibraciones benéficas o rayos de fuera. Ahora será salud, o medicina a tu ombligo o plexo solar y meollo a tus huesos.

¿Cuál es la nueva vibración en la cual está entrando ahora la Tierra, esta nueva dimensión de Tiempo y Espacio?. Sus efectos se sentirán principalmente a través del plexo solar. Pero no ha de venir hasta su Segunda Llegada. Luego la salvación en Sus alas: es salud para tu plexo solar. Esta nueva condición no puede sino curar, limpiar y purificar a aquellos que permanecen. Esta ha de ser su herencia: perfecta salud y la eliminación de toda enfermedad. Porque una vez que se levante en Su reino y lleve a aquellos que son Suyos dentro de Sí mismo, esta vibración realizará su obra.

San Marcos 16:17-18: Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

¿Qué se quiere decir aquí refiriéndose a las serpientes?. Es una promesa. La Biblia está llena de las promesas de Dios. Esta es una promesa escrita en Marcos en la que dice: tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera o venenosa, no les hará daño. Ahora bien, decid a la gente que digo esto: Van a la iglesia los domingos y creen en la vida después de la muerte el domingo, y en la salvación divina y los milagros el domingo; creen en Cristo que anduvo sobre las aguas y que sanó a los enfermos y levantó a los muertos y Él mismo resucitó de entre los muertos. Creen en esto el domingo; pero el resto de la semana se quitan ese manto de creencia y tienen gran miedo y no creen, y su fe es escasa. Porque esta es una promesa de Dios; la creemos o no la creemos. ¡Dios dice la verdad o Dios miente! Nos ha prometido que podemos tomar serpientes con las manos y que podemos beber una cosa mortífera y que no sufriremos daño alguno. Así sea.

¡Pero no hemos de tentar a Dios! Si por casualidad encontramos una serpiente o bebemos veneno que nos fue dado por aquellos que quieren destruirnos, seremos protegidos. Pero no hay que tentar al Padre.

…. 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

¡Otra vez, la promesa del Padre! Podemos hollar serpientes y escorpiones. Nos da potestad. Y aun más potestad sobre el enemigo –el enemigo que es el Anti-Cristo, a quien reconocemos en los Banqueros Internacionales y los otros que quieren esclavizar al hombre sobre la Tierra, las Fuerzas “Negras” negativas dios dice que os dará potestad sobre todo.

Finalmente, no hay nada que de algún modo os pueda dañar. ¡Ninguna cosa! Esta promesa es desdeñada, por los fundamentalistas y por los otros que niegan la Salvación Divina y otros así llamados milagros del Padre Infinito. Dios promete el Remanente que se quedará no para las Fuerzas “Negras” sino para Sus Hijos, que cosa ninguna podrá dañarlos. ¿Por qué, tenéis, pues miedo?. ¿Por qué os retraéis del lunes al sábado, y creéis los domingos?

Ap. 22:2: En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

¿Qué es ese árbol? Más importante que la sanidad de un solo hombre es la sanidad de las naciones, y no sólo se habla aquí de las naciones de la Tierra. Las “Naciones” significan, en las palabras de Miguel, otros mundos –la sanidad de los doce en este Sistema, trayendo de vuelta a la extraviada Tierra a la Hermandad del Tribunal Interplanetario, la Hermandad Interplanetaria.

Cuando hablamos de salud y de sanidad no nos referimos únicamente al hombre individual con su gota y sus dolores de muela y su cáncer, nos referimos a las naciones que asimismo padecen de cáncer, de enfermedades, de degeneración, y que se están muriendo. Por tanto es una promesa de Dios en el último libro de las Santas Escrituras el que las naciones han de ser sanadas cuando dice que “las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”.

Ahora bien ¿qué son los doce frutos? Cada mes los frutos son dados. Los frutos son los dones del Espíritu que han de ser dados a las naciones, y las hojas para su sanidad. Esto sanará a las naciones de la Tierra y las unirá en un gran cuerpo en el cual los miembros no estarán en conflicto los unos con los otros. Un pie no dirá, “yo iré al oeste”; el otro, “yo iré al este”. El cuerpo será uno porque las naciones serán sanadas. Habrá un mundo, no bajo las Naciones Unidas, sino bajo Cristo el Rey, Señor de la Tierra.

San Lucas 4:22: Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? Y él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo, de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.

Aquí hay dos puntos de suma importancia: Uno, “Médico, cúrate a ti mismo”, que las gentes de Nazaret, que rechazaban al Cristo, dijeron a Jesús. Y el segundo es, un profeta nunca es aceptado en su propia tierra. Las gentes dicen, “Médico, si eres tan grande y lo que pretendes ser, cúrate a ti mismo”. Ahora bien, en los días que han de venir próximamente habrá aquellos que se burlen y se mofen y que dirán a quienes trabajan con las Escuelas de Misterio, “Si has logrado esa cosa, cúrate a ti mismo”. Porque son muchos entre vosotros los que son ineptos. Quizá esa condición de ineptitud se deba al cumplimiento de la palabra, quizá habéis nacido de tal modo que esta obra debe ser mostrada, aun el hombre que fue curado por el Maestro. El Maestro dijo que su condición no se debía a los pecados de la madre o del padre, ni tampoco a sus propios pecados, sino que debía ser un ejemplo. Por tanto, cuando dicen “Cúrate a ti mismo”, el Remanente ha de demostrarlo y curarse a sí mismo, porque cada hombre tiene el deber de perfeccionarse a través de Cristo.


EL SEÑOR ARAMU-MURU

(DIOS MERU)

Amor, luz y paz a todos aquellos que sienten que son en cuerpo, corazón y alma parte de la Hermandad de los Siete Rayos. A todos aquellos, estén donde estuvieren, que sienten que son parte del Reino de Cristo sobre la Tierra, que pronto ha de revelarse.

Nunca antes en la historia de las Escuelas de Misterio de la Tierra sucedió que alguien en mi posición fuese convocado, en verdad, ni se le dio la autoridad, para invitar a todos aquellos que cargarían con su cruz y seguirían al Maestro, una invitación para que acudieran y se unieran al trabajo de la Escuela de Misterio conocida con el nombre de Hermandad de los Siete Rayos.

Pronto se oirá el redoble de los tambores de guerra –hermano del sordo rebelde de muerte y destrucción- Cuando los cuatro jinetes cabalguen desaforadamente los vientos nocturnos sobre la Tierra.

Ap. 18:4: Y oí otra voz del cielo, que decía Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.

Ap. 22:10-17: Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven, Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Ap. 22:17: Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven

Esto pertenece a “Salid de ella, pueblo mío”. El Espíritu y la Esposa dicen: “Ven”.

Ap.22:17: Y el que oye, diga: Ven.

Y el que oye. En otras palabras, el que oye y en tiende tomará el mando y dirá: “Venid”.

Ap. 22:17: Y el que tiene sed, venga.

El que tiene hambre y sed de conocimiento espiritual, él, también, está invitado. Salid de ella, pueblo mío: la abominable Babilonia –sin referirse aquí a nación alguna sino a “Babilonia –sin referirse aquí a nación alguna sino a Babilonia, que significa el materialismo del mundo. Esta es una invitación franca para todos aquellos que quieran alinearse junto al derecho, y al Bien, y la Verdad, y la Luz, y la Paz, y la Hermandad.

Nos los de la Hermandad de los Siete Rayos, habiendo establecido por primera vez en la historia metafísica un centro fuera de nuestro monasterio en el Lago Titicaca, invitamos a aquellos estudiantes de la Luz de cualquier edad, sexo, raza, credo, color o ideología a unirse con nosotros. Pero sí, sólo los que pertenecen hallarán el camino que conduce a la puerta de la Abadía. Solo los que pertenecen acudirán, aunque se vayan al día siguiente, es preciso que vengan.

Sobre el horizonte pronto ha de pasar Armagedón. Las fuerzas de las tinieblas se están alineando para los últimos dolores de muerte de las tinieblas sobre la Tierra.

Oímos los pasos de los pies que avanza, porque ahora están –aún ahora- marchando sobre los planos etéricos, para manifestarse pronto físicamente sobre la Tierra. Pero el gran ejército ha de ser sepultado en el cataclismo al moverse las islas del lugar que ocupan sobre la Tierra, tal como está escrito: y mientras tanto el fuego –el fuego literal- cae de los cielos, y los ángeles arrojan las grandes piedras en los océanos a modo de señal para todas las naciones y los pueblos.

Decimos “Ven, pueblo mío”: has visto lo que está escrito, como Daniel, y se destaca en letras de fuego en el muro del tiempo presente; vosotros que conocéis en vuestro corazón que éste es el momento de la llegada de nuestro Hermano Mayor; conoces que el Hermano Mayor no tardará en decirte: ¡Ven! ¡Ven!

Os pedimos, como nuestro bienaventurado Hermano Mayor pidió al joven rico que tanto deseaba servir, que renunciase a todo: tu “corona”, tus “joyas”, tus “tesoros” almacenados sobre la faz de la Tierra.

Pero, todavía, esta es la prueba de su fe, porque, como Abad del Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos, os garantizo –hablando en la Luz del Padre- que las más sorprendentes revelaciones de naturaleza espiritual serán vuestras si renunciáis a todo, así como renunciáis a todo para esta obra. Empero al renunciar a todo hallaréis vastos “tesoros” como nunca los habéis soñado. En las tierras de Brasil en particular y hasta en nuestro país del Perú vosotros y ellos estarán dentro de los límites de toneladas de oro y joyas literales, las riquezas acumuladas de la Tierra enterradas durante siglos y algunas por miles de años; joyas y tesoros capaces de hacer vacilar la mente del hombre. Pero no ofrecemos joyas a quienes abandonan y renuncian a todo. Las joyas no tendrán sentido alguno para ellos. Esta es la extraña paradoja de Dios. Renunciad a todo y os hallaréis en medio de los más grandes tesoros que haya visto o conocido el mundo; mas para vosotros no tendrán sentido alguno, y no los codiciaréis ni desearéis que sean vuestros.

Aquel que se enaltece será humillado. Humíllate y serás enaltecido. Sé rey y serás esclavo, sé esclavo y serás rey.

Decimos ahora, escuchad la vocecilla que lleváis dentro. ¡Salid y haced la señal! Si creéis las cosas que os han dicho, haced la señal que creéis en ellas. No podemos tener espiritualidad de naturaleza celestial si participamos de la carne del mundo físico. Sigamos los pasos de Él –aquél a quien conocemos como nuestro Hermano Mayor- El que fue manso, pobre y humilde. Nuestra orden a todos aquellos que entre vosotros leen y comprenden y aman y conocen este mensaje de Luz y Verdad y Paz, la Orden Divina del Padre es ésta: Estad prontos para las gentes preparadas, porque el Hermano Mayor no ha de tardar en hablarte.

Dios Padre ha prometido: “Los llevaré a mi monte sagrado. Sí, de cierto os digo que los llevaré en Verdad y Paz y Luz a Mi monte sagrado”.

Ven, pueblo mío. ¡Ven con alegría! Anda en paz. Muchos son los que no contestarán a este mensaje porque están arropados por el materialismo, aun cuando lean estos mensajes y finjan interesarse por las materias espirituales. Pero el tiempo está cercano para aquellos que creen verdaderamente y hagan la señal y sigan a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Sí, Él es el Camino, no necesitamos otro; sí, Él es la Verdad y la Vida. No necesitamos ir a otra parte para hallarla. Aquél que hace sacrificio de su vida, de cierto, la encontrará; aquel que sacrifica la vida del mundo, hallará la vida eterna. 



FIN







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